Repsol ha dado un paso significativo en su compromiso con la sostenibilidad y la descarbonización al comenzar la producción a gran escala de combustibles renovables en sus instalaciones de Cartagena.
Esta nueva planta marca un hito importante en la transición hacia una economía más verde, convirtiéndose en la primera de la Península Ibérica dedicada exclusivamente a la fabricación de combustibles 100% ‘verdes’.
La inversión realizada por la compañía en esta planta asciende a 250 millones de euros, lo que demuestra su firme compromiso con la innovación y el desarrollo de tecnologías limpias.
Con una capacidad de producción de 250.000 toneladas anuales, la planta de Cartagena utilizará residuos orgánicos como el aceite de cocina usado para fabricar combustibles renovables que pueden emplearse en una amplia variedad de sectores, incluyendo la aviación, el transporte marítimo, el transporte terrestre y la industria automotriz.
Esta capacidad de producción a gran escala permitirá a Repsol satisfacer la creciente demanda de combustibles sostenibles y contribuir de manera significativa a la reducción de las emisiones de carbono en la región.
El director general de Transformación Industrial y Economía Circular de Repsol, Juan Abascal, destacó la importancia estratégica de esta planta para el futuro de la compañía y su compromiso con la descarbonización.
Según Abascal, este proyecto representa un paso más en la transformación de Repsol hacia un modelo de negocio más sostenible y respetuoso con el medio ambiente. Además, subrayó el papel clave que jugará la planta de Cartagena en la transición energética de la región y su contribución a la lucha contra el cambio climático.
La planta de Cartagena se abastecerá de 300.000 toneladas anuales de residuos orgánicos, priorizando el origen nacional y europeo de los mismos. Este enfoque en la utilización de materias primas locales y regionales resalta el compromiso de Repsol con la economía circular y el desarrollo sostenible.
La compañía está explorando activamente nuevas oportunidades de colaboración con otras empresas e instituciones para optimizar el uso de recursos y reducir al máximo su huella ambiental.
A pesar de las críticas y demandas enfrentadas en las últimas semanas, Repsol continúa avanzando en su estrategia de transición energética y apuesta por los combustibles renovables.
La reciente demanda por ‘greenwashing’ presentada por Iberdrola y las críticas de la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, no han frenado el compromiso de la compañía con la sostenibilidad y la innovación.
Adicionalmente de la planta de Cartagena, Repsol está desarrollando otros proyectos relacionados con los combustibles renovables en toda la región.
La firma recientemente firmó un acuerdo con Bunge para adquirir el 40% de tres instalaciones industriales dedicadas a la producción de aceites y biocombustibles en Bilbao, Barcelona y Cartagena. Estas instalaciones, ubicadas cerca de complejos industriales de Repsol, jugarán un papel crucial en la expansión de la capacidad de producción de combustibles renovables de la compañía.
En línea con su compromiso con la innovación y el desarrollo tecnológico, Repsol está explorando nuevas oportunidades de colaboración con empresas líderes en el sector del transporte y la industria automotriz para impulsar la adopción de combustibles renovables en toda la región.
Por otra parte, la compañía está trabajando en el despliegue de estos combustibles en su red de estaciones de servicio, con el objetivo de tener 600 estaciones operativas para fines de este año y 1.900 para 2027.