Los neumáticos son una de las causas más importantes para que, obligatoriamente, tengamos que detenernos en la carretera un buen rato, y no precisamente a disfrutar del paisaje. Y es que las ruedas son un elemento al que hay que prestar especial consideración por su estrecha vinculación con los accidentes.
La Dirección General de Tráfico (DGT) reporta que durante el año 2018 ocurrieron 102.299 accidentes de tráfico fatales. En ellos estuvieron involucrados 180.281 vehículos y se produjeron 1.806 defunciones, 8.935 heridos con hospitalización y 129.674 heridos leves. Las causas principales fueron la distracción del conductor (32%), el exceso de velocidad (22%) y el consumo de alcohol y/o drogas (21%).
Con índices mucho menos destacados, aparecen los accidentes fatales de tráfico debidos a desperfectos en los vehículos. Pero lo relevante es que, de todos los fallos que fueron el origen de este grupo de eventos, los neumáticos ocupan el primer lugar. Y más importante aún, que del total de los accidentes fatales causados por los neumáticos, los coches representaron el 61%.
Otras fuentes relacionadas con asistencia vial afirman que los neumáticos inciden en un alto porcentaje de los accidentes de tráfico en general y que, al menos, la cuarta parte de los coches van con los neumáticos deteriorados, por lo que corren el inminente riesgo de sufrir un pinchazo o un reventón, lo cual tiende a incrementarse en verano.
Por qué ocurren los pinchazos y reventones de neumáticos
Las causas son varias, pero la previsión puede evitar muchos inconvenientes. Específicamente, haciendo el mantenimiento cada cierta cantidad de kilómetros, sustituyendo los neumáticos cuando se venzan y revisándolos frecuentemente, muy especialmente si vamos a conducir por autopista.
Cuando un neumático se ha desgastado tiende a alisarse, perdiendo parte de su capa protectora; de igual manera, una presión baja lo ablanda y debilita ante los baches y objetos que puedan existir en la vía. Ambas circunstancias incrementan la posibilidad de un pinchazo.
Los reventones o roturas también ocurren debido a una presión deficiente o al deterioro del neumático, porque el rozamiento con el pavimento ocasiona una mayor fricción y hace que la llanta se recaliente y estalle, lo cual sucede especialmente cuando hace mucho calor.
Aspectos clave sobre el desgaste y la presión de los neumáticos
El desgaste de un neumático se mide por la profundidad de su dibujo o escultura, que nunca debe ser inferior al límite legal de 1,6 milímetros. La presión adecuada depende de las características del automóvil y se traduce como la cantidad de aire necesario para soportar su peso, considerando además el elemento velocidad.
La presión requerida se encuentra especificada en el manual del coche y también en una etiqueta que suele estar en la puerta del conductor. Si se acude a un taller especializado no es necesario preocuparse por los detalles, ya que saben perfectamente lo que debe hacer, pero si en algún momento nos toca a nosotros, hay que tener muy en cuenta que la presión detallada por el fabricante es la máxima y no se debe exceder.
Algunos expertos indican que lo más recomendable es mantenerse al 85% del máximo indicado, ya que una presión muy alta ocasiona una peor adherencia al suelo, lo cual es menos seguro.
Por otro lado, una presión baja, además de acarrear mayor riesgo de pinchazos y reventones, desgasta el neumático, dificulta las maniobras y disminuye la distancia de frenado, lo cual es muy peligroso, sobre todo si el suelo está mojado.
Es hora de sustituir al neumático
A la hora de comprar un neumático nuevo hay que considerar que cada modelo soporta una presión específica y por eso existen tipos que se adaptan a los diferentes coches.
Además, tienen fecha de vencimiento, lo que está indicado en algunos de sus bordes. Este es un detalle crucial, puesto que podemos adquirir, sin darnos cuenta, un neumático usado que al que le quede una corta vida.
Además de los diversos modelos que se adaptan a cada coche en particular, existen muchísimas variedades de neumáticos: para verano, invierno o cualquier temporada; diagonales, radiales o con cinturón sesgado; con tubo o sin tubo interior, y para diferentes velocidades.
En recambioscoches.es, una tienda online que abarca todo tipo de repuestos, accesorios, implementos y herramientas para el coche, se puede apreciar toda la gama de neumáticos disponibles que vale la pena curiosear antes de tomar una decisión.
Revisión periódica de los neumáticos
Aparte de revisar la presión de los neumáticos por lo menos una vez al mes y estar pendientes de cuándo la profundidad de su dibujo se aproxima a 1.6 milímetros (lo que avisa sobre su reemplazo), una forma de alargar la vida de las llantas es realizar la rotación, alineación y balanceo entre cada 5.000 y 10.000 km.
La rotación es necesaria porque los neumáticos delanteros tienden a sufrir un mayor desgaste y, de esta forma, se mantiene un equilibrio entre todos. Por ese motivo, cuando se reemplazan, generalmente los nuevos se colocan en la parte trasera y los de atrás, si todavía están bien, se pasan delante.
La alineación es también muy importante, ya que con los baches los neumáticos se van desgastando por algunos puntos perdiendo su direccionalidad perfecta y con el balanceo se logra que el peso del neumático recupere su simetría respecto el eje sobre el que gira.
Cuidar los neumáticos, aparte de ahorrar una cantidad significativa de dinero porque se extiende su vida, evita los dolores de cabeza que implica un pinchazo o un reventón en el camino, además de se previenen accidentes que pueden llegar a ser fatales.