En las empresas debe primar, por un lado, un buen ambiente laboral y que las instalaciones cuenten con todas las medidas que exige la legislación aplicable, en cada caso, en materia de Prevención de Riesgos Laborales (PRL).
Por ese motivo, cualquier fábrica, almacén, factoría, taller o espacio de manufactura debe poseer una asesoría profesional que sepa detectar las debilidades de la seguridad e implementar aquellos elementos que los solventen.
Así pues, acudir a una solvente consultora de ingeniería industrial será la mejor decisión, porque los ingenieros sabrán adaptar la cartera de los servicios a las necesidades concretas del cliente.
Sin duda, cada tipo de fábrica o industria precisa de unas herramientas concretas, ahí es donde trabaja el equipo de una consultora, en estudiar las instalaciones para asegurarse de que se ajustan a la normativa y, también, para sacar el máximo rendimiento a los operativos de seguridad que se implementen.
No obstante, es una inversión que ayuda, por un lado, a proteger el edificio contra accidentes fortuitos, como puede ser un incendio y, por otro, también supone un mejor ambiente de trabajo para la plantilla. Por supuesto, hay que mirarlo como una manera de optimizar recursos, ya que si una instalación, por ejemplo, de electricidad, no es la adecuada, el mal que puede provocar un accidente es infinitamente mayor que el coste de la solución.
Razones, todas, para que las factorías se planteen tener al día sus sistemas de PRL.
La importancia de un proyecto contra incendios
Sin duda, existen industrias como la petroquímica, la de productos de limpieza, también las que trabajan con hornos, la metalurgia o la minería que emplea, en muchas ocasiones, la dinamita, las grandes madereras, las factorías que trabajan los plásticos, etc., en las que el fuego o el calor son determinantes. Si bien en cualquiera de ellas se precisa tener un adecuado sistema contra incendios, en estas, esa necesidad, es esencial. De ahí que se decantan por la elaboración de proyectos contra incendios y para ello, cuentan con el mejor equipo de expertos e ingenieros para redactar dicho documento y, posteriormente, llevarlo a cabo.
Pero, ¿en qué consiste este tipo de proyecto? Pues, en esencia, un proyecto de instalaciones contra incendios es aquel en el que se insertan una serie de medidas de las que precisa un espacio, en este caso: nave industrial, factoría, o establecimiento; en los que se deben instalar elementos que dificulten el inicio de incendios, así como herramientas que ayuden a sofocarlos con avidez, minimizando, al máximo, los daños que se puedan generar y garantizando, sobre todo, la integridad física de los trabajadores; así como de los bienes muebles e inmuebles de la compañía.
Cuando se procede a esta tarea el equipo redactor tiene en cuenta dos cuestiones fundamentales, por un lado, las medidas pasivas y, por otro, las activas. ¿Qué son cada una de ellas?
Medidas activas
En este sentido, todo lo que engloba a las medidas activas hacen referencia a la instalación propia de mecanismos que ayudan a sofocar y apagar incendios tales como los detectores de humo, las alarmas de aviso, los extintores y, por supuesto, los rociadores de agua de techo que empapan las estancias para paliar los efectos ante un fuego. Obviamente son esenciales porque es el material y las herramientas que los expertos en PRL utilizarán para exterminar el fuego.
Medidas pasivas
No obstante, todos los elementos anteriores tienen que ser suplementados con infraestructuras que asistan y sirvan de ayuda que son las llamadas medidas pasivas. Concretamente se refiere, por ejemplo, a elementos estructurales tales como salidas y escaleras de emergencia. También entran dentro de esta categoría aquellos materiales ignífugos que se hayan empleado en la construcción del edificio.
En cualquier caso, el equipo de redacción de un buen proyecto contraincendio determinará el uso de cada uno de ellos y optimizará, al máximo, su funcionalidad.
