La pasión es algo inherente a la pareja en el momento inicial, justo en la etapa que los psicólogos señalan como el proceso de enamoramiento y que se puede extender hasta 1 o 2 años en algunos casos. Sin embargo, pasado este tiempo, el deseo se va perdiendo. Más allá de culpar a la rutina, esto tiene mucho que ver con el proceso químico que sufre nuestro cerebro al abandonar ese enamoramiento y pasar a una relación de amor más estable.
No obstante, la pasión en la relación sigue siendo un eje fundamental para la pareja, pues es precisamente lo que la hace diferente de otro tipo de relaciones afectivas y lo que potencia la intimidad. ¿Tu pareja también está perdiendo el deseo con el paso del tiempo? Entonces, toma nota. A continuación exploraremos cómo la psicología del deseo puede ayudar a fortalecer y revitalizar la pasión en las relaciones.
Comprender el deseo en las relaciones
El deseo se explica desde la psicología como un equilibrio entre la búsqueda y la recompensa. Se trata de un mecanismo de nuestro propio cerebro en el que se busca un vacío y se despierta una inquietud para llenarlo: cuando se hace realidad el deseo, genera satisfacción.
Para que una suerte de atracción entre dos personas se convierta en una relación de pareja a largo plazo es necesario que existan al menos dos tipos de deseo. Por un lado, está el deseo sexual, esa atracción física o ganas de pasar a la intimidad con el otro. Pero también está el deseo emocional, clave para que se pase de uno o varios encuentros satisfactorios a un vínculo que perdure en el tiempo.
El deseo emocional puede variar y reforzarse con el paso del tiempo, pues ganamos complicidad con la pareja, estrechamos lazos afectivos y la convertimos en un apoyo fundamental. Sin embargo, el deseo sexual puede verse afectado negativamente por diferentes factores, especialmente por la falta de novedad: nuestro cerebro ya no siente ese vacío que necesita recompensa.
Factores que influyen en el deseo
Con todo, el deseo no funciona de una forma tan sencilla ni mucho menos matemática. Hay diferentes factores tanto internos como externos que pueden afectar en una relación y hacer que la pasión no pase por su mejor momento.
Los externos pueden estar marcados por los episodios personales o las fases de un individuo a nivel particular que no tienen relación directa con la pareja. Por ejemplo, cuando los niveles de estrés de una persona son muy elevados, resulta más complicado avivar la pasión. Es porque cuesta más relajarse y dejarse llevar cuando se tiene un sistema de alerta encendido constantemente, también se dan problemas de concentración e incluso se potencia la irritabilidad.
Estas causas externas pueden ser pasajeras, según el momento personal de cada miembro de la pareja. No obstante, los factores internos pueden ser más complicados de resolver. Son los que tienen que ver con una falta de comunicación entre los miembros de la pareja, un exceso de rutina o una ausencia de la intimidad que hace que se pierda ese deseo mutuo.
Estrategias para mantener la pasión viva
Hay algunas estrategias que pueden ayudar a mantener la pasión viva en una relación, y es que a veces es cuestión de trabajarlo. Las relaciones son, al fin y al cabo, una cuestión de trabajo conjunto a largo plazo.
Uno de los mejores ingredientes para recuperar el deseo es la sorpresa, algo que se pierde con el paso del tiempo. Se puede hacer de muchas maneras, buscando nuevos escenarios y haciendo actividades nuevas para la pareja, saliendo de la zona de confort o viajando.
También puede ser interesante hablar con la pareja de una forma abierta sobre las fantasías y los deseos, de forma que se recupere la intimidad y se haga más emocionante. Probar juguetería erótica y experimentar nuevas sensaciones puede ser clave en este proceso, pues nos lleva a un espacio nuevo y emocionante que descubrir con la pareja. En este aspecto pueden asesorarte gratuitamente en VivelaVita, una web experta en la vida íntima de las parejas donde también encontrarás productos para recuperar la chispa.
La importancia de la comunicación
Los expertos indican que la comunicación es clave para las relaciones de pareja y esto no afecta únicamente a la resolución de conflictos o la empatía, también tiene que ver con la pasión. Encontrar un espacio en el que hablar de necesidades o fantasías puede abrir un mundo nuevo de posibilidades y mejorar la intimidad.
Hablar de una forma abierta y sincera sobre el deseo sexual va a fortalecer la conexión tanto emocional como física. En este sentido, puedes proponer a tu pareja cumplir alguna pequeña fantasía con su ayuda, algo que resultará emocionante para ambos y que puede recuperar esa sensación de novedad.
Casos de éxito y testimonios
La psicología del deseo ha funcionado en casos como el de Ana y Jacobo, que decidieron probar juguetes sexuales tras varios años de relación para experimentar algo nuevo en pareja. Esto hizo que se conocieran mucho mejor en pareja, pero también a sí mismos.
Otras parejas han empleado técnicas similares con éxito, como Teresa y Jon, en cuyo caso decidieron hacer escapadas románticas a pequeños hoteles o casas rurales para cambiar el entorno y experimentar citas diferentes, en nuevos lugares. Sus relaciones íntimas fueron más satisfactorias al cambiar el entorno y mostrarse en un contexto diferente.
Conclusión
Mantener la pasión viva en una relación es un proceso que requiere esfuerzo y atención continua. Aplicando los conceptos de la psicología del deseo, como el sistema de recompensa y la búsqueda de nuevas experiencias, puede mejorar en gran medida la pasión en la pareja. Si se atraviesan problemas significativos en este sentido, buscar asesoramiento profesional será clave para superarlos.
