La Universidad de Salamanca participa en el proyecto europeo Sharedh2-Sudoe, una iniciativa que busca sacar el máximo partido al hidrógeno verde renovable en zonas rurales. El objetivo es promover este vector energético como alternativa para la descarbonización y el desarrollo económico sostenible del medio rural.
En el marco del proyecto, financiado por fondos FEDER, se analizará la integración de soluciones de generación y almacenamiento de hidrógeno verde a pequeña escala en comunidades energéticas locales.
Además, se pondrán en marcha tres proyectos piloto: una comunidad energética en Bembibre (León) para autoconsumo fotovoltaico, otra en Bidart (Francia) para alimentar bicicletas de hidrógeno y un laboratorio para producción y uso de este vector en Portugal.
El consorcio de Sharedh2-Sudoe está liderado por el Instituto Tecnológico de Castilla y León e incluye socios de España, Francia y Portugal. Por parte de España participa el grupo de investigación Tidop de la Universidad de Salamanca, referente en tecnologías geoespaciales.
El hidrógeno verde, producido mediante energías renovables, emerge como vector clave para descarbonizar industrias como la del acero o el transporte pesado.
El hidrógeno verde también permite almacenar energía a largo plazo, resolviendo el problema de intermitencia de renovables como la solar o eólica.
Sin embargo, la mayor parte de proyectos de hidrógeno se han centrado hasta ahora en grandes instalaciones, dejando de lado su potencial transformador en el ámbito local. Ahí es donde pretende incidir Sharedh2-Sudoe, explorando las sinergias con comunidades energéticas en zonas rurales. Según el ideólogo del proyecto, el catedrático de la Universidad de Salamanca José Emilio Navas:
“Las energías renovables abren una oportunidad única para vertebrar el medio rural a través de comunidades energéticas, creando un tejido productivo descentralizado”.
Y añade: “El hidrógeno verde actuaría como vector energético y materia prima para nuevas cadenas de valor basadas en la economía circular, el denominado hidrógeno de proximidad. Se generan así actividades económicas y empleo de calidad en la España vaciada”.
Con este planteamiento, Sharedh2-Sudoe cuenta con un presupuesto total de 1,2 millones de euros. Los socios analizarán en una primera etapa las particularidades de cada región y el potencial para aplicaciones concretas de hidrógeno. Sobre esta base se implementarán después los tres proyectos piloto de demostración.
La iniciativa tiene una duración total de cuatro años. Una vez finalizados los pilotos, se elaborarán guías para extender las soluciones al conjunto de municipios rurales en el sudoeste europeo.
Uno de los objetivos es garantizar un impacto tangible más allá de las regiones directamente implicadas.
Además de los tres pilotos mencionados, entre las actividades preparatorias destaca la creación de una plataforma digital que optimizará la gestión de la demanda, el almacenamiento y el consumo. También se pondrán en marcha programas formativos para técnicos municipales, empresas y ciudadanía sobre tecnología hidrógeno.
La participación del Grupo Tidop de la Universidad de Salamanca resulta clave dada su vasta experiencia en proyectos relacionados con energía y medioambiente en zonas rurales. Entre otros campos, el equipo aportará conocimientos sobre cartografía, sistemas de información geográfica y teledetección.
“Poner en valor los recursos endógenos de una región requiere un profundo conocimiento de sus características, que es lo que nosotros podemos proporcionar mediante potentes herramientas de análisis territorial”, dice la investigadora Susana Lagüela, integrante de Tidop
En definitiva, con Sharedh2-Sudoe la Universidad de Salamanca aspira a situarse un paso por delante en la exploración de las oportunidades de la tecnología del hidrógeno renovable, estrechamente vinculada con su entorno rural más cercano.