Según la Organización de la Naciones Unidas (ONU), 1.000 millones de personas en el mundo, y cerca del 80% de los 65 millones de refugiados que existen en los campamentos, no posee ningún tipo de documentación.
Por otro lado, el Informe Oficial sobre Cibercrimen 2017 de Cybersecurity Ventures, refleja que una de las vulnerabilidades más comunes es el uso de contraseñas tradicionales para proteger las identidades de los usuarios online.
Aunque son diferentes problemas de identificación, ambos podrían tener una misma solución: el blockchain.
La tecnología blockchain se creó para hacer posible la existencia del bitcoin. Se trata de un protocolo de comunicación digital mediante el cual es posible operar con dinero sin intermediarios que certifiquen la propiedad de ese dinero y los movimientos que se realicen con él. Es decir, que permite cualquier tipo de transacción sin que para ello intervengan los bancos.
Toda la información relacionada con un usuario conectado a una red blockchain se comparte con el resto de usuarios, por lo que todos tienen la misma información. En ella se guarda un registro de todos los movimientos realizados con la moneda en cuestión que certifica la pertenencia del dinero y las transacciones. La información de transmite en “cadena de bloques” a todos los nodos de la red blockchain para contrastar los datos y validar la operación.
La revolución empieza cuando los gobiernos y las empresas empiezan a ver que el potencial de esta tecnología sobrepasa las transacciones financieras y que puede aplicarse en el desarrollo de muchos sectores y servicios.
Los mecanismos de identificación y de seguridad digital no ignoran este avance, que resulta ser uno de los más populares últimamente en el sector, habiendo ya varios libros de hacking que tratan el tema.
El blockchain contra los problemas de identificación en el mundo
El Programa Mundial de Alimentos (PMA), adscrito a la ONU, lanzó en el año 2016 el proyecto denominado Building Blocks, cuyo objetivo era analizar las capacidades del blockchain y estudiar la posibilidad de crear una identidad descentralizada para la población que no puede certificar su existencia.
Robert Opp, director de innovación del PMA, declara lo siguiente:
“la tecnología del blockchain podría vincular personas de diferentes agencias y hacer un seguimiento de lo que está sucediendo y quiénes son estas personas».
Sin una identificación oficial se hace cuesta arriba acceder a las instituciones bancarias, al sistema educativo y al sistema de salud. Para estas personas, incluso realizar actividades cotidianas como ir a comprar en el supermercado o pagar con efectivo resulta complejo.
Ajenos a esta realidad, los refugiados del campamento Zaatari de Jordania, pagan con sus ojos. Gracias al dispositivo de escaneo de iris respaldado por blockchain de WFP, la ONU maneja una base de datos biométrica online de los refugiados para escanear sus huellas dactilares, su iris, sus registros de salud y sus fotografías.
Por ejemplo, cuando el dispositivo escanea el ojo de una persona lo relaciona directamente con el banco online de registros de iris perteneciente a la ONU. Posteriormente, se deduce el costo de los productos o alimentos de su ayuda monetaria del PMA.
El PMA presentó este proyecto para ahorrar dinero, pues en la impresión de comprobantes de papel gastan $1.300 millones ayudando a los refugiados con la compra de comestibles. Sin embargo, este dispositivo también logró registrar las transacciones diarias de una persona que, a su vez, sirven como un mecanismo de identificación. Dicha información se almacena en la cadena de bloques del PMA, similar a la tecnología blockchain.
Hasta el momento más de 100.000 refugiados se benefician del escáner de iris en Jordania, mientras que el proyecto Building Blocks estima apoyar a 500.000 personas antes de que acabe el año 2018.
A mediados del mes de abril de este año, Bélgica donó $2 millones al PMA y a su proyecto de blockchain. ID2020, una asociación que trabaja en pro de crear identificaciones digitales para los indocumentados, se asoció a inicios de este año con Accenture y Microsoft para expandir estas iniciativas.
El blockchain contra la inseguridad de los datos digitales
La empresa de ciberseguridad Kaspersky Lab encuestó a los usuarios españoles y reveló que el 10% utiliza la misma contraseña para todas las cuentas; por lo general son contraseñas débiles y vulnerables que dan pie a ataques cibernéticos.
Ante este problema, el blockchain ha sido muy aclamado tras el lanzamiento de la identificación auto-soberana. Una identificación digital que puede ser presentada por un usuario online sin la necesidad de verificar su identidad o de utilizar contraseñas.
Esta tecnología recopila y almacena en pequeños bits datos de los usuarios como el seguro social, el registro médico o las credenciales de las redes sociales, permitiendo usar una clave única que estará en el libro mayor del blockchain.
La identificación auto-soberana busca reemplazar documentos como pasaportes, licencias de conducir o tarjetas de seguro médico con una sola clave. VALID, una fundación suiza, ya trabaja en una plataforma que almacene los datos personales y demográficos de sus usuarios con este método.
La tecnología blockchain también puede utilizarse como sistema de verificación de identidad de los votantes en unas elecciones y como sistema para eliminar las noticias falsas. Las aplicaciones son infinitas y cada día lo adaptan a un nuevo sector o lo implementan como solución a un problema complejo.
Debemos acostumbrarnos a escuchar su nombre porque pretende monopolizar la innovación de las próximas décadas.
- CNBC. (2018, May 11). Here’s how blockchain may replace IDs in the future. Recuperado el 21 de mayo de 2018 de https://www.cnbc.com/2018/05/10/blockchain-refugees-identity-wfp.html
- Forbes. (2018, Jan 7). Blockchain To The Rescue Creating A ‘New Future’ For Digital Identities. Recuperado el 21 de mayo de 2018 de https://www.forbes.com/sites/rogeraitken/2018/01/07/blockchain-to-the-rescue-creating-a-new-future-for-digital-identities/#597021e85492