Las hipotecas mixtas han ganado popularidad a lo largo de los últimos años y no resulta nada extraño si tenemos en cuenta la estabilidad y flexibilidad que pueden representar para los nuevos propietarios. Como podrás intuir, este tipo de préstamo hipotecario fusiona características tanto de las hipotecas fijas como de las hipotecas variables. El resultado es una alternativa contractual que permite abonar un tipo fijo durante los primeros años del préstamo y luego pasar a una hipoteca a tipo de interés variable el cual se extiende hasta el vencimiento del contrato.
Si estás valorando la posibilidad de decantarte por una hipoteca mixta, lo más probable es que te estés preguntando más sobre el tramo fijo. A continuación, analizamos este concepto y revisamos sus principales puntos fuertes. ¡Toma nota!
La estabilidad del tramo fijo
Sin duda, una de las principales ventajas de las hipotecas mixtas reside en la seguridad que brinda durante el período de interés fijo. Contar con una cuota mensual constante a lo largo de la primera fase del contrato brinda una mayor previsibilidad. Esto resulta especialmente relevante cuando se contrata una hipoteca siendo joven o cuando la estabilidad laboral es más relativa.
¿Qué tipos de tramos fijos existen en las hipotecas mixtas?
En realidad, no podemos establecer una categorización específica en diferentes tipologías. No obstante, ello no significa que no podamos encontrar una oferta diversa en este sentido. En el mercado podemos acceder a diferentes planes y propuestas en función de la entidad bancaria y la naturaleza del producto financiero en cuestión.
Lo más habitual es encontrar fórmulas diversas atendiendo a la duración o extensión del tramo fijo, generalmente, oscilando entre los tres, los cinco, los diez, los quince o incluso hasta los veinte años.
Además, también podemos identificar otro factor diferenciador clave: El tipo porcentaje del interés fijo. Este suele ser, en la mayor parte de los casos, más reducido en comparación al que encontramos en las hipotecas fijas puras lo cual puede traducirse en ciertas ventajas para el comprador, especialmente si, como hemos mencionado, es de un perfil joven y no cuenta con toda la estabilidad laboral que desearía.
¿Qué sucede después del tramo fijo?
En el momento en que el tramo a tipo fijo toca su fin, la hipoteca se convierte en variable. Sin embargo, a pesar de que en estos momentos el mercado se encuentre en una situación coyuntural en la que se encarecen las hipotecas variables, lo cierto es que, por lo general, las hipotecas variables suelen traducirse en una cantidad de intereses más reducida. Podríamos decir que contar con una hipoteca variable ofrece mayores probabilidades de pagar menos a largo plazo.
Pero, ¿cuáles son los intereses de ese tramo en las hipotecas mixtas? Mientras que los intereses asociados al tramo fijo son más reducidos en comparación a los que encontramos en las hipotecas fijas puras, la cosa cambia durante el tramo variable. De hecho, cuando se contrata una hipoteca mixta, por lo general, el comprador debe sumir un tipo de interés variable ligeramente más elevado al que encontramos en las hipotecas variables puras.
