En los últimos años hemos visto como el Blockchain y el bitcoin (en conjunto con algunas otras criptomonedas) se han vuelto parte importante de la economía y la innovación tecnológica. A pesar de que estas generan esperanza en muchos, lo cierto es que su volatilidad sería la barrera más importante a la que se enfrenta.
Esto pudimos verlo recientemente, cuando en menos de una semana perdió cerca del 10% de su valor.
No es secreto para nadie que no se trata de un activo estable, con operadores de la industria como Bitcoin Era incluso afirmando que se trata de una excelente opción para la inversión, pero también de uno de los activos más riesgosos de la actualidad. Pero entonces, ¿qué estaría causando los movimientos más recientes?
Nuevas regulaciones en Turquía
Uno de los primeros motivos para explicar la situación es la prohibición total del uso de criptomonedas en Turquía, la economía más grande del mundo en crear un veto generalizado para este tipo de activos. La medida no solo prohíbe a los proveedores de servicios de pago de realizar operaciones, sino que además deja a los «tenedores» en un área gris entre lo legal y lo ilegal.
Aunque desde entonces el bitcoin logró ganar parte del valor que perdió el día que se anunció la medida (cerca del 4,5%), lo cierto es que Turquía sería uno de los países que registra una mayor adopción de criptomonedas como respuesta al derrumbe de su economía en los últimos años.
La medida entrará en vigencia el 30 de abril, día en el que sabremos el verdadero impacto que tendrá en el valor del bitcoin.
Apagón en China muestra vulnerabilidad
Otro de los motivos, que se especula pudo haber causado la caída en el valor del bitcoin, fue el apagón realizado por el gobierno chino con el objetivo de realizar “inspecciones de seguridad”. Según algunas fuentes, este ejercicio gubernamental limitó significativamente el Hash Rate (potencia total de los equipos utilizados para minería), afectando directamente el precio de las monedas.
La caída del Hash Rate habría sido superior al 40%, mermando la capacidad de minería y disminuyendo el valor total de la moneda hasta ubicarse en $51.000, una caída de casi $13.000 por unidad.
Si bien no existen datos que comprueben la veracidad de esta teoría, la situación no solo demuestra la volatilidad de la moneda con una caída superior al 10% en apenas un par de días, sino en su debilidad como activo al ser sumamente susceptible a decisiones gubernamentales de bajo impacto, como, por ejemplo, un apagón controlado.
¿Un indicio a largo plazo?
Sin embargo, para algunos economistas y entusiastas de las criptomonedas, en realidad no se trata de ninguno de los factores previamente mencionados sino de un “parón” impuesto por los mercados internacionales.
En pocas palabras, al superar los $60.000 por unidad, el bitcoin ya habría llegado a su precio máximo.
Aunque esta es una historia que hemos escuchado en el pasado, muchos argumentan que la tendencia alcista y bajista que ha experimentado la moneda en el último año habría terminado, y que ahora estaríamos adentrándonos en una tendencia lateral, es decir, con un valor que oscila dentro de un margen limitado.
Sea cual fuere el motivo, lo cierto es que el bitcoin se mantiene como uno de los activos más atractivos del mundo de la inversión, pero también como uno de los más peligrosos.