Ítaca es el nombre de una legendaria isla griega. El hogar de Homero, y también el título de un poema que ha sido interpretado de muchas maneras. Su autor, Constantino Cavafis, plantea desde el inicio que se debe pedir que el camino sea largo, lleno de aventuras y de nuevas experiencias.
Ítaca representa el lugar al que cada persona quiere llegar. La meta. Cavafis plantea que se procure llegar a ella cuando ya se esté viejo. Este poema simbólico ha sido analizado desde diversos puntos de vista. Luis Nantón, autor del blog luisnanton.com, realiza un análisis desde la perspectiva de algunos aventurero y coloca un ejemplo particular desde una de sus publicaciones que puede ser leída aquí.
Sin embargo, se trata de un viaje con el que todos pueden sentirse relacionados y hace reflexionar sobre si lo que realmente importa es la meta, o el camino para llegar a ella.
La importancia de marcarse objetivos
Expertos en coaching y en crecimiento personal suelen recalcar la importancia que tiene marcarse objetivos de manera constante. Esto permite observar con mayor claridad cuáles acciones pueden ser tomadas para alcanzar esos objetivos planteados.
Los objetivos son capaces de mantener a la persona enfocada y motivada. Sin embargo, también tiene una contraparte: en ocasiones puede generar obsesión y un desgaste de energía al intentar alcanzarlos de la manera más rápida y sin tomar nada más en consideración.
El problema de esta reacción es que también se debe saber disfrutar del camino hacia el alcance del objetivo. El camino es tan importante -e incluso mucho más importante- que la meta. En principio, porque está cargado de aprendizajes que deben ser interiorizados. Como lo dice Cavafis en su poema, “Ítaca te brindó tan hermoso viaje. Sin ella no habrías emprendido el camino. Pero no tiene ya nada que darte”.
Entender el propósito del camino
Con cada paso, cada acción y cada decisión que se toma para alcanzar el objetivo, suelen surgir también contratiempos u obstáculos a solucionar. Algunos de ellos quizás no habían sido previstos. Enfrentarlos ofrece enseñanzas y revelaciones a la persona que lo ayudarán al alcance de otras metas o al desarrollo de otros proyectos.
También impulsa el crecimiento propio, tanto personal como profesional. Ofrece experiencia a la persona, y con ello, una ventaja frente a otros que no se han enfrentado al mismo camino, o no le han prestado tanta atención.
Otras perspectivas
Osho, filósofo, también se acerca un poco al tema al afirmar que, para él, la meta y el camino son la misma cosa. Afirma que sin importar dónde se encuentre, esa es su meta. Y ese momento debe ser celebrado como tal.
Todas estas perspectivas tienen un trasfondo en común: contar con metas y objetivos de forma constante es de gran importancia para la superación personal. Pero también lo es mantenerse atentos a todo lo que el camino puede ofrecer y nutrirse de ello. En palabras de Cavafis, “ten siempre a Ítaca en tu mente. Llegar allí es tu destino. Más no apresures nunca el viaje”.
