viernes, 29 marzo 2024 |

Actualizado a las

2:25

h CEST

10.8 C
Madrid

La bicicleta, el transporte del futuro

Puntuación media: 5 | Votos: 1

La pandemia del nuevo coronavirus Sars Cov-2 nos ha cambiado a todos, y no es para menos. Llevamos casi dos meses confinados, en los que hemos tenido que cambiar nuestra forma de trabajar, de relacionarnos y de convivir. La pregunta es: ¿qué cambios se producirán cuando regresemos a la calle? ¿Qué pautas deberemos adoptar?

Uno de los grandes interrogantes sobre el regreso a la normalidad (lo que ahora se llama «nueva normalidad») es el papel que tendrán los medios de transporte. En los meses previos a la pandemia global nos habíamos encaminado a una progresiva toma de conciencia sobre la necesidad de modificar el modo en que nos movemos. Los medios de transporte más habituales en nuestro modo de vida (el avión para grandes distancias, el vehículo particular para distancias cortas) son grandes consumidores de combustibles fósiles. Su contribución al calentamiento global es muy alta.

Además de sustituir progresivamente los vehículos más contaminantes por otros que consuman energías limpias, una alternativa es el uso de los transportes públicos, mucho más eficientes en cuanto al consumo de recursos por persona. Sin embargo, en los meses venideros se espera una contracción de su uso, puesto que pueden ser vectores de transmisión del virus.

En estas circunstancias, no hay alternativa mejor que aumentar los trayectos a pie o aprovechar para usar medios de transporte individuales y ecológicos. Por eso, la bicicleta es el medio de transporte ideal para los meses que viene: es individual, de modo que minimiza el riesgo de contagio, es sana y es ecológica. Por eso, muchas ciudades y el propio Gobierno ya están estudiando cómo potenciar su uso.

Hace ya tiempo muchas voces reclaman para la bicicleta el papel que parecía reservado a los coches voladores: ser el vehículo del futuro. Cada día podemos ver más ciclistas por las ciudades, que se llenan progresivamente de carriles bici para darles un lugar por el que rodar con seguridad. La tendencia era ya imparable antes del coronavirus. Muchas personas ven en la bicicleta un modo de desplazarse de forma sostenible mientras hacen deporte. Ahora se añade otro motivo de peso: es más seguro porque permite mantener la distancia social.

Breve historia de la bicicleta

Las bicicletas llevan con nosotros más de doscientos años. Aunque no existe certeza del año exacto, suele atribuirse su invención al barón alemán Karl Von Drais, a principios del siglo XIX. En 1818 se registró la primera patente, y poco a poco fue perfeccionándose aquel prototipo de máquina que se impulsaba gracias al propio individuo que iba sobre ella.

No fue hasta los años 60 del siglo XIX que la bicicleta tuvo verdadero éxito comercial. Pierre Micheaux consiguió diseñar un modelo atractivo para la época, pero que hoy nos parecería absolutamente disfuncional. Se trataba de un aparato con ruedas metálicas y que se movía mediante el uso de manivelas giratorias en la rueda delantera. En fin, una tortura.

A finales de siglo, se pusieron de moda las llamadas bicicletas de «estilo victoriano». Probablemente las hayas visto en películas: son esas con una rueda delantera de diámetro descomunal. Se pusieron de moda en Estados Unidos y Reino Unido, pero eran muy peligrosas porque eran difíciles de conducir. La conciencia de que había que introducir mejoras llevó a un cambio determinante alrededor de 1890: empezaron a diseñarse bicicletas con las dos ruedas del mismo tamaño. De esta época también datan los pedales, la cadena de transmisión, los engranajes y las horquillas. Había nacido la bicicleta moderna.

Sin embargo, el éxito fulgurante de los coches de motor eclipsó el surgimiento de la bicicleta moderna. El coche era el transporte del futuro, permitía recorrer grandes distancias sin esfuerzo y era símbolo de estatus social. Había llegado un nuevo rey. Pese a todo, la bicicleta mantuvo su condición de símbolo y de medio de transporte preponderante en China, el país más poblado del mundo.

El regreso de la bicicleta

En realidad, la bicicleta estaba predestinada a regresar con fuerza. A partir de los años 60, poco a poco fue recuperando terreno. Primero, con el llamado boom de la bicicleta. Surgieron las BMX, y la bicicleta se convirtió en algo imprescindible para cualquier niño. ¿Quién no quedó marcado por la escena de ET en la que los niños vuelan sobre su bicicleta? Años después, llegaron las bicicletas de montaña. De un día para otro, todos tenían una. Esto coincidió con la gran popularidad del ciclismo en España, gracias al cinco veces campeón del Tour de Francia, Miguel Induráin.

El siglo XXI ha sido el del retorno a la bicicleta como medio de transporte. Ya no se trata solo de un juguete o de una herramienta para hacer deporte. Las bicicletas, fixie o no, son ideales para desplazarse en la ciudad. Son baratas, son ecológicas y evitan todos los inconvenientes del coche.

Hoy en día, rara es la gran ciudad que no facilita el uso de la bicicleta a sus habitantes, ya sea con carriles bici o con un servicio público de alquiler. La pandemia que estamos sufriendo tendrá un final, y no cabe duda de que cuando salgamos a la calle, la bicicleta será el mejor vehículo para poder volver a donde íbamos siempre.

¿Te ha gustado este contenido?

Valóralo y ayúdanos a mejorar

Puntuación media: 5 | Votos: 1

Miguel Medina
Miguel Medina
Especialista en Comunicación Digital y Social Media. Content Manager, Editor y Redactor de Contenidos Web en diferentes revistas y medios de prensa online. Prosélito devoto del Lean Writing.
Cinco Noticias / Lifestyle / La bicicleta, el transporte del futuro

No te pierdas...

Lo último