El último paso en el proceso de publicación de un libro, y probablemente el más emocionante, es la impresión de la primera tirada. Ver la obra en físico y sostenerla con las manos es una experiencia que no tiene precio para el escritor: la impresión le da vida a las historias y a las ideas que surgieron durante el proceso de redacción.
Es importante conseguir una buena compañía de impresión de libros que tenga en cuenta la importancia de una impresión nítida y detallada. El diseño, el tipo de papel y el tipo de impresión debe adaptarse no solo al gusto del autor, sino también a los gustos de la audiencia. Esto es algo que debe ser parte del asesoramiento por parte de la compañía de impresión.
Normalmente se utiliza el método de la impresión offset, que es el tradicional y más eficiente. Sin embargo, en algunos casos puede ser útil la impresión digital. Todo depende del tipo de libro a imprimir y del presupuesto con el que cuente la editorial que está produciendo la obra.
Impresión offset: el mejor método de impresión
Las tecnologías de impresión han evolucionado enormemente, al punto de que muchos imprimen sus libros mediante impresión digital. Sin embargo, todavía se considera que lo mejor es hacerlos en offset. Este sistema de imprenta tiene sus orígenes en la litografía del siglo XIX, la cual poco a poco se fue adaptando a las necesidades del mundo contemporáneo hasta llegar a lo que se maneja en la actualidad.
En la imprenta offset se utilizan una serie de placas metálicas que se humedecen dependiendo de su función: las placas con imágenes y textos se humedecen con tinta, y las que no tienen nada se humedecen con agua. La tinta se transfiere a un cilindro offset con forma de caucho, para después plancharlo en el papel con ayuda de un tercer cilindro.
La técnica de imprenta offset se destaca por la precisión en el color y en los detalles de las letras, siendo la opción más eficiente en la mayoría de los casos. Es adecuada tanto para esos libros con muchas imágenes y diseños fuera de lo común, así como para las obras que solamente incluyen textos, pues se podrá apreciar, incluso, el más mínimo detalle de cada palabra.
Imprimir libros en offset es recomendado para producir tiradas grandes de un libro, por ejemplo, de entre 500 y 700 copias. Después de la copia inicial, el precio de seguir imprimiendo disminuye de forma significativa, lo cual ayuda a reducir el coste y a sacar más beneficio por cada copia, todo sin dejar a un lado la calidad de impresión.
¿Qué es la impresión digital y cómo funciona?
Además del método offset está la imprenta digital, un proceso más moderno que surgió con el nacimiento de las computadoras. Esta técnica es más adecuada para proyectos de baja rentabilidad, pues es un método más económico, pero no ofrece la misma calidad que el offset.
La imprenta digital de libros utiliza métodos similares a las impresoras típicas que se utilizan en el hogar o en la oficina. Se transfiere el archivo digital, con sus imágenes y textos, directamente al papel, empleando tinta mediante inyección o algún tipo de láser, dependiendo del tipo de impresora utilizada.
La ventaja de la impresión digital es que es más flexible, pues no es necesario fabricar placas metálicas para realizar la impresión. Esto significa que se pueden realizar cambios rápidamente en las tiradas sin necesidad de ralentizar el proceso de producción.
Sin embargo, la precisión del color en la impresión digital no es tan buena como en el offset, siendo muy común que, por ejemplo, la primera copia de la tirada tenga un color algo distinto al de la última copia. Por tal razón, es recomendable para tiradas pequeñas, por ejemplo 200 copias. En los demás casos, lo mejor es la impresión offset.
La impresión de calidad significa el éxito del libro
Un libro de calidad es aquel que es legible, nítido y con materiales duraderos. Para conseguir esto es necesario realizar una inversión adecuada a la hora de imprimir, escogiendo una imprenta de calidad y unos materiales de buena calidad, además de seleccionar el tipo de imprenta más adecuado para el libro en cuestión.
A fin de cuentas, un libro con palabras poco claras y con materiales baratos no solo será difícil de leer, sino que también se percibirá como un mal libro. No solo se ve afectada la experiencia del lector, sino también la reputación del autor y de la editorial. Las ideas expresadas en la obra pueden ser innovadoras y emocionalmente trascendentes, pero perderán credibilidad si el medio en el que son expresadas no está a la altura de lo que se espera.
La impresión de calidad no solo mejora la experiencia al leer las palabras, sino que también potencian la sensación física. Los libros de papel no pasan de moda debido a ese estímulo de sentir la suavidad de las hojas y el peso de la obra: esto no se podrá vivir con una imprenta de baja calidad, pues las páginas se sentirán rugosas. Es necesario tener la comodidad del lector siempre al frente.
Un detalle que también es importante es la durabilidad del libro. Cuando se imprime una obra, la idea es que pueda durar a lo largo del tiempo para que las próximas generaciones puedan disfrutarla. Un libro mal impreso se deteriorará a los pocos años, lo cual evitará que se pueda tener acceso a él en un futuro. Una impresión de calidad evitará este problema.
En conclusión, la calidad de impresión es un factor clave no solo en el éxito del libro durante las ventas, sino también en el legado que este dejará en las personas. Es necesario que la obra esté impresa de forma profesional para que tenga mayor credibilidad, y ofrezca una experiencia de lectura superior.
