Gracias al microchip de liberación controlada, a partir de mediados de 2017 los seres humanos no tendrán que preocuparse por las horas en que deben tomar sus medicamentos. Robert Langer se ha transformado en el Tomas Alva Edison de la biomedicina proponiendo más de mil inventos, entre los cuales se encuentra un sistema por medio del cual los pacientes podrán ingerir sólo una cápsula que contiene todas las dosis o por lo menos gran parte de ellas, para el tratamiento de sus enfermedades.
El sistema consta de dispositivos que pueden consumirse de una vez en una cápsula, cuyo contenido se inocula por pasos programados que permiten una mayor efectividad en el ataque de la enfermedad.
El mecanismo, al que llamó microchip de liberación controlada puede contener varias formas y múltiples dosis que se liberan a través de impulsos eléctricos. Así, por ejemplo, pueden dosificar anticonceptivos en las mujeres o contener las medicaciones necesarias para acabar con un virus.
Un inventor al servicio de la medicina
Este investigador del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT, por las iniciales de Massachusetts Institute of Technology, su nombre en inglés), anunció hace algún tiempo que en este año 2017 también iniciará de forma experimental el uso de un dispositivo que pudiera servir para erradicar la malaria en el mundo con la aplicación programada de medicamentos.
Pero los adelantos presentados por Langer no terminan allí. Ha dispuesto también una combinación de células con un tipo especial de plásticos que no sólo imita la piel, sino que contribuye a regenerar los tejidos en procesos traumáticos, como las quemaduras severas. También se experimenta esta técnica en la regeneración de cartílagos y huesos.
Dentro de lo realizado hasta ahora, Langer ha contribuido en avances significativos en la lucha contra el cáncer de próstata y cerebral, por lo que ha obtenido gran cantidad de reconocimientos en diferentes lugares del mundo.
