Nada como un animal de compañía
Los animales de compañía son, en muchos casos, el alma subyacente del hogar. Si bien la domesticación de algunos a lo largo de nuestra historia ha conseguido trabajar una gran conexión entre mascota-humano, no todos los animales están preparados para la vida en un hogar. Del mismo modo que, sin lugar a dudas, algunos individuos podrán encontrar ciertos inconvenientes de convivir con mascotas. Algunas, más triviales como la presencia de una gran cantidad de pelo en casa. Y, otras, algo más delicadas, como lo es atender a sus necesidades. Como lo puede ser sacarlos a pasear, limpiar de más o incluso llevarlos al veterinario.
Sea como sea, está claro que el dualismo, la balanza, es un dualismo que persiste siempre en todos los elementos. Por ello, cabe hacer un repaso de las ventajas y los inconvenientes de tener mascota. Especialmente, aquellos animales de compañía más codiciados por el público, como lo son los perros y los gatos, pero también los roedores o incluso los peces. Recordando, eso sí, que es preferible no tener animales exóticos e incompatibles con nuestro hábitat para evitar su sufrimiento en vano. Porque un animal de compañía no es un objeto ni una posesión, sino justamente eso: un alma más que nos acompañará en nuestro día a día.
Perros: el mejor amigo requiere mucha atención
El por siempre nombrado mejor amigo del ser humano nunca defrauda. Caracterizados por un espíritu entrañable y juguetón, los perros no sólo dan mucha compañía, sino que pueden conectar con nuestras emociones ayudándonos a superar algunos de los momentos más duros de nuestra vida. Razón por la que los expertos los añaden a menudo en las actividades terapéuticas para niños. En definitiva, un compañero de por vida siempre dispuesto a jugar con nosotros, amar y dejarse amar.
Sin embargo, los perros, especialmente si ladran fuerte, pueden ser una mala opción si vivimos en un piso. Además, dado que no hacen sus necesidades en un espacio del hogar como los gatos, debemos sacarlos a pasear constantemente. Lo que, a veces, puede incompatibilizarse con nuestros horarios y quehaceres. Y, si bien es extraño que un perro sobreviva hoy día en la naturaleza a causa de la domesticación, en ocasiones requieren de cuidados especiales contra enfermedades como la leishmaniosis.
Gatos: entre la independencia y la hosquedad
Como sucede en el caso de los perros, los gatos son un animal cuya sintonía con el ser humano se ha postergado a lo largo de todo nuestro tiempo. Considerados por la comunidad de la red como verdaderos amos del hogar que habitan, los gatos gozan de una gran independencia. Y, si controlamos bien sus hábitos alimenticios, consiguiendo racionar por ellos mismos la comida. De hecho, encontrando productos con ofertas en Black Friday como comederos inteligentes para llevar su nutrición a otro nivel.
En relación a las desventajas, la excesiva independencia de algunos gatos a menudo puede conducirlos a situaciones de peligro en su vagabundeo callejero. En especial, si no vivimos en un piso donde puedan acotar ellos mismos su rango y grado de albedrío. Además, cabe destacar que, también como los perros, pueden generar gran cantidad de pelo cuando lo mudan. Y aunque algunos de ellos sean acérrimos amantes de sus amos, nunca hay que olvidar que un gato siempre administra su cariño.
Peces: hipnóticos, pero distantes
Por una parte, tener peces como mascota no requiere de una intensiva atención salvo por controlar su alimentación, el estado de cada uno de ellos o el mantenimiento de la pecera. Además, el mismo tanque puede servirnos como un apoyo decorativo en el hogar, encontrando todo tipo de diseños, temáticos e incluso con luces de color. Como añadido al conjunto, el movimiento de los peces puede ayudar a relajarnos o a aliviar algunas situaciones de estrés gracias a la apacibilidad del agua.
Como inconvenientes, el hecho de no poder acariciarlos o jugar con ellos no es, exactamente, una de las razones de más peso por las que no tener animales acuáticos como mascota. Tanto criados en la naturaleza como en piscifactorías, el instinto de los peces requiere de un ecosistema real, imposible de habilitar en un tanque por más grande que éste sea. Además, el agobio, así como la movilidad ajustada y el sucedáneo de comida que trata de sustituir su instinto puede repercutir fatalmente en su salud, algo que también sucede con los pájaros enjaulados.
Roedores: ideales para niños, pero mejor con gimnasio
En esencia, los roedores son algo así como la iniciación de muchos al mundo de las mascotas. Tratándose de un animal pequeño, tanto si se trata de un hámster como de un conejo, su tamaño y su conducta les permite correr por casa libremente, aunque haya que tener cuidado de no pisarlos por accidente. Además, y gracias precisamente a estas características, puede ser el animal de compañía ideal para los niños al poder aprender de éstos algunos valores del cuidado de los animales.
Uno de los inconvenientes más comentados es que son muy escurridizos y delicados, por lo que atraparlos para ir al veterinario será una tarea ciertamente ardua. Así como no poder ejercitarse, lejos de su hábitat natural, puede causarles sobrepeso y afectar a su salud. Un problema que puede solucionarse, si no con un cambio de pienso hacia uno más ligero, mediante divertidos circuitos como los que podemos encontrar en la lista de los 7 mejores regalos para mascotas en Black Friday de Animal Zone.
