Los divorcios son muy comunes en la sociedad actual, tanto que, de acuerdo con las estadísticas, más de la mitad de las parejas que se casan, al tiempo terminan separándose. Claro, quien se une en matrimonio no lo hace pensando de una vez que se va a divorciar, pero puede pasar.
Toda ruptura del matrimonio trae consigo una serie de asuntos que se deben resolver, entre los que siempre prevalecen los legales, más allá inclusive, de lo sentimental y romántico. Ante esta realidad, lo mejor siempre será recurrir a unos buenos abogados especialistas en divorcios, para que ayuden a poner todo en orden.
Más allá del aspecto emocional, hay cosas que son urgentes solucionar cuando se afronta un divorcio, como establecer la distribución de los bienes adquiridos en pareja, la manutención y custodia compartida de los hijos menores, si los hubiera, y los demás asuntos económicos y legales que deban atenderse.
Ciertamente, al romperse el lazo matrimonial, quedan muchos sinsabores que tal vez no dejen razonar como debe ser, y puede costar determinar algunas situaciones necesarias para formalizar la separación legal. Sin embargo, es necesario hacerlo, y solo con la ayuda de un abogado especializado en esa área, se podrá lograr más efectivamente.
¿A quién recurrir?
Hay muchas buenas firmas de abogados que pueden ayudar a encontrar las mejores soluciones a un divorcio. Pero, para garantizar los mejores resultados, se debe buscar un escritorio que tenga amplia experiencia en el tema y cuente con profesionales expertos en Derecho de familia, con especialización en divorcios.
La experiencia y las excelentes habilidades del letrado son esenciales para solucionar correctamente cualquier caso de ruptura legal del matrimonio, por cuanto, a veces, pueden llegar a ser complicados y requieren toda la pericia del abogado para llegar a los mejores resultados.
El jurista siempre va a procurar que ambas partes concilien un divorcio consensuado, en el que los dos cónyuges se pongan de acuerdo y resuelvan sus diferencias de manera amistosa y, sin tantas complicaciones, establezcan las condiciones para formalizar el divorcio. Ese es el escenario ideal y por el que todos los abogados luchan.
No obstante, puede suceder que una o ambas partes, no quieran resolver el conflicto de manera tranquila y consensuada, y entonces se genere todo un problema que solo se puede dirimir ante las instancias legales correspondientes.
Cuando el divorcio se lleva a los tribunales, los demandantes deben pasar por un largo proceso judicial, en el que cada cónyuge debe estar representado por su respectivo abogado, quien luchará por hacer valer los derechos de su defendido y porque se haga justicia a favor de ambas partes, sin menoscabo de ninguna.
Además, si hay niños de por medio la prioridad son ellos, y todos los acuerdos y medidas que dicte el juez, de acuerdo con los preceptos legales vigentes, que tendrá preferencia hacia la defensa de sus derechos y su seguridad.
Paz y tranquilidad ante todo
Aunque es muy difícil determinar cómo se reaccionará ante una situación de divorcio, lo más recomendable es que si llega a pasar, se debe tomar todo con calma. Es la única manera, quizás no para recuperar a la pareja, que tal vez ya sea imposible, pero sí para estar en paz y calma con uno mismo.A la par de la resolución de los asuntos legales que queden pendientes con la separación, se debe buscar esa tranquilidad necesaria para poder afrontar el divorcio de forma sana. Lo mejor es aceptar las cosas y entender la realidad, sea cual sea, y si es necesario, se debe buscar apoyo psicológico profesional para avanzar mejor en el proceso, lo importante es estar bien.
