En un estudio publicado en la revista ‘Environmental Research Letters’, investigadores de prestigiosas instituciones académicas han revelado los beneficios para la salud infantil que conllevaría la implementación de políticas climáticas enfocadas en reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2) procedentes del sector del transporte terrestre.
El análisis, centrado en 12 estados del noreste y medio Atlántico de Estados Unidos y el Distrito de Columbia, modeló los potenciales efectos positivos derivados de la adopción de diversas iniciativas enmarcadas en la Iniciativa de Transporte y Clima (TCI, por sus siglas en inglés).
Más de 58.000 casos de afecciones graves evitados anualmente en la población infantil.
Según los hallazgos del estudio, la aplicación de los escenarios más ambiciosos de la TCI, caracterizados por límites estrictos de emisiones de CO2 y una mayor inversión en el transporte público, podría evitar anualmente más de 58.000 casos de afecciones graves en la salud infantil.
Entre estas destacan la mortalidad infantil, los partos prematuros, el bajo peso al nacer, los trastornos del espectro autista, los nuevos casos de asma, el empeoramiento de los síntomas asmáticos y otras enfermedades respiratorias. Además, se estima que estas medidas generarían un ahorro económico aproximado de 82 millones de dólares anuales.
Los beneficios para la salud se distribuirían de manera equilibrada entre todos los grupos raciales y étnicos.
El estudio reveló que los beneficios para la salud se distribuirían de manera equilibrada entre todos los grupos raciales y étnicos. Esta equidad en los resultados resalta la importancia de incorporar consideraciones de justicia ambiental en las políticas climáticas.
La metodología empleada involucró la modelización de los cambios proyectados en los niveles ambientales de partículas finas (PM2.5) y dióxido de nitrógeno entre 2022 y 2032, asociados a las emisiones del transporte por carretera bajo nueve escenarios hipotéticos de inversión y límites de emisiones de CO2 propuestos por la TCI.
Posteriormente, se estimaron los potenciales beneficios colaterales para la salud en resultados adversos del parto, vías respiratorias pediátricas y desarrollo neurológico, utilizando la plataforma BenMAPR de evaluación del impacto en la salud.
«Las evaluaciones de los beneficios para la salud a menudo pasan por alto los resultados de salud de los niños. Sin embargo, sabemos que la exposición temprana a los contaminantes del aire tiene múltiples efectos perjudiciales para la salud y el bienestar de los niños; y estos se pueden prevenir»,
Enfatizó Frederica Perera, coautora del estudio y profesora de ciencias de la salud ambiental en la Universidad de Columbia.
Si bien la Iniciativa de Transporte y Clima no se implementó finalmente, los investigadores resaltan su utilidad como modelo para futuras políticas de mitigación climática que incorporen consideraciones de salud pública y justicia ambiental.
«Los límites de carbono ambiciosos y las políticas que se centran en grupos vulnerables, incluidos los niños, pueden mejorar los resultados de salud y ayudar a mitigar los impactos del cambio climático»,
Concluyó Alique G. Berberian, autor principal del estudio y estudiante de doctorado en la Universidad de California, Los Ángeles.