Tras el combate habido en el cabo de San Vicente, y el desastre consiguiente, en Madrid consideraron el error cometido al apartar del mando a José de Mazarredo, y le dieron el mando de los restos de la escuadra.
Una vez más, cumplidor de las ordenes, izó su insignia en el navío Concepción, el 10 de abril, rodeándose de un gran equipo, pues contaba como jefe del Estado Mayor con Escaño y, en otros mandos, con profesionales de gran nivel como Gravina y Churruca.
Un nuevo bloqueo a Cádiz
Los ingleses, a pesar de los pocos medios de Mazarredo, y quizás para darles un golpe definitivo en el caso de que intentaran una salida, había bloqueado Cádiz, el 2 de abril.
Contaba con buenos medios para ello, pues pudo reunir un total de 23 navíos de línea, de los cuales 8 eran de tres puentes, 5 fragatas, y algunas embarcaciones menores.
José de Mazarredo, escaso de medios, artilló las lanchas de los navíos disponibles con cañones de 24 libras, además de 10 faluchos mercantes; que junto a las siete cañoneras disponibles, era una forma de buscar los mejores medios de defensa disponibles.
Tras algunas pequeñas escaramuzas, en las que las cañoneras se batieron con valor, el 2 de julio, dos goletas escoltadas por varios buques, entre ellos el Goliath, se dirigían hacia Cádiz.
Las cañoneras al mando de Escaño y Gravina, les salieron al paso, entablándose un mortífero combate a muy corta distancia.
Fue tal la efectividad de las cañoneras, que los ingleses no tuvieron más remedio que retirarse, aunque pronto se tomaron cumplida venganza, en la que participó Nelson, que, por cierto, se libró de un sablazo. Sablazo que recibió en la cabeza John Syker.
Los ingleses siguieron intentando bombardear la plaza, pero sin obtener resultados, lo cual les hizo ser más cautos, lo que aprovechó José de Mazarredo, para atacar la división británica de exploración.
Ataque a Tenerife
Mientras esto sucedía, Jervis ordenó a Nelson dirigirse con tres navíos y cuatro fragatas a Tenerife, donde desembarcaron mil infantes la noche del 22 de julio.
Esta fuerza de desembarco estaba mandada por el capitán de navío Troubridge y, aunque tuvieron que reembarcar, Nelson ordenó, la noche del 24, un nuevo desembarco.
El teniente general don Juan Antonio Gutiérrez, que estaba al mando de la plaza, tenía muy pocos medios para hacer frente a los ingleses. A pesar de ello, rechazaron un nuevo ataque, en el que Nelson recibió un disparo en el brazo derecho, herida por la que hubo que amputarle.
Troubridge tuvo que refugiarse en el convento de Santo Domingo para pedir una capitulación honrosa, que le fue concedida por Gutiérrez.
Continúa el bloqueo a Cádiz
El bloqueo continuaba, sin mayores resultados, a favor de los nueve navíos de la división inglesa que lo realizaba.
El 6 de febrero de 1798, José de Mazarredo contaba con 24 navíos y 4 fragatas para ahuyentar a la división inglesa, mientras el grueso de las fuerzas inglesas se dirigían a Lisboa para aprovisionar.
El bloqueo estaba prácticamente levantado, pues tanto el Veracruz, como el Menorca y las fragatas Paz y Mercedes, partieron hacia Veracruz.
El bloqueo quedó roto el 13 de mayo de 1799, momento en que José de Mazarredo salió de Cádiz con 17 navíos rumbo a Cartagena y, posteriormente, ya reunido con la francesa, dirigirse a Brest.