Las Islas Baleares lo tienen casi todo: escenarios naturales, cientos de kilómetros de costa y un ambiente de paz y tranquilidad para disfrutar del mar. Mallorca destaca por todo lo que ofrece a los visitantes. Más allá del sol y del ambiente festivo, también cuenta con cultura, naturaleza y muchas actividades para realizar en el mar.
4 maneras de descubrir lo mejor de Mallorca
1. Relajarse con todas las comodidades
Ya se viaje con la familia, en pareja, en grupo o de forma individual, siempre se agradece tener un espacio para relajarse y descansar. Mallorca, con sus escenarios paradisíacos, ofrece un remanso de paz para todo aquel que lo necesite.
Y para garantizar una estancia tranquila sin renunciar a las comodidades e incluso al mejor de los lujos, lo más recomendable en este caso es optar por el alquiler vacacional, que ofrece todas las comodidades y total libertad.
Empresas especializadas, como la conocida TripKay, disponen de casas y villas para alquilar por precios muy razonables y disfrutar de la isla en todo su esplendor.
Hospedarse durante unos días en una bonita casa con piscina y vistas al mar es ya de por sí un buen motivo para viajar a Mallorca. Pero si se quiere descubrir la isla de forma tranquila y sin estrés, lo mejor es visitar sus playas y calas de aguas cristalinas y arena blanca.
La Playa de Palma es un buen punto de partida. Uno de sus principales atractivos es que se encuentra muy cerca del casco histórico de Palma de Mallorca, por lo que se puede disfrutar del mar y luego dar un paseo para conocer la mejor parte de la ciudad.
2. Descubrir parajes naturales exclusivos
La razón más habitual por la que se suele visitar Mallorca es para disfrutar de su mar. Uno de los rincones más recomendados es la playa Coll Baix, a pesar de no ser de fácil acceso. De hecho, solo se puede llegar hasta esta playa caminando o en bote, por lo que disfrutar de este paraíso natural requiere de un poco de esfuerzo. Sin embargo, no hay duda de que la experiencia vale la pena.
Este paraje natural, situado a unos 8 km de Alcudia, destaca por el color turquesa de sus aguas y porque la playa está rodeada de unos impresionantes acantilados.
3. Descargar adrenalina dentro y fuera del mar
La Playa Sa Canova es el lugar ideal para aquellos que desean un poco más de aventura. Es un espacio virgen y no tan popular, por lo que se puede disfrutar con mucha calma. Sin embargo, el viento es bastante fuerte en esta zona, lo que hace que se convierta en un lugar perfecto para quienes practican windsurf.
Y quienes buscan una opción más allá de los deportes extremos pueden visitar la cala Varques. Su arena también es blanca y el mar es de un azul cristalino, pero lo más curioso es que tiene una interesante cueva. Además, la playa está rodeada de calas más pequeñas, por lo que resulta una buena alternativa pasar el día con un plan diferente.
4. Empaparse de la imponente historia isleña
Palma de Mallorca, la capital de la isla, es de obligada visita. Su historia y su arquitectura bien merecen unos días de dedicación.
Dando una vuelta por el casco antiguo de la ciudad, y cerca del puerto, se levanta la majestuosa Catedral de Mallorca, que destaca por sus dimensiones, por su estilo gótico y por contar con uno de los mayores rosetones del mundo.
Otra parada de interés histórico y cultural es el Palacio de la Almudaina. Forma parte del patrimonio nacional y es una de las residencias de la familia real española.
A 3 km de la ciudad se encuentra el Castillo de Bellver, otra interesante construcción gótica construida a principios del siglo XIV por orden del rey Jaume II.
La isla de Mallorca es uno de esos pocos lugares del mundo en los que se aúnan todas las opciones de ocio: playa, historia, deporte, aventura, arquitectura y cultura. Además, su cálido clima y agradable ambiente la convierten en uno de los destinos más populares a lo largo de todo el año.