Sol, calor, ropa de verano y de playa. Estos son los ingredientes perfectos para preparar un verano lleno de aventuras, alegría y libre de estrés. Cuando hablamos de verano, inevitablemente nos viene a la cabeza la temporada de las vacaciones y la necesidad de desconectar del trabajo. Generalmente, los sitios de playa se convierten en todo un reclamo para las personas que ansían unos días de relax. Formentera, las islas italianas o Canarias son algunos de los destinos más destacados. Al preparar la maleta, solemos incluir en ella los bañadores, toallas, pareos, gorras y demás complementos, pero sin duda, no deben faltar estos productos de farmacia online para que nuestra piel no sufra. En este artículo desvelamos cuál es el mejor fotoprotector para nuestra piel y así, conseguir disfrutar del verano sin peligro.
Usar fotoprotector solar diariamente es crucial para una vida saludable
Broncearse es uno de los objetivos que persiguen cada vez más las personas. A medida que se acerca el verano, es normal observar en las playas a personas descansando al sol mientras escuchan su música favorita, juegan en la orilla o simplemente, se dan un baño. Sin duda, una piel bronceada es sinónimo de potenciar nuestro atractivo y que las prendas de colores más claros nos sienten mucho mejor.
Sin embargo, debemos tener en cuenta que el sol está cada vez más peligroso y por ello, debemos cuidarnos de él. A día de hoy, contamos con una gran variedad de fotoprotectores solares en el mercado, pero debemos tener en cuenta cuál es más adecuado para cada tipo de piel.
Como bien sabemos, utilizar fotoprotector solar a diario es fundamental para llevar una vida saludable, puesto que reduce los riesgos de padecer cáncer de piel, además de retrasar los signos de envejecimiento prematura y la aparición de manchas y arrugas.
Para empezar, debemos saber de qué protege un fotoprotector. En este caso, nos encontramos ante productos que se encargan de filtrar o reflejar las radiaciones ultravioletas A y B, imposibilitando que la piel sufra daños. Todos ellos cuentan con una graduación denominada SPF (factor de protección solar), que se encarga de medir su índice de protección. Antes de adquirir uno de ellos, debemos conocer que actualmente es recomendable usar factores de protección mayores a 15 en el cuerpo y mayores a 30 en el caso del rostro.
Este número de factor, nos informa de la cantidad de tiempo que una persona puede estar expuesta al sol sin ponerse colorada como signo de daño solar. Es decir, si una persona padece de eritema al estar 15 minutos al sol sin protector solar, tardará alrededor de 30 veces más si tiene un protector solar SPF 30 (más o menos cinco horas). Además de todo ello, es importante recordar que la piel debemos protegerla del sol durante todo el año, pero en verano incluir una protección más prolongada.
¿Cómo escoger el fotoprotector idóneo?
Debemos tener en cuenta que nos tiene que proteger de los rayos ultra violeta, al menos frente a la radiación UVB, causante de las quemaduras solares y UVA, que es la responsable del envejecimiento prematuro de nuestra piel. Dichos tipos de radiación son los que afectan al sistema inmunológico y contribuyen al riesgo de cáncer cutáneo.
Asimismo, deberemos escoger un protector solar adaptado a cada zona del cuerpo (crema, leche o spray), teniendo en cuenta el fototipo, nuestra edad y las circunstancias de la exposición solar.
¿Qué consejos seguir para proteger nuestra piel en verano?
Lo primero que debemos tener en cuenta para que nuestra piel no se resienta durante la temporada estival, es evitar las exposiciones solares entre las horas centrales, de 12:00 a 16:00 horas. Durante este tiempo, las radiaciones solares son más agresivas para nuestra piel y hay que tener cuidado de no dormirse durante la exposición solar.
Además de ello, no debemos exceder nuestra exposición solar. En caso de ser excesiva, podemos poner en riesgo importante nuestra salud. Ningún protector solar se encargará de ofrecernos protección absoluta frente a los riesgos derivados de la radiación solar, por lo que no debemos estar excesivo tiempo al sol sin un factor de protección solar.
Por otro lado, debemos proteger nuestra piel con ropa adecuada. En este caso, cubrir nuestra cabeza con sombreros o gorras y cuidar nuestros ojos con gafas de sol. No hay que olvidar que la hidratación es muy importante, por lo que deberemos ser constantes a la hora de beber agua, mínimo 2 litros diarios. En cuanto a los menores, no deberemos exponerlos al sol cuando tengan menos de 3 años y protegeremos su piel con ropa, sombreros, gafas y protectores solares de alta protección solar, especiales para ellos y resistentes al agua.
Ahora que conocemos todos los detalles sobre cuál es el fotoprotector que debemos utilizar, es el momento de hacerle hueco en la maleta para poder vivir un verano tranquilo, tanto a nivel mental como de salud y seguridad en nuestra piel.