Con la llegada de la pandemia cada vez más personas han tomado la decisión de emprender un negocio. Los mercados han sufrido cambios importantes abriendo así nuevas puertas para quienes deseen comenzar a vender.
Si bien la era digital ha facilitado los procesos de compra y venta para las empresas, existen algunos elementos mercantiles y fiscales obligatorios para quienes desean vender en Europa. Y es que cualquier empresa que desee establecerse de cumplir impuestos y datos fiscales que regulan los mercados.
En este artículo compartiremos información clave que se debe tener en cuenta a la hora de crear una empresa para la venta de productos en Europa.
Número VAT
El VAT es un número identificador único que hace acreedoras a las empresas que lo posean para operar dentro del territorio europeo. VAT proviene de las siglas Value Added Tax, que literalmente se traduce como Impuesto de Valor Agregado, sin embargo, no debe confundirse con el IVA.
De hecho, el VAT surgió como una herramienta para reducir el IVA al realizar una excepción del mismo. Toda empresa que cuente con número VAT será identificada y así podrá hacer operaciones en las que no se facture el IVA a otras empresas europeas.
Desde que el VAT se convirtió en un requisito necesario para operar dentro de la Unión Europea, también entro en vigor el uso del Sistema Único de Pagos Europeo. El uso de este último está limitado únicamente a aquellas empresas que cuenten con su número de identificación VAT.
IVA
El IVA es uno de los impuestos más comunes en todo tipo de transacciones. Las siglas representan Impuesto al Valor Agregado o Impuesto sobre el Valor Añadido que se aplica al consumo de productos o servicios.
A diferencia de otros impuestos que aplican porcentajes complejos, el IVA puede calcularse fácilmente al multiplicar el precio total del producto o servicio por 1.21. Este monto se suma para así obtener el costo final con IVA incluido.
Si bien es un cálculo fácil, cualquier empresa que facture grandes cantidades debe contar con un software de facturación que le permita calcular e incluir cualquier tipo de impuesto de manera exacta y automática. Esto, es especialmente clave si se toma en cuenta que existen diferentes tipos de IVA según los productos.
Tipos de IVA
El IVA se agrupa en tres tipos diferentes:
- IVA superreducido (4%): Este tipo de impuesto se aplica a productos de primera necesidad como lo son los cereales, las frutas, el queso, la leche y el pan. Por otro lado, medicamentos y productos como sillas de ruedas o prótesis también forman parte de esta categoría. Finalmente, los periódicos no publicitarios, las revistas y los libros también están incluidos.
- IVA reducido (10%): El resto de alimentos que no pertenecen a la cesta básica pertenecen a este grupo. De igual modo, los espectáculos deportivos, el transporte y plantas hortícolas.
- IVA general (21%): Dentro de esta categoría están todos los productos y servicios que no pertenecen a ninguno de los dos primeros grupos.
Si bien el IVA se trata de un impuesto obligatorio, contar con el número VAT permite a las empresas hacer excepciones en su facturación. Por esta razón, solicitar el número VAT debería ser una de las primeras acciones a concretar por cualquier emprendedor que vaya a comenzar una empresa dentro de la UA.
