En un reciente estudio publicado en la revista Science, investigadores de las universidades de California Santa Bárbara, Columbia Británica y Colorado Boulder han descubierto que la agricultura orgánica tiene un impacto significativo en la cantidad de pesticidas utilizados en los campos adyacentes, tanto orgánicos como convencionales.
La agricultura orgánica reduce el uso de pesticidas en campos orgánicos cercanos, pero aumenta su uso en campos convencionales adyacentes.
La investigación, liderada por Ashley Larsen, ecóloga de la Escuela Bren de Ciencias y Gestión Ambiental de UCSB, encontró que la densidad y el espaciamiento de los campos orgánicos y convencionales son factores clave en este fenómeno.
Según los hallazgos, las tierras de cultivo orgánico generalmente conducen a una disminución en el uso de pesticidas en los campos orgánicos cercanos, mientras que, por el contrario, la agricultura orgánica conduce a un aumento pequeño, pero significativo, en el uso de pesticidas en los campos convencionales adyacentes.
Los enemigos naturales de las plagas se ven beneficiados en campos orgánicos y afectan los campos convencionales cercanos.
Los autores del estudio sugieren que estas respuestas contrastantes pueden reflejar una diferente dependencia de los métodos naturales de control de plagas, aunque admiten que los mecanismos subyacentes son difíciles de probar con los datos actuales. Claire Powers, coautora y ex estudiante de posgrado en Bren, explicó que:
«los campos orgánicos aprovechan los beneficios de los enemigos naturales que reducen la cantidad de plagas en sus campos, como pájaros e insectos que comen plagas problemáticas más pequeñas».
Estos depredadores y plagas luego se aventuran en los campos vecinos en busca de refugio y alimento.
La investigación destaca que los agricultores orgánicos podrían beneficiarse de una mayor abundancia o persistencia de los enemigos naturales de sus plagas, que pueden verse perjudicados por los pesticidas químicos en los campos convencionales. Por lo tanto, los autores sugieren que la agrupación de campos orgánicos podría proporcionar los mayores beneficios para todos los agricultores, al tiempo que reconocen que una afluencia de insectos provenientes de campos orgánicos podría impulsar el uso de pesticidas químicos en campos convencionales, ya que estos campos tienen poblaciones más pequeñas y menos efectivas de esas especies beneficiosas.
