Al llegar la primavera salen de la habitación todos aquellos elementos que ayudan a mantenernos abrigados en invierno. Se le dice adiós a los gruesos edredones y sábanas térmicas para dar paso a ropa de cama más fresca y cómoda. Este es el momento ideal para ponerse manos a la obra y renovar el look total del dormitorio.
En este espacio pasamos gran parte del tiempo, por eso es importante tenerlo organizado y hacer de él un lugar acogedor. Los especialistas en salud mental señalan que un dormitorio bien decorado impacta positivamente en nuestro descanso y bienestar.
En este artículo te contaremos las cuatro cosas que puedes hacer –o encontrar online– para darle una nueva vida a tu habitación, logrando una apariencia moderna y que te aporte muchos beneficios para tu día a día.
1. Cambiar las cortinas
La manera más rápida de darle una apariencia refinada y moderna a un espacio es cambiando las cortinas. Lo mejor es eligir telas en tonos neutros que vayan acorde a la decoración.
El equipo de Rufino Díaz –experto en prendas textiles para el hogar– recomienda que las cortinas sean de telas firmes, con una altura que vaya desde el techo hasta el suelo, y con un ancho de al menos el doble de la ventana en sí.
Elegir la cortina adecuada ayudará a protegerse de la luz del sol y aportará más privacidad, y al mismo tiempo le dará un nuevo look al dormitorio.
2. Renovar almohadas y cojines
Si tienes poco presupuesto, invertir en nuevas almohadas o en un par de cojines decorativos marcará toda la diferencia. Es importante recalcar que la cama adecuada garantiza un descanso óptimo, y aquí entran en juego la calidad de las piezas que compres.
Las almohadas no suelen ser caras y pueden influir mucho en la calidad del sueño, así que es importante elegir un material que sea suave, cómodo y adaptado a tus necesidades. Si tu intención es cambiar el estilo de la habitación, una opción es agregar cojines decorativos. Hay gran variedad de telas, estampados y acabados en el mercado, así que es fácil encontrar los que más te representen.
3. Aportar un poco de color
Es posible lograr una sensación específica con tan solo enfocarse en el color del dormitorio. Si lo que quieres es remodelar por completo, puedes comprar desde cero elementos cuyos colores combinen entre sí, pero si no es el caso, basta con que complementes los tonos que ya tienes en tu habitación.
Por ejemplo, si te gusta el mobiliario en general, pero quieres que el espacio parezca más amplio, es una buena idea pintar las paredes de color blanco o retapizar usando tonos claros. Esto generará sensación de amplitud.
Si lo que quieres es agregar personalidad a un dormitorio neutro, puedes incluir detalles de color o estampados, como un juego de sábanas estampadas para la cama o un papel tapiz de tu color favorito.
4. Recurrir al DIY
Entre las tendencias populares se encuentran el “do it yourself”(hazlo tú mismo) o el “greenery” (estilo de decoración en el que el color verde y las plantas son protagonistas). Incluirlas en la renovación de tu dormitorio puede resultar muy fácil, divertido y económico.
Es suficiente con buscar en internet ideas DIY y aparecerán millones de vídeos tutoriales muy bien explicados y fáciles de seguir. De esta manera es posible elegir el proyecto que mejor se adapte a tu estilo y al presupuesto disponible.
Si decides optar por las plantas, puedes empezar con un pequeño cactus en la misita de noche, ya que no requieren de mucho cuidado y son muy decorativas. Hay infinidad de opciones para darle una nueva apariencia al lugar de descanso. Pero lo más importante es que este espacio sea personal, adecuado a tus gustos y muy cómodo.
