Las películas de bajo presupuesto o de serie B tienen, para bien o para mal, un espacio dentro de la cultura popular. Un grueso de los cinéfilos reconoce el esfuerzo que hacen los productores para completar un largometraje con estas características.
Por otro lado, también hay quien envía al destierro estas producciones por considerarlas surrealistas, con efectos especiales que dejan mucho que desear.
Hablando sobre este tipo de cine, el guionista Álex Mendíbil confesó al diario El País que le gusta el cine de serie B por su capacidad de resolver con imaginación ciertas situaciones imprevistas en medio del rodaje.
Adversidades en el cine de serie B
Mendíbil afirma que los directores y productores de este tipo de películas siempre consiguen superar todas las adversidades. A su juicio, este modelo ha sido mal interpretado, considerándolo como un “lastre”, pues la mayoría piensa que a “estas películas no hay que prestarles mucha atención”.
El hecho de llamarlo serie B ya evidencia la connotación negativa. Y el público, sin ni siquiera haber visto la película, ya la categoriza como de segunda.
El guionista y realizador alega que existe un público bien informado sobre el cine de terror y el de serie B español. “Hay foros y grupos que se dedican a conversar sobre estas películas, la idea es darle una nueva visión”, comenta.
De terror
Conocedor del buen cine, Mendíbil sale en defensa de las películas de bajo presupuesto, e incluso revela que fue con este tipo de producciones que se enamoró del séptimo arte.
“Siempre me gustó el cine de terror”, confiesa. Una de sus favoritas, La Matanza de Texas, ha llegado a ser, según sus conocimientos, una “película mítica”.
Afirma sin vacilar que su educación en el mundo del cine estuvo orientada desde el principio hacia el videoclub, las producciones de bajo presupuesto y las películas que no eran bien recibidas por la crítica.
