Un turista chileno fue arrestado el pasado domingo después de empotrar su vehículo contra un Moái –una de las esculturas sagradas de la Isla de Pascua– causando «daños incalculables».
La fiscalía chilena acusó al turista de daños al monumento nacional y le ordenó permanecer en Rapa Nui –nombre oficial de la Isla de Pascua– y fichar en la policía mensualmente. Si es declarado culpable, tendrá que pagar una multa y enfrentarse otras consecuencias criminales.
El conductor, por su parte, afirma que el vehículo tuvo un fallo en los frenos y que no pudo controlarlo.
El archipiélago chileno alberga alrededor de 1.000 Moáis. Los rapa nui –nativos de la isla– creen que los Moáis albergan los espíritus de antepasados importantes.
Según Camilo Rapu, presidente de una de las comunidades rapa nui, es probable que el accidente haya sido deliberado:
“Como la gente sabe, los moai son estructuras sagradas que tienen un valor religioso para la gente de Rapa Nui. Algo como esto no solo es triste, sino que es un delito contra una cultura viva que ha pasado los últimos años luchando por recuperar su patrimonio histórico y arqueológico”.
Como consecuencia de este hecho, el alcalde de la Isla de Pascua, Pedro Edmunds, anunció que reanudará el proyecto para restringir el acceso de vehículos al archipiélago.
Unos 12 mil turistas visitan la isla cada mes. En 2018 el gobierno chileno limitó la duración de la estancia para los turistas en el archipiélago, que ahora es de un máximo de 30 días.
Además de su pasaporte, o tarjeta de identificación, los turistas deben rellenar un formulario de ingreso y presentar los billetes de vuelta al continente así como un comprobante de reserva en alguno de los hoteles autorizados por SernaTur (Servicio Nacional de Turismo) de Chile.