El duelo por la pérdida de un ser querido es una realidad por la que se ha de pasar en algún momento de la vida. Es habitual que cueste hablar de lo ocurrido, que en muchas ocasiones deje secuelas como acontecimiento traumático que es y que acompañarán a la persona durante largo tiempo, algunas nunca llegarán a superarlas completamente. Cuando llega el momento de la despedida, cada vez son más los familiares que optan por la incineración, pero después no saben muy bien qué hacer con las cenizas
Las fases del duelo han sido identificadas por la psicología, aunque como cabe suponer, el luto es distinto para cada persona y, según los expertos, no siempre se logra superar. El punto de partida para logran lidiar con esa pérdida es la propia aceptación de la muerte y el dolor como algo natural.
Las diferentes culturas tienen diferentes formas de rendir homenajes a la persona que se ha ido. En la despedida, es habitual llevar a cabo algún tipo de ritual, independientemente de ser o no religioso. En los últimos tiempos, la corriente avanza hacia la cremación o incineración del cuerpo en lugar del tradicional entierro. En este sentido, una de las preguntas más frecuentes que aparecen cuando todo acaba es qué hacer con las cenizas de un difunto.
Opciones para las cenizas de los seres queridos
Además del dolor que supone darle el último adiós a un familiar o amigo, hay que lidiar con la responsabilidad de qué hacer con sus restos cuando se ha optado por la incineración. Tras la cremación del cuerpo, la funeraria hace entrega de los restos del fallecido y es cuando aparece la pregunta de qué hacer con las cenizas.
Las opciones son muchas y muy variadas, y en la medida de los posible se deben respetar las últimas voluntades del difunto. Además, se debe tratar de conciliar los deseos de las personas que lo amaban con su forma de ser y las creencias de éste.
Joyas para cenizas
A algunos familiares les costará desprenderse por completo de las cenizas de esa persona que significó tanto en sus vidas. Para ellas se ha creado una selección de joyas para cenizas que permite llevarlas siempre con ellos, con diseños cuidados y elegantes, ya se trate de colgantes o anillos.
Independientemente de lo que se decida hacer con el resto, los familiares que así lo deseen podrán quedarse con una parte para siempre ubicada en una joya. Estas joyas suelen venir con un pequeño embudo para depositar los restos en su interior en una urna hermética que se cierra posteriormente con una rosca. Se obtiene de esta forma un complemento elegante y atractivo con un recuerdo constante de la persona querida.
Depositarlas en un nicho o columbario
Se trata de la opción más tradicional y más practicada por la comunidad católica que, aunque acepta la incineración, no acepta que se esparzan los restos fuera del camposanto. Esta opción permite contar con un lugar físico al que acudir para visitar o dejar flores en fechas señaladas.
Plantar un árbol junto a las cenizas
Junto a la opción de las joyas, es esta una opción que gana adeptos cada día. Es una de las más elegidas por aquellos que optan por llevar las cenizas a un lugar especial para el difunto y la familia, pues permite ir a visitarlas cuando se desee. Se trata de un proceso que puede resultar terapéutico al contemplar el ciclo de la vida y ver cómo crece un árbol alimentado de sus restos. Puede producirse incluso una identificación entre el árbol y la persona fallecida, ese árbol crecerá y se podrá abrazar, una acción que se agradece y reconforta a quien la realiza.
En cuanto al lugar elegido, puede ser un espacio con un encanto especial para la familia derivado de un recuerdo o un terreno en propiedad que sirva para tenerlo y poder visitarlo de forma más cercana y privada. En relación al árbol elegido, permite escoger uno con el que el difunto se sintiera identificado o que fuera de su agrado.
Esparcir las cenizas en el mar
Es otra de las opciones más recurrentes y son muchos los difuntos que expresan el deseo de que sus cenizas se tiren al mar, a un lago, al río o a un pantano. En este sentido, hay que ser conscientes de que en muchos lugares no es legal verter las cenizas para no enfrentarse a una dura sanción por infringir las leyes medioambientales.
Para evitar este tipo de sanciones y contaminar el entorno, se han diseñado un tipo de urnas biodegradables y respetuosas con el medio ambiente. Se pueden lanzar directamente al mar, donde se diluye junto a las cenizas. De este modo, por un lado, no hay necesidad de sacar o esparcir a mano las cenizas y, por otro lado, se evita tener que tomar una decisión acerca de qué hacer con la urna.
Pintar un cuadro
Es esta última opción la más original e innovadora de todas. Las cenizas se pueden mezclar con óleo y pasar a formar parte de una obra de arte. El valor sentimental que le aporta a ese cuadro es incalculable.
La técnica es relativamente sencilla, tan solo hay que mezclar las cenizas con los pigmentos para la elaboración del cuadro. Es importante conocer de antemano el trabajo del artista para asegurar que el resultado va a ser satisfactorio, a no ser que haya un artista en la familia que se encargue personalmente del trabajo, siendo de esta forma, aún más emotivo el destino final para las cenizas.