Según datos del Departamento de Educación, en 2017 estudiaron en Australia más de siete millones de personas provenientes de todos los rincones del planeta. Teniendo en cuenta que la población de Australia no llega a los 25 millones, este dato es muy significativo.
¿Por qué tantas personas deciden estudiar en Australia?
Existen distintos motivos para elegir Australia como destino. Entre los principales, destacan el alto nivel de su sistema educativo, el clima, la calidad de vida o la imagen favorable que Australia tiene en el exterior. Pero el más determinante es, sin duda, la facilidad de acceso para estudiar y trabajar gracias a su visado de estudiante.
El visado de estudiante para Australia permite trabajar 20 horas semanales en periodo lectivo y 40 horas en vacaciones. Esto quiere decir que, cobrando un salario mínimo de $18,93 AUD por hora (sobre 11,70 euros), un estudiante puede conseguir los ingresos suficientes para mantenerse en Australia mientras estudia. Este hecho, además del tipo de vida que ofrece el país, es clave para entender por qué cada vez más estudiantes deciden emigrar a Australia.
En otros países, como en Estados Unidos, los estudiantes no tienen derecho a trabajar fuera del campus o en alguna institución vinculada con él. Por tanto, si el estudiante no consigue una beca o posee altas rentas, tiene muy limitado el acceso a estudiar en USA.
Los estudios que se pueden cursar en Australia no sólo son universitarios, también incluyen cursos de inglés o formación profesional (VET o TAFE) que abarcan especialidades diversas; desde negocios hasta deportes, pasando por masajes o diseño gráfico.
La duración del visado abarca el tiempo del curso incluyendo vacaciones, y va desde los tres meses hasta varios años, pudiendo ser renovado si se quiere continuar con los estudios.
Otra característica particular que tiene este visado es que permite al estudiante viajar acompañado de su pareja. El acompañante puede trabajar también a media jornada (y a jornada completa si el poseedor del visado está cursando estudios universitarios). Esto, que ayuda al mantenimiento de la unidad familiar, no pasa con otro tipo de visados como la Work & Holiday (W&H).
A diferencia de la Work & Holiday Visa, no hay un límite máximo de visados de estudiante ofertados por país. Esto evita que las personas puedan quedarse fuera de la adjudicación por falta de plazas a pesar de cumplir con los requisitos básicos, como nivel de inglés mínimo o tener estudios superiores. Por último, el visado de estudiante se puede conseguir a cualquier edad, cosa que no ocurre con la W&H, que solo pueden solicitarla los menores de 31 años.
Requisitos para conseguir el visado de estudiante
Hay pocas condiciones para estudiar en Australia: basta con matricularse en un curso admitido por el gobierno australiano, pagar las tasas de la visa (355 euros) y contratar un seguro de salud que cubra toda la estancia en el país.
El inconveniente principal surge ante la dificultad de gestionar toda la documentación requerida, la elección de curso y escuela o la decisión de en qué ciudad vivir, sobre todo si no se tiene muy buen nivel de inglés y poca información previa sobre Australia.
Por este motivo, han surgido en los últimos años agencias educativas como Dingoos, constituidas por antiguos estudiantes en Australia, que facilitan todos los trámites (búsqueda y matriculación en curso, apoyo en la elección de ciudad, gestión del visado, recogida en el aeropuerto, acomodación…) y se encargan incluso de la organización de eventos para apoyar la integración de los estudiantes una vez aterrizados en Australia. Una gestión totalmente gratuita para el estudiante.
