Después de «Déjame salir», Jordan Peele vuelve a matarnos de miedo con «US»

Todos quedamos shockeados cuando, en 2017, nos sorprendimos con la ópera prima “Get Out” (Déjame salir), de un actor experimentado del circuito de series y películas norteamericanas llamado Jordan Peele, que incursionaba en la producción fílmica y, sobre todo, en la dirección.

A través de un relato atrapante y una propuesta cinematográfica distinta, no solo en lo inherente a la narración, en la manera de construir personajes y en el aporte a otras historias de terror psicológico como The Shining y más recientemente Hereditary, “Get Out” nos empezaba a dar cierta pista de dónde iba a poner la mira este director a futuro.

Así como el genial Spike Lee iba a utilizar el cine (y especialmente el humor) como medio de protesta (por la inclusión de actores afroamericanos en roles protagonistas, la reivindicación de sus derechos en una sociedad injusta), Peele, nacido en febrero de 1979 en Nueva York, apunta directamente a marcar las desigualdades sociales desde su punto de vista y, sobre todo, desde el punto de vista de un norteamericano.

El espejo nos devuelve nuestra realidad y en ciertas ocasiones…, algo más.

«Us»: terror desde el primer momento

El título del film no solo hace alusión a la familia protagonista. Es una película justamente hecha por un actor afroamericano, pero lo importante, cuando vean la película y la analicen, es en que se basa en el pensamiento y el punto de vista de un talentoso norteamericano y su mirada acerca de la sociedad, la realidad de su país, con sus defectos y sus virtudes. Y esa es la esencia de la película.

Cuantas veces hemos visto películas que, siendo o no grandes maravillas del cine, nos han resultado distintas, entretenidas, quizás demasiado intensas, y nos sentamos a verlas una y otra vez, descubriendo detalles, apreciando matices que inicialmente no habíamos percibido.

No vamos a contar la película y mucho menos hacer spoilers. “Us” podríamos describirla como una cebolla con múltiples capas, que puede que nos guste o no el producto en sí, pero que disfrutamos, y mucho, al atravesarlas.

Jean-Paul Sartre, célebre filósofo existencialista, decía “El infierno son los otros”. Pero, ¿quiénes son Los Otros?

¿Nuestros mayores miedos están originados dentro o fuera de nuestra mente? ¿Nos condena nuestro pasado o nos enseña? ¿Cuál es nuestro mayor miedo?

El terror es aún más terrorífico cuando, de a poco, el director nos lo va mostrando y así vamos sabiendo a ciencia cierta que está ahí, latente y aún así tardamos mucho en verlo (el «Tiburón» del maestro Steven Spielberg), lo cual al final nos produce gran alivio, al verlo en toda su dimensión en el desenlace.

En “Us”, el director va por el camino inverso: nos muestra el terror muy pronto, pero muy lejos de perder efectividad o aburrirnos, nos atrapa y nos envuelve, al verlo y, sobre todo, al escucharlo, se nos hiela la sangre y, por un buen rato, nos sumergimos en las aguas de Peele.

Muchos van a notar que la película tiene algunos minutos de más, otros que quizás abarcó demasiados temas y dejó otros tantos interrogantes. Están aquellos que puede que encuentren más de una inconsistencia en el guión y habrá quienes opinen que “Get Out” es mejor película.

Pero todos van a coincidir en una cosa: que cuando Peele se pone el traje de “creador de ambientes de suspense” está como pez en el agua.

Sobre todo, en el excelente manejo de los planos y contraplanos y de los significados de los mismos. Es un gran director de actores y sabe muy bien qué sacar de cada uno.

Algunos datos técnicos

En “Get Out”, ya lo había hecho con Daniel Kaluuya y Allison Williams. Aquí lo demuestra con Lupita Nyong’o, que es una excelente actriz que ya nos había mostrado su talento en la premiada “12 años de esclavitud”, “Sin Escalas”, “Black Panther”, entre otras, y cabe reconocer la experiencia actoral de Elisabeth Moss, el alma de la multipremiada serie «Handmaid´s Tale» (El cuento de la criada), que sobresalen de entre un reparto casi sin fisuras.

La fotografía de Mike Gioulakis (“Split”, “Glass”) complementa la dirección de arte, que juega con colores, formas, símbolos que van creando distintas atmósferas a lo largo del film.

El sonido es directamente un personaje más. La música, al igual que en “Get Out”, es aportada por Michael Abels y crea ambientes realmente intensos.

El relato entretiene, atrapa y hace pensar. Hay momentos brillantes y abundan los “homenajes” a otras películas del género. Por momentos tiene puntos de contacto con el cine de Wes Craven y algunos recuerdos de la saga de «Scream».

Jordan Peele es muy joven y tiene solo dos películas en su haber. El tiempo dirá si a futuro se subirá al ring con monstruos cinematográficos como Hitchcock o Spielberg, pero aún sin saberlo no podemos dejar de reconocer su talento.