Más del 90% de las especies que han vivido en la Tierra a lo largo de sus 4.500 millones de años de historia se han extinguido.
Especies humanas:
Origen, características y evolución de las especies de humanos conocidas
Los grandes cambios climáticos, los desplazamientos de tierra, las batallas por la supervivencia y la devastadora aparición del ser humano han dado paso a una evolución continua transformación del ecosistema, a la desaparición de animales de la prehistoria (terrestres, marinos, herbívoros, omnívoros… ) y al surgimiento de nuevas especies.
El descubrimiento de nuevos fósiles congelados han despertado la curiosidad de conocer más fondo a estos animales prehistóricos extintos, hasta el punto de querer devolverlos a la vida. Gracias a los avances de la ciencia y la tecnología, los científicos creen que en muy poco tiempo podríamos ver algunos de estos especímenes vivos.
¿Sabes cuáles fueron los animales prehistóricos voladores de mayor envergadura? ¿Podrías nombrar a más de 3 animales prehistóricos carnívoros? ¿Tienes idea de qué especies prehistóricas han logrado permanecer hasta la actualidad?
Continua leyendo para conocer estos y otros muchos detalles junto a interesantes fotos de animales prehistóricos que convivían en nuestro planeta hace millones de años.
Animales de la prehistoria extintos
Animales prehistóricos voladores extintos
Se estima que más de 190 especies de aves se han extinto desde el año 1.500 debido a los cambios ambientales y la caza indiscriminada por parte de los humanos. A continuación te dejamos un listado con los nombres prehistóricos de animales voladores extintos, sus características particulares y todos los detalles de su vida y su entorno…
Carnívoros
Meganeura
Este antiguo y gigantesco insecto habitó la tierra hace 300 millones de años en el período Carbonífero. Tiene un aspecto similar al de las libélulas actuales, de hecho entre las especies de este animal se encuentra la Meganeura Monyi, un pariente directo de la libélula.
Sus fósiles se descubrieron en Francia en 1885 evidenciando a un enorme insecto con alas de más de 70 cm, ubicándolo como la especie de insectos más grande que haya existido sobre la tierra.
Expertos consideran que la razón más probable de su extinción sea que debido a sus enormes proporciones se le haya dificultado la respiración a la hora de volar con los cambios que ha sufrido la atmósfera al pasar de los tiempos.
Argentavis Magnificens
Con un tamaño de 3.5 metros y un peso de 70 kilos, esta ave recorrió la Patagonia hace 8 millones, en el período Mioceno Superior, como una de las aves voladoras más grandes de las que se tenga conocimiento.
Sus restos fósiles fueron hallados en Argentina en 1979. Se cree que sus alas lograban alcanzar una envergadura de 8 metros, pesar unos 70 kg y que su velocidad de vuelo podría alcanzar unos 70km por hora.
Esta ave está relacionada con los ancestros de los buitres americanos, conocidos actualmente, no solo por su aspecto físico sino también por su hábito alimenticio de aprovechar las presas cazadas por otros carnívoros.
Águila de Haast (Harpagornis Moorei)
En el sur de Nueva Zelanda vivió esta ave prehistórica de unos 3 metros de largo y 14 kilos que cazaba Moas, otras aves antiguas y no voladoras muy parecidas al avestruz.
Estas águilas son comparadas con las de la actualidad, las cuales alcanzan una mandíbula de 7 centímetros, con la diferencia de que la Harpagornis Moorei fue el ave rapas más grande conocida, con una mandíbula de 11,4 centímetros de largo.
La extinción de estos animales en la prehistoria llegó por el año 1400 con la aparición de los primeros pobladores humanos en la zona, quienes cazaron a las aves Moas hasta llevarlas a su extinción, dejando así al Águila de Haast sin presa para sobrevivir.
Archaeopteryx
Es uno de los nombres de animales prehistóricos más complicados. Significa “Pluma Antigua”, y es que es el cuerpo de este pequeño animal estaba repleto de plumas como la de las gallinas hace unos 150 millones de años en Alemania del Sur, donde habitaban y cazaban pequeñas presas durante la época jurásica.
El Archaeopteryx tenía una apariencia similar a las aves de corral, aunque de menor tamaño, con una gran diferencia: unos pequeños dientes afilados que le permitía cazar. De hecho, expertos en la materia aseguran que esta ave solo podía desplazarse en distancias cortas si aleteaban rápidamente como lo hacen hoy en día las gallinas.
Debido a su gran cantidad de características, esta ave se considera un vínculo entre las aves prehistóricas y los dinosaurios, obteniendo así el apodo de dino-pájaro. Hoy en día se considera que es el ave más antigua conocida.
1.1.2. Herbívoros
Codorniz de Nueva Zelanda (Coturnix novaezelandiae)
Koreke, en maorí, fue un ave familia del actual gallo que vivió en Nueva Zelanda y otras tierras del Pacífico.
Fueron objeto de caza durante muchos años por el hombre, y se cree que los últimos ejemplares abundantes se vieron hasta 1868.
Su extinción se debió por la caza indiscriminada y la introducción de otros animales a su hábitat en 1870.
1.1.3. Omnívoros
Mei Long
Vivió hace unos 135 millones de años en la actual Asia, en la época del Cretácico y podía tener una altura de 30 cm y un peso de 30 kg.
Es conocido como el “dinosaurio que dormía como las gallinas” por la peculiar forma en la que se encontró sus restos fósiles, escondiendo su cabeza por debajo de sus extremidades. Lo más probable es que este animal haya sido enterrado por ceniza volcánica.
Ajacingenia
Era un pequeño dinosaurio de varios colores que destacaba por parecerse a las aves de hoy en día. Se cree que su cuerpo estaba repleto de plumas completamente y que carecía de dientes.
No se ha logrado obtener a ciencia cierta información sobre su peso real o su tamaño. Pero gracias a la forma de sus huesos, los expertos dedujeron que era un animal muy veloz que lograba escapar de sus enemigos rápidamente.
Aunque se alimentaba principalmente de vegetales y plantas, en algunas ocasiones comían huevos y pequeños mariscos.
Animales prehistóricos terrestres extintos
Carnívoros
Dientes de Sable (Smilodon fatalis)
Este imponente felino de enormes colmillos, mejor conocido como Tigre Dientes de Sable, vivió hace más de 10 mil años atrás entre las eras prehistóricas del Plioceno y el pleistoceno en las tierras de América del Sur y del Norte.
A pesar de su nombre, no guardan parentesco con los tigres que hoy en día habitan la tierra. Los Smilodon pertenecen a los Machairodontinae, una subfamilia de felinos prehistóricos de gran tamaño.
A la hora de alimentarse, la forma de su dentadura de les permitía cazar grandes presas como lo eran los mamuts y los rinocerontes lanudos, y es que sus enormes caninos podían llegar a medir desde 20 hasta 26 centímetros.
Los paleontólogos describieron por primera vez a este animal prehistórico en 1880 como un animal corpulento de extremidades potentes.
Se cree que la extinción del Smilodonse produjo por grandes cambios climáticos en la última glaciación, que alteraron el ecosistema e hicieron más difícil la caza y supervivencia para este majestuoso animal. Se calcula que coincidió con los primeros Homo Sapiens.
Aves del Terror (Phorusrhacidae)
Eran conocidas como las Aves del Terror por su gran tamaño y por ser depredadores dominantes en América del Sur, hace 62 y 2,5 millones de años, desde el Paleoceno hasta el Plioceno.
Tenían una altura de hasta 2,5 metros y eran capaces de utilizar sus alas como brazos para dar la vuelta a sus presas aún estando en movimiento.
Hace 2,5 millones de años durante el Istmo de Panamá, accidente geográfico en América Central que unió América del Norte y América del Sur, perros, osos y gatos lograron capaces de cruzar al Sur aumentando así la competencia en la caza entre todos estos depredadores y resultando en la extinción del Phorusrhacidae.
Gran errante (Megalania o Vanarus priscus)
La megalania fue un gigantesco lagarto, de 7 metros de largo y un peso de 600 kilos, que vivió en Australia hace unos 40 mil años, específicamente en la época del Pleistoceno.
Esta especie extinta de la familia varanidae es el mayor lagarto terrestre conocido que haya existido y pudo haberse alimentado de otros animales medianos o grandes, como por ejemplo marsupiales, otros reptiles, aves y huevos.
Se cree que algunos miembros de esta familia antigua de Vanarus poseían glándulas venenosas en la boca como sus actuales parientes, el dragón de Komodo y el varano arborícola.
Titanis
Esta ave no voladora vivió en Norteamérica en la época Plioceno hasta el Pleistoceno, hace 5 millones de años aproximadamente.
Se cree que el Titanis se extinguió hace unos 15 mil años y llegó a medir 2,5 metros de altura y alcanzar un peso de hasta 150 kg. Además, tenía un gran pico en forma de hacha que utilizaba para cazar a sus presas, embistiéndolas y clavándoles la punta afilada del pico para desgarrarlas.
Se extinguió debido a los cambios climáticos que dificultaron el paisaje donde habitaba y a la competencia con otros depredadores de mayor tamaño.
Madtsoia o Madtsoiidae
Estas eran serpientes muy primitivas que mataban a sus presas por constricción, un método de estrangulamiento, por las tierras de Sudamérica, África, India, Australia y Europa meridional.
Podían medir hasta 20 metros y pesar más de 1 tonelada, siendo así una de las serpientes más grandes que han existido.
Se extinguió en la época del Pleistoceno, es decir hace aproximadamente dos millones de años. Debido a su amplia distribución geográfica y a la mala conservación de los fósiles encontrados, se les ha hecho difícil a los paleontólogos clasificar todas las especies provenientes del Madtsoiidae.
SuperCroc (Sarcosuchus)
Es un género extintos de cocodrilos neosuquio que vivió en África y América del Sur del período Cretácico hace 110 millones de años.
A pesar de que no se ha encontrado los huesos fósiles completos del sarcosuchus, los obtenidos han permitido que los expertos realicen un bosquejo de su apariencia. Con una longitud de aproximadamente 11.5 metros, pudo alcazar unas 10 toneladas y su mandíbula midió 1.80 metros de largo.
Basaba su dieta en peces y otros dinosaurios de menor tamaño que atrapaba cerca de las orillas de los ríos.
Tyrannosaurus Rex
Con unas 7 toneladas, 13 metros de largo y 4 de alto, el T-Rex es uno de los animales antiguos más reconocidos gracias a la saga Jurassic Park. No solamente ganó fama como “el rey de los lagartos tiranos” por su ferocidad, sino que además podía alcanzar unos 30 kilómetros por hora y era capaz de arrancar más de 200 kilos de carne con sus poderosos dientes.
Vivió en la época del Cretácico Superior hace 68 millones de año en América del Norte y fue uno de los últimos dinosaurios que habitaron la tierra antes de la extinción masiva de hace 65 millones de años.
Hay más de 30 especies clasificadas bajo esta familia y en sus fósiles se ha logrado encontrar material biológico que han permitido a los expertos estudiar su forma de vida. Habitó por las tierras América Central y del Norte, específicamente entre Canadá y México en planicies y bosques subtropicales. Además, los estudios revelaron que no tenían suficiente masa muscular como para correr, su máximo desplazamiento podría ser de 19 kilómetros por hora.
Sus grandes dientes les permitían hacer una fuerza de presión de hasta 5,8 toneladas, siendo esta marca la más poderosa de cualquier animal terrestre conocida. El T-Rex se alimentaba de todo tipo de presas.
Titanoboa cerrejonensis
Se trata de la serpiente más grande encontrada hasta la actualidad. Vivió en Sur América hace 60 millones de años y llegó a medir 14 metros de largo y pesar hasta 1.135 kg.
Expertos sugieren que este animal prehistórico se alimentaba principalmente de peces, aunque otros expertos sugieren que a veces cazaba otros depredadores como los cocodrilos.
Megistotherium
Este mamífero depredador de los ecosistemas de Ngorora, Kenia, Egipto, Namibia, Uganda y Libia durante el período Eoceno. Su nombre proviene del griego y significa “quebrantahuesos” y proviene de la familia de los hienodóntidos.
Era un espécimen enorme, con garras afiladas, grandes dientes, con un peso de hasta 500 kg y un cráneo de 66 centímetros de largo, por ello es considerado uno de los mayores y más exitosos mamíferos carnívoros conocidos. Se alimentaba de animales que podían llegar a ser incluso más grandes que él.
Andrewsarchu
Durante el periodo Eoceno vivió este lobo gigante prehistórico que guarda similitud a un lobo actual, pero con un hocico alargado de 83 centímetros de largo.
Vivió hace aproximadamente 45 millones de años en el período Eoceno, principalmente en zonas abiertas como praderas de Asia y Estados Unidos.
Utilizaba sus dientes como cuchillas y trituraba con facilidad los huesos de sus víctimas para absorber la médula del interior. Cazaban en manadas y su presa favorita era el Embolotherium.
Su extinción vino con un cambio en la cadena alimenticia a causa de un enfriamiento global.
Herbívoros
Glyptodon
Era un mamífero acorazado de gran tamaño que se asemejaba físicamente a un armadillo y que vivió en la época del Pleistoceno en Suramérica.
Después de que los expertos pasaran años tratando de analizar el género del que provenían, este inmenso animal obtuvo por fin el nombre de Glyptodon en 1839, el cual significa “Diente esculpido”.
Un grupo de paleontólogos estudiaron a fondo la cola de este animal, sugiriendo que su uso era principalmente como arma en luchas entre su misma especie.
Aunque este animal coexistió con los humanos por más de 4 mil años, se considera que la caza de los mismos, combinado con el cambio climático, llevó al Glyptodon a su extinción.
Alce irlandés (Megaloceros giganteus)
El nombre del Megaloceros proviene del griego “megalos” que significa “Cuerno Grande” y habitó la tierra hasta el Pleistoceno en Europa y Asia. No solo destacaba por su gran cornamenta, sino que además fue uno de los ciervos más grandes que haya existido.
Este animal tenía cierto parecido morfológico con el Alce actual, aunque existen diversas especies de Megaloceros muy distintas entre sí.
Solía vivir en manadas en praderas y bosques abiertos donde pastaban abundante hierba y llegaban a medir hasta 2 metros de alto y 3,5 metros de largo.
Con el final de las glaciaciones y la caza humana, estos animales de la prehistoria disminuyeron su población rápidamente hasta llegar a su extinción hace unos 11 mil años
Gigantopithecus
Este primate sin cola antiguo existió hasta hace 100 mil años en el Pleistoceno por los territorios de China, India, Vietnam y Asia y se considera el primate de mayor tamaño conocido hasta hoy.
Se estima que tenía medidas de hasta 3 metros de altura y 300 kilogramos, es decir, tres veces más grande que un gorila.
No se tiene un registro fósil completo. Se cree que compartió hábitat con el Homo Erectus en Asia.
Se desconoce a ciencia cierta el motivo de la extinción del Gigantopithecus, pero una de las hipótesis principales es el cambio climático y la competencia de recursos a consecuencia de la última glaciación.
Paraceratherium
Aunque se trata del mamífero terrestre más grande que ha existido, su carácter era tranquilo y se alimentaba de plantas. Guarda un cierto parentesco genético con el rinoceronte, pero los Paraceratherium llegaban a medir hasta 7,5 metros, pesar 15 toneladas y tenían un cuello realmente largo con 9 vértebras.
Habitó en el Oligoceno y el Mioceno hace 33 millones de años en las llanuras, desiertos de Turquía, India, China, Pakistán, Kazajstán y Mongolia.
Se alimentaba de las hojas de la copa de los árboles y matorrales. Los expertos estiman que necesitaba alrededor de 580 kg de plantas diarias para cumplir su dieta alimenticia, por lo que probablemente pasaba 17 horas diarias alimentándose.
La teoría más conocida sobre su extinción habla del choque continental entre Asia y la India que dificultó su reproducción por cambios climáticos.
Dinoterio (Deinotherium)
Similar a un elefante actual, pero de mayor tamaño, este animal sobrevivió 20 millones de años en los bosques y llanuras de Europa, Asia y África en las épocas del Mioceno, Plioceno y Pleistoceno.
Este elefante prehistórico se diferencia del actual por poseer los colmillos curvados hacia atrás, los cuales utilizaba para pelear con otros machos o para cavar y una trompa mucho más corta por lo que necesitaba agacharse para comer raíces o beber agua.
Vivían en grandes manadas con jerarquía social y se alimentaban de pastos bajos. Se desconoce por qué este animal se extinguió.
Anisodon
Este herbívoro de casi 3,4 metros de alto y 170 kg, vivió en el periodo Eoceno y Oligoceno en los bosques de Mongolia, China y Francia.
Tenía brazos largos y grandes garras en sus extremidades delanteras, que se pensaba que eran utilizados para llevarse ramas a la boca, similar a la forma en la que se alimentan los perezosos de la actualidad
Vivían en pequeños grupos familiares en zonas cercanas a lagos.
Palorchestes
Este marsupial extinto tenía una medida de hasta 2,5 metros de alto y pesaba 200 kilogramos, en comparación sería tan grande como un caballo.
Un estudio de sus fósiles sugiere que tenía una corta probóscide parecida al de los tapires. Sus patas delanteras eran potentes y comía hojas y corteza de árboles que tomaba utilizando su larga lengua.
Omnívoros
Oso Cavernario (Ursus Spelaeus)
Se cree que este oso habitó la tierra hace unos 28 mil años y pudo llegar a pesar hasta 600 kilos y medir hasta 1.3 metros, es decir, que sobrepasa al mayor carnívoro terrestre que conocemos actualmente, el oso polar.
Este enorme animal prehistórico vivió durante el Pleistoceno en el conteniente europeo y se alimentaba de frutos, hierbas y en pocas ocasiones comía carne.
El Oso Cavernario se extinguió debido al cambio climático conocido como “Último Máximo Glacial”, el cual afectó su especializada dieta de hibernación según los científicos del Museo de Historia Natural del Reino Unido.
Sin embargo, en un estudio realizado por el Instituto Universitario de Geología de Coruña se añadió que en los motivos de la desaparición se encuentra la lucha por refugios que mantuvo con los humanos.
Cerdo del infierno (Daeodon)
Esta familia extinta de mamíferos artiodáctilos, parecidos a los cerdos actuales, habitaron América del Norte hace 29 millones de años durante el Oligoceno y el Mioceno.
Vivía en bosques y sabanas con una altura aproximada de 2,5 metros y un peso de 780 kg. El significado de su nombre hace referencia a “diente destructivo” debido al gran tamaño de su mandíbula. Se alimentaba de raíces de árboles y otros animales.
Entelodontidae
Esta familia extinta de mamíferos ungulados con pesuñas en Asia y Norte América hace 45 millones de años. Eran físicamente parecidos al cerdo actual de patas largas y delgas, pero llegaban a medir hasta 1,8 metros y pesar 500 kilos.
Aunque se cree que pudieron cazar animales de mayor tamaño, como el Eporeodon, estos animales eran Omnívoros, pero preferían mayormente las presas sobre las plantas.
Dromornis
Esta ave de 500 kilos y 3 metros no podía volar, tenía un pico con grandes músculos que hacen dudar a los expertos de si esta ave se alimentaba solo de frutas y semillas o también lo hacía de animales más pequeños.
Vivió hasta hace 30 mil años en los bosques abiertos de Australia y Stirtoni y se tiene poca información sobre sus hábitos y su extinción.
Animales prehistóricos marinos extintos
Carnívoros
Dunkleosteus
Estos peces placodermos acorazados extintos existieron hace 369 millones de años en el período Devónico Superior. Vivió en Norte América, Europa y África.
Tenía 10 metros de largo y pesaba unas 6 toneladas. Su cráneo duro le servía como defensa ante otros depredadores y tenía una cola de 1,4 metros que le permitía desplazarse con fuerza.
Han encontrado al menos 10 especies distintas de estos peces prehistóricos y los estudios demostraron que esta especie era probablemente caníbal, en los fósiles encontrados se veían mordeduras de otros Dunkleosteus.
Liopleurodon
Hace 162 millones de años aproximadamente en la época Jurásica, vivió este animal de 6,4 metros de largo y 4,5 toneladas.
Se movía a una velocidad máxima de 45 kilómetros por hora por los mares de Europa y pertenece a la lista de súper depredadores de la época, devorando peces, tortugas, ictiosaurios, tiburones, plesiosaurios e incluso llegó a comer cualquier otro animal terrestre o volador distraído que se acercara demasiado al mar.
Este era una especie solitaria y territorial, por lo que se cree que era muy agresivo hasta con otros Liopleurodon.
Se atribuye su extinción a un meteoro de 2km de diámetro que impactó en la tierra, cambiando el hábitat conocida hasta ese entonces.
Predator X (Pliosaurus)
Reptil acuático del período Jurásico que pesaba hasta 45 toneladas y llegó a medir entre 15 y 20 metros de largo y vivió en Europa y América del Sur.
El estudio de sus fósiles sugiere que su mordida fue muy potente, incluso mucho más fuerte que la del T-Rex. Su dieta era a base de peces, calamares y reptiles.
Hoy en día se han encontrado cuatro especies diferentes de Pliosaurus. No se sabe realmente a qué se debió la extinción del predator X.
Gorgonopsia
Estos reptiles mamiferoides podían llegar a medir 7 metros de largo, tenían enormes caninos afilados y aunque son una especie de reptil prehistórico, estaban muy emparentados con los mamíferos.
Su familia involucra un total de 25 géneros y 41 especies distintas de Gorgonopsias.
Se cree que la extinción de estos animales llegó con un desastre natural producido por volcanes.
Leviathan (Livyatan Melvillei)
Género perteneciente a los cetáceos dentados que vivió en el Mioceno hace 13 millones de años aproximadamente.
Solo se ha encontrado un ejemplar de este animal marino en Perú. Los investigadores solo lograron recoger el 75% del cráneo y maxilares parcialmente conservados, los cuales medían unos 3 metros de largo.
Los expertos creen que era un depredador agresivo de 30 toneladas y 17,5 metros de largo. Cazaba otros grandes animales prehistóricos marinos como ballenas, delfines, marsopas, tiburones, tortugas marinas, etc.
Basilosaurus
Este cetáceo extinto vivió en el Eoceno hace aproximadamente 45 millones de años. Era de cabeza pequeña en relación con el cuerpo.
Su boca poseía una gran dentadura de 44 dientes afilados que le permitía cazar y devorar cualquier presa marinas como peces, tiburones y cetáceos.
Sus restos fósiles se encontraron en Alabama, Luisana, Egipto y Pakistán y se cree que vivió en los mares tropicales y subtropicales.
Su extinción data que debido a la escasez de alimento por los fenómenos de cambios climáticos de la Antártida que modificó las cadena alimenticia.
Nautiloidea
Molusco invertebrado de concha externa recta y dos pares de branquias que vivieron a principios del Paleozoico como depredador marino.
Hoy en día se han registrado más de 2.500 especies, aunque en la actualidad solo parece que han sobrevivido 4.
Kronosaurus
Este lagarto marino de cuello corto habitó en los mares de Australia y Colombia del período Cretácico, es decir, hace aproximadamente 125 millones de años.
Deben su nombre al líder de los Titanes griegos, Cronos por encontrarse entre uno de los pliosaurios más grandes existidos.
Los primeros restos fósiles de este animal prehistórico fueron encontrados en Australia en 1889. En 1977 se encontró un fósil completo en Colombia.
Dorudon
Llamado “Diente de lanza” según el griego antiguo, este cetáceo vivió hace 40 millones de años en el Océano de Tetis de la Era Eoceno, alimentándose de peces y moluscos.
Estos animales carnívoros medían 5 metros de largo y pesaban hasta 2,24 toneladas.
Los fósiles del Dorudon han aparecido a lo largo de la costa de la antigua línea de Tethys, lo que sería hoy en día Egipto y Pakistán, Estados Unidos, Nueva Zelanda y el Sáhara Occidental.
Se extinguió hace aproximadamente 36 millones de años a causa del cambio climático llamado “Gran Ruptura”.
Anomalocaris
Este animal marino, invertebrado y muy antiguo se conoció por los fósiles encontrados en yacimientos en China, Norte América, Australia y África del Norte.
Existieron en el período Cámbrico desde hace aproximadamente 535 millones de años. Tenían una longitud de hasta 1 metro y tenían espinas a lo largo de su cuerpo con lo que se cree que atrapaba a sus presas para llevárselas a la boca.
Sus grandes ojos les permitían tener una visión aguda que le permitía cazar Trilobites, una clase de artrópodos, en aguas turbias.
Su extinción llegó por la competencia con los Nautiloideos, una especie de molusco, y otros pequeños depredadores.
Helicoprion
El Helicoprion era una especie de vertebrados acuáticos que vivió desde el período Carbonifero hasta el Triásico como un depredador en los mares de Rusia, China, Australia, Canadá, Estados Unidos y México.
Este animal se asemeja al tiburón actual, con la diferencia de tener una espiral de dientes en la mandíbula inferior. Llegó a medir 4 metros de largo y pesar 380 kg.
Se extinguió hace unos 225 millones de años y no se ha encontrado su cráneo, por lo que su forma de alimentación quedan a especulación de los científicos. Una de las hipótesis más conocidas es que se alimentaba de Ammonites y que por eso la forma de sus dientes era ideal para romper los caparazones de estos animales.
Eurypterida
También conocidos como Gigantostráceos o escorpiones marinos, estos artrópodos eran comparados físicamente con los escorpiones actuales por tener una metasoma, aunque esta no poseía glándula venenosa.
Hoy en día se han catalogado 250 especies de Eurypterida. Este animal prehistórico se extinguió al final del período Paleozoico.
Megalodón (Carcharodon Megalodon)
Especie de tiburón gigante que vivió en América, Australia, Asia y las Islas Canarias en el período del Oligoceno y el Plioceno.
No solo estaba en la punta de la cadena alimenticia, sino que tampoco tenía depredadores naturales, por lo que se considera el terror de los mares de su época. Cazaba animales de todos los tamaños y tenía un apetito voraz. Los colores de este animal prehistórico le permitían camuflajearse perfectamente para lograr un ataque sorpresa.
Tiene parecido al tiburón blanco actual con la diferencia de que el Megalodón pesaba 50 toneladas y medía hasta 20 metros de largo.
Expertos estimaron que este tiburón podía vivir hasta 100 años, y que es el antepasado directo del tiburón blanco.
Se cree que se extinguieron por los cambios que trajo el cierre del paso marítimo de Centroamérica y sus consecuencias ambientales y el declive de las fuentes de alimento.
Omnívoros
Archelon
Se trataba de una tortuga marina gigante de hasta 4,6 metros de largo que habitaba en América en la Era del Cretácico.
Catalogada como la tortuga más grande de la historia y una de las más antiguas que se ha encontrado. A diferencia de sus familiares actuales, esta tortuga prehistórica no tiene un caparazón de hueso y su cráneo era estrecho.
La boca del Archelon terminaba en forma de pico y carecía de dientes.
Animales de la prehistoria vivos
Carnívoros
Pelícano (Pelecanus)
Estas aves acuáticas que conocemos hoy en día están catalogadas como prehistóricas pues su registro fósil data de por lo menos 30 millones de años atrás.
Los pelícanos resaltan por su gran saco gular, el cual llevan bajo el pico, que usan para capturar a los peces que se acercan a la superficie del agua, aunque también se les ha conseguido alimentándose de anfibios, tortugas, crustáceos y ocasionalmente pequeñas aves.
Se mueven en grupos grandes alrededor de las costas de todos los continentes, excepto la Antártida y se conocen 8 especies distintas de estos según su ubicación geográfica.
Hoy en día existe una disminución de la población de esta especie, por lo que actualmente se considera vulnerable debido a la destrucción de su hábitat.
Lanzón picudo (Alepsaurus ferox)
Este pez puede alcanzar un tamaño de 2 metros de largo y pesar entre 3 y 9 kilos. Su cuerpo es alargado, de color plateado, con una boca grande con grandes colmillos y una aleta dorsal alta.
Viven en aguas abiertas cercanos a las zonas costeras con un rango de profundidad de hasta 1850 metros.
Es carnívoro, se alimenta de otros peces, crustáceos, cefalópodos e incluso se le ha visto practicar canibalismo.
En general se tienen muy pocos datos sobre este animal. Por el momento la especie se encuentra en un rango de preocupación menor.
Ornitorrinco
Este mamífero semiacuático tiene pico de pato, cola de castor, patas de nutria, es venenoso y pone huevos. Es proveniente del este de Australia y de la isla de Tasnmania y se cree que ha habitado la tierra desde el período Pleistoceno, hace unos 100 mil años.
En el siglo XX este animal tuvo que ser incluido en la lista de protección para evitar que fuese cazado para la venta de su piel. Vive en pequeños ríos de zonas montañosas o selvas tropicales.
En sus patas este animal tiene unos espolones que liberan veneno para debilitar a sus presas durante la caza. Por este motivo, solo los machos son capaces de inyectar veneno. Se alimentan de anélidos, larvas, camarones e insectos.
Herbívoros
Bison Bonasus
Considerado como el mamífero de mayor tamaño en Europa y se encuentra en estado vulnerable en la escala de Estado de Conservación siendo uno de los más amenazados, y necesitando programas de reproducción en cautiverio para preservar la especie hoy en día.
Su aspecto físico es comparado con el de un bisonte americano actual, con la diferencia de tener una contextura un poco más ligera. Este bisonte antiguo mide de 250 a 250 centímetros y pueden pesar hasta 920 kg.
El bisonte europeo es un animal que vive en rebaños, con un promedio de entre 8 y 13 animales y se alimentan de hierbas y brotes de plantas.
La desaparición de esta animal va en aumento y se debe a la caza masiva por parte del hombre y la deforestación.
Caballo salvaje Mongol (Equus Ferus Przewalskii)
Sobrevivió a su extinción a mediados del siglo XX con la ayuda de algunos naturalistas, manteniéndose hoy en día como la única subespecie salvaje de caballo que existe hoy en día, aunque mantiene un estado crítico de unos 1500 ejemplares en todo el mundo.
A diferencia de la mayoría de las razas domésticas, su cráneo es convexo, con una cola muy larga y sus patas son proporcionalmente más cortas que su cuerpo.
Esta especie vivió en Asia durante el período Pleistoceno y se cree que fue domesticado por primera vez en el 3 mil A.C. donde se originaron subespecies de caballos domésticos.
En 1977 nació la Fundación para la Preservación y Protección del Caballo de Przewalskii y en 1992 se reintrodujeron 12 de estos caballos salvajes en el Parque Nacional Hustai Mongolia, país del que se habían visto por última vez en 1969.
Animales extintos que podrían volver a la vida
A pesar de que el hábitat natural de algunos de los animales antiguos en la lista ya no existe, los Científicos continúan realizando investigaciones a partir de muestras de ADN encontradas en fósiles antiguos para traer de vuelta a las especies antiguas más icónicas, aunque por el momento sea poco probable.
Thylacine (Thylacinus cynocephalus)
Conocido como Tigre de Tasmania, este animal pertenecía a la familia de los marsupiales y era originario de Australia y Nueva Guinea durante el período del Holoceno. Su apodo se debe a las rayas negras que resaltaban en su espalda sobre su pelaje amarillo.
El Thylacine era un animal nocturno, con gran sentido del olfato y muy veloz. Se alimentaba de canguros, ratas, aves y otros pequeños animales.
El último ejemplar murió en el antiguo zoológico Hobart, ubicado en Australia, donde un pequeño grupo de estos marsupiales vivían en cautiverio. Desde la llegada del hombre a las islas, los Tigres de Tasmania se vieron en peligro de extinción, pues eran culpados de matar a los rebaños de ovejas.
Aunque para la década de 1980 se declaró a este animal prehistórico oficialmente extinto, mucha gente afirma que aún quedan ejemplares de estos animales prehistóricos vivos rondando las tierras de Australia.
Expertos en genética de la Universidad de Melbourne en Australia lograron crear un plano genético de gran calidad del Thylacine, mejor conocido como Tigre de Tasmania, que en un futuro se podría utilizar para clonar la a especie mediante ADN.
Los restos del tejido fueron tomados de un espécimen bebé de 108 años de edad. Sin embargo, los especialistas aseguran que es necesario realizar más estudios antes de lograr una clonación efectiva.
Habría que esperar al menos una década para obtener las tecnologías adecuadas para revertir la extinción del Thylacine.
Uros (Bos Primigenius Primigenius)
El Uro era un animal prehistórico de especie herbívora robusta que vivió en Asia, Europa y el norte de África, y que fue progenitor de la familia Bovinae, donde pertenecen los bovinos domésticos de hoy en día.
Su extinción llegó con la sobreexplotación por parte de los humanos. Estos últimos utilizaban al Uro, animal prehistórico, como fuente de alimentos de manera que fueron domesticados con rapidez.
El último ejemplar falleció en Polonia 1627 y generó un gran impacto en el ecosistema Europeo. Es por ello que desde el 2008, genetistas de un proyecto europeo de la Taurus Foundation han intentado traer de vuelta al Uro, mediante el cruce algunas especies bovinas vivientes que posean en su ADN un antepasado prehistórico, y están cada vez más convencidos de que se están acercando a los ejemplares del Uro, animal extinguido.
Raphus cucullatus (Dodo)
El dodo fue un ave no voladora que habitó en las islas Mauricio del Océano Índico que desapareció en el siglo XVII por la caza excesiva por parte del hombre.
Un tamaño de aproximadamente un metro de altura y un peso de entre 10 kg y 17 kg. Tenían un pico largo de 23 centímetros que utilizaban para partir cocos de los que se alimentaban.
La respuesta a por qué se extinguió el Dodo se encuentra con la llegada del hombre a las islas. Estos cazaron intensivamente a esta ave que no tenía defensas hasta acabar con especie, al igual que pasó con otros pájaros prehistóricos de la época.
Han sido varios los fósiles encontrados del Dodo, de hecho en la Universidad del Museo de Historia Natural se encuentra un ejemplar disecado del que se realizaron muestras de los que se pudo extraer fragmentos de ADN, pero no lo suficientes para realizar una clonación.
Sin embargo, cada vez son más los ejemplares encontrados, por lo que los investigadores sugieren que su clonación está cada vez más cerca y que podría volver como el padre de las palomas.
Moa gigante (Dinornithidae)
Estas aves no voladoras habitaban los bosques y llanuras de nueva Zelanda hace 500 años con un tamaño de 3,5 metros de alto y un peso de 230 kg. Siendo así los pájaros más altos que hayan existido.
Eran herbívoros, se alimentaban de una manera similar a las jirafas actuales pues tenían un largo cuello. También tenían patas robustas como el avestruz actual que le permitían correr a gran velocidad, alcanzando hasta los 40 kilómetros por hora.
La llegada de los hombres marcó el camino de la extinción de este animal en el año 1500. Se encontraron una gran cantidad de fósiles de estos animales antiguos en buen estado, que permitieron la extracción de su ADN. Esto hace que los expertos investiguen si es posible traer nuevamente a la vida a este animal.
Perezoso gigante (Megatherium)
Fue mamífero de 4 toneladas y 6 metros de altura que vivió hace 8 mil años en los bosques y praderas de América del Sur y del Norte en la época del Plioceno y Holoceno.
Tenía un gran tamaño, grandes garras, carecía de dientes y cuando se erguía sobre sus dos patas traseras podía ser más alto que un T-Rex.
Era un animal omnívoro, con preferencia por los vegetales.
Científicos han encontrado en los últimos años esqueletos completos de estos ejemplares y restos de piel, carne y pelo. Gracias a esto, han logrado reconstruir su ADN para ser clonado pero el ejemplar más cercano a este animal extinto es el perezoso actual, lo cual haría imposible formar un Megatherium ya que el embrión superaría en tamaño a la madre en muy poco tiempo.
Animales prehistóricos encontrados congelados
Mammuthus (Mamuts)
El nombre Mammuthus proviene del antiguo ruso y significa “cuerno de la tierra”, aunque en castellano se les conoce como Mamuts, y hasta hace apenas 3700 años estos icónicos mamíferos prehistóricos recorrían las tierras de Norteamérica, Europa, Asia y África.
Estos enormes animales prehistóricos se asemejan al elefante que se conoce hoy en día en cuanto a su comportamiento, aunque la mayoría de las especies de mamuts no eran más grandes que el elefante asiático.
Hay diferentes teorías que podrían explicar la causa de su extinción desde los cambios climáticos que afectaron a su hábitat haciendo que los vegetales de los que se alimentaban escasearan, hasta la caza por parte del hombre. Una última hipótesis sugiera que su extinción se debió a una gran enfermedad virulenta que introdujo el hombre en el período del Pleistoceno.
En el año 2007 se encontró el cadáver de una cría de mamut que, gracias a las temperaturas glaciales de Siberia, conservaba intacta una gran parte de su cuerpo y su pelaje, lo cual permitió extraer su ADN en buen estado.
El mejor candidato para fusionar el óvulo que lograría la clonación sería el de un elefante asiático, el pariente vivo más cercano. Sin embargo, para realizar un proceso de clonación completo se necesita encontrar una cadena entera intacta de ADN.
Panthera Leo Spelaea (León de las cavernas)
Con una similitud entre la pantera y el león moderno, este felino prehistórico vivió durante el período Pleistoceno en España, las Islas Británicas y Alaska.
El León de las Cavernas recibió su nombre debido a la cantidad de sus fósiles que se encontraron en cavernas; aunque los expertos se mantienen dudosos de si realmente habitaban en estas. Lo más probable es que preferirían vivir en bosques y praderas donde cazaban a los mayores animales herbívoros, incluyendo caballos, ciervos, renos, bisontes o incluso mamuts.
Este animal prehistórico no sobrevivió a la extinción masiva global del Cuaternario, uniéndose al proceso de extinción debido a los cambios climáticos y la caza excesiva para la época.
En el año 2015 fueron hallados dos fósiles de cachorros de León de las Cavernas congelados desde hace 10 mil años en Siberia. Los investigadores creen que las crías tenían apenas una semana de vida a la hora de sus muertes y que probablemente quedaron atrapadas en una madriguera cuando se ocultaban hasta tener la edad suficiente para salir con sus padres.
Uyan y Dina, nombre que les pusieron a los cachorros, conservaban parte de su piel y músculos en buen estado, lo que permitió que el grupo coreano de expertos en clonación comenzara a estudiar en 2016 las células en el ADN necesarias para traer de vuelta a la Panthera Leo Spelaea mediante la clonación.
Rinoceronte lanudo (Coelodonta antiquitatis)
Este animal herbívoro era de pelo grueso, medía cerca de 3,8 metros de altura y pesaba entre 2 y 3 toneladas. Se encontraba en el centro de España, sur Inglaterra, Mongolia y el sur de Siberia. Fue el último miembro del linaje evolutivo del rinoceronte actual.
Usaba sus cuernos para defenderse, atraer pareja en la etapa de apareamiento y para remover la nieve en búsqueda de alimento. Gracias a esto último, estos antiguos animales no debían migrar a otras regiones buscando alimento en la época de invierno.
Su extinción se originó por la caza descontrolada de parte de los humanos y el cambio climático. Muchos ejemplares de estos animales prehistóricos encontrados congelados aún mantenían partes de sus cuernos, pelos y pezuñas en un excelente estado, lo que ha permito que los investigadores avancen en materia de su renacimiento. Los tejidos encontrados mostraron ser una muestra de ADN casi pura de este rinoceronte antiguo, por lo que no sería tan complicado traerlo de vuelta. El único detalle sería que las candidatas a madres actuales se encuentran en peligro de extinción, por lo que el rinoceronte lanudo no es una prioridad hoy en día.
Oso de cara corta (Arctodus)
Vivió en la edad del hielo y su tamaño era mayor al del oso polar actual. Con un peso de hasta 800 kg y una altura de 1,6 metros, pudo llegar a ser el mayor mamífero terrestre que la humanidad encontró en su camino.
Se diferencian de los osos actuales en su dieta alimenticia, pues tenía dientes afilados, como el de los felinos, que utilizaban para cazar y no comían material vegetal.
Se extinguió hace 10 mil años en América y se encontraron ejemplares congelados que se mantenían en buen estado, haciendo probable que en un futuro los expertos logren obtener el genoma completo necesario para traerlo de regreso a la vida.
Omnívoros, herbívoros, carnívoros, terrestres, voladores, marinos… Como hemos podido comprobar, el listado de animales de la prehistoria es enorme.
Los cambios sufridos por el planeta en los últimos tiempos y, de forma mucho más drástica, desde la aparición del ser humano, han provocado que ya no podamos disfrutar de la gran mayoría de estos animales prehistóricos extintos. Por suerte aún quedan unos pocos vivos. Procuremos que así siga siendo.