Se terminó el año 2020 en un confinamiento que sitúa a la mayoría en un ambiente cerrado. La casa. El Covid-19 se expande más rápido en un clima frío y húmedo que inevitablemente hace toser a la gente o estornudar.
La gente sigue llevando cubrebocas cuando sale a la calle por necesidad, con la posibilidad de convertirse en portadores del virus para sus familiares. Existe el riesgo de pasar junto a otra persona que pasó junto a otra que tosió y el coronavirus quedó en alguna parte de su ropa.
Por supuesto hay quienes siguen reuniéndose inexplicablemente en grupos. Todavía la muerte nos les ha situado en un hospital o en su propia casa cuidando enfermos. Tal vez tenga que haber más muertos para que el miedo haga desistir a esa gente de reunirse en grupos, aunque lleven cubrebocas.
Sí, los cubrebocas disminuyen el riesgo, pero no eliminan el contagio, porque si fuera así todos haríamos en estos momentos una vida “normal”, iríamos a las escuelas, a los restaurantes, a fiestas, a todos lados sin restricciones.
Y este fin de año puede ser difícil si no aprendemos a situarnos en la relación con personas que tratamos: vecinos, familiares, compañeros de trabajo, porque parece que se puede gestar una repulsión.
Todo depende de donde nos encontremos en la división que sufre la sociedad a causa del coronavirus: sea que estemos entre los que no nos ha tocado el Covid-19 o los que ya padecieron la enfermedad o muerte de algún pariente.
Parece ser que la división social ha debilitado aún más las relaciones humanas. Si siguen las muertes es muy probable que nos empecemos a ver como enemigos públicos. Tal vez se podría a llegar a las agresiones verbales y físicas en este mes de festejos, y más en la navidad y año nuevo. Por la sencilla razón de que tenemos miedo a morir, sin importar en que parte de la división social nos encontremos.
En fin, será un diciembre extraño para todo el mundo. La muerte causada por el virus nos puede llevar a experimentar la sensación de incertidumbre y soledad en una sociedad dividida por no saber situarnos en la relación con los demás a través de la empatía que tanto se necesita en estos momentos difíciles para la humanidad.