Hoy en día, quizás sea muy difícil encontrar a una persona que no sepa qué es la “basura”. Desde pequeño se aprende y se asocia que “lo sobrante” o lo que “ya no es de utilidad”, es basura. De la misma manera sucede con la naturaleza, en general se entiende que se trata de todo aquello que es natural y que incluye a la flora y la fauna. Al contrario, lo que parece ser no muy fácilmente captado por la gente es la manera en que esa basura termina en los espacios naturales, afectando a la flora y la fauna encontradas en ellos. Ante esta relación de los aspectos “basura” y “naturaleza”, surge lo que en marzo de 2018 se definió como basuraleza.
Basuraleza, un término muy poco conocido
Quizás para algunos la palabra “basuraleza” sea un nuevo concepto para definir la problemática ambiental sobre “el abandono de residuos en ambientes naturales”, pero en realidad se trata de un derivado al español de la palabra inglesa “littering” y que textualmente significa “tirar basura”. Durante décadas, organizaciones ecologistas y gubernamentales han empleado este primer término inglés para explicar la problemática con cifras de los residuos que son tirados y acumulados, así como sus costes económicos con el objetivo de que un reconocimiento claro de esta problemática llevara a cabo las soluciones necesarias.
Sin embargo, no fue hasta que las organizaciones ecologistas españolas “SEO/BirdLife” en conjunto con “Ecoembes” decidieron, a través del Proyecto LIBERA, acoger la palabra española basuraleza, por el hecho de considerar que una mayor conciencia en la población se lograría solo a través de entender de una manera práctica el vínculo que existe entre la basura y la naturaleza, es decir, viendo la causa del problema unido con su consecuencia en una sola palabra: basuraleza.
Basuraleza: un problema del hogar al planeta
De acuerdo con los estudios recopilados desde el Proyecto LIBERA, se puede deducir que el coste de producir materiales baratos en gran cantidad no parece ser rentable porque implica, en el medo y largo plazo, también un coste ambiental: desde la década de 1970 ya se hubo estimado que el coste de limpiar lugares públicos como las playas, equivaldría, en Estados Unidos, unos 500 millones de dólares a pagar en impuestos anuales.
¿Qué implica además estos costes ambientales? El abandono desmedido y sin control de los residuos en entornos naturales va más allá de un aspecto estético que implica un impacto directo a la vida silvestre encontrada no solo en las playas, sino en todo lugar natural considerado como “predilecto por las personas” que buscan habitarlo, ya sea temporal o permanentemente, sin tener en cuenta sus responsabilidades ambientales. En uno de los informes emitidos por el Proyecto LIBERA se hace una recopilación de los impactos producidos por la basuraleza siendo el medio marino el más estudiado.
Mar y tierra impactadas
Para 2015 se registraron 690 especies marinocosteras afectadas, de las cuales un 17 % están incluidas en la Lista Roja de especies amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
En zona marina, el 40 % de residuos tiene que ver con las redes de pesca que son perdidas o abandonadas, mientras que, en zona costera, la mayoría de residuos son plásticos de diferentes tamaños, como bolsas y envoltorios, aunque otros componentes encontrados en menor cantidad, como las colillas de cigarrillo, generan una contaminación importante. Se ha calculado que la mayor parte de los residuos, en vez de ir a un contenedor terminan formando parte de la basuraleza.
En tierra firme, lejos de la costa, los estudios dirigidos a medir los impactos de la basuraleza se ven más comprometidos por la falta de datos, sin embargo, un factor importante que sí se ha podido determinar es que la mayor parte de la basuraleza que se encuentra en el mar, estuvo antes en las zonas terrestres.
Como ya se ha dicho antes, en tierra es el plástico el mayor componente de la basuraleza y, como evidencia, se analizó que el vertido de desechos plásticos en el mar por parte de unos 192 países, lo que resultó en una media anual de 8 millones de toneladas, que es igual a verter el peso de 44.400 ballenas azules.
Sumado a lo anterior, otro dato bastante alarmante se resume en el hecho de que la basuraleza podría estarse mezclando más profundamente con los componentes naturales. Y es que, en Hawái, se han encontrado rocas compuestas por lava volcánica, sedimentos, masa orgánica y plástico, lo que equivaldría a asumir que la basuraleza está ya impactando en la geología de la tierra.
Es así como los impactos de la basuraleza en tierra firme, además del caso anterior, han pasado también por afectar la alimentación de fauna que consume el plástico confundiéndolo con alimento o por estar éste mezclado con su alimento natural.
A pesar de esto, para otras especies la presencia de elementos externos en su hábitat involucra que éstas no se puedan adaptar a convivir con estos elementos, sino que las ahuyentan y tienen que desplazarse hacia otras zonas no contaminadas, por lo que el impacto de la basuraleza para estas especies supone la pérdida directa de su hábitat.
Naturaleza y No Basuraleza
El Proyecto LIBERA, propulsado por las organizaciones SEO/BirdLife y Ecoembes, llama a detener la basuraleza bajo las premisas del conocimiento, la prevención y la participación y, para ello, siendo pioneros en impulsar el término, actualmente en LIBERA se desarrollan las siguientes campañas en las que se puede involucrar a toda la ciudadanía:
1. Campaña #RecojamosBasuraleza:
A pesar del gran alcance que la palabra basuraleza ha tenido a nivel nacional e internacional, aún el término no se encuentra dentro del diccionario de la Real de la Academia Española (RAE).
Por eso la campaña consiste en que cada ciudadano tuitee todas las veces posibles conceptos asociados a la palabra basuraleza, entrando en el siguiente enlace: https://proyectolibera.guud.es/
3. Campaña #Libera1m2:
“1m2 contra la basuraleza” es un encuentro social anual que consiste en la creación de puntos de recogida o la unión de puntos ya existentes. Esta campaña abarca la limpieza y la clasificación de los residuos encontrados en diferentes espacios naturales y que se divide en tres eventos a lo largo del año de la siguiente manera:
- Ríos, lagos y embalses: del 12 al 20 de marzo.
- Playas y mares: del 17 al 25 de septiembre.
- Campo, bosques y monte: del 3 al 11 de diciembre.
Para conocer los requisitos para la participación en cualquiera de los tres eventos, se debe entrar en: https://proyectolibera.org/proximos-eventos/
3. App ‘Basuraleza’
Una aplicación desarrollada por las asociaciones “Paisaje Limpio” y “Vertidos Cero” en colaboración con LIBERA disponible para dispositivos Android y iPhone.
Permite registrar la información sobre los residuos recolectados en las limpiezas y que es fundamental para la base de datos del proyecto LIBERA. Para más información acerca del uso de esta app, entrar en https://proyectolibera.org/caracterizacion-residuos/basuraleza
Aunque la basuraleza no corresponde a una temática nueva, la idea liderada por las organizaciones SEO/BirdLife y Ecoembes ha demostrado que no hay mejor forma para combatir un problema en común que no sea a través del trabajo en equipo, su lema:
“Por una naturaleza sin basuraleza”.
María González, licenciada en Ciencias Ambientales por la Universidad Nacional Experimental Francisco de Miranda (UNEFM) de Venezuela.
