Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Australia del Sur ha demostrado que realizar ejercicio cardiovascular o aeróbico de forma regular puede reducir el riesgo de muerte prematura y enfermedades crónicas hasta en un 20%.
El análisis, publicado en la revista ‘British Journal of Sports Medicine’, recopiló evidencia científica de 26 revisiones sistemáticas y metanálisis que representan más de 20,9 millones de observaciones de 199 estudios de cohortes únicos.
Los hallazgos revelan que aquellas personas con niveles más altos de aptitud cardiorrespiratoria, es decir, que tienen la capacidad de realizar actividad física durante períodos prolongados, como correr, montar en bicicleta o nadar, presentan menor riesgo de desarrollar enfermedades como insuficiencia cardíaca, depresión y diabetes.
Específicamente, cada aumento de 1 MET (Unidad Metabólica de Reposo) en la aptitud cardiorrespiratoria reduce el riesgo de muerte prematura por cualquier causa entre un 11% y un 17%, y el riesgo de insuficiencia cardíaca en un 18%.
El profesor Grant Tomkinson, autor principal del estudio, enfatiza que la aptitud cardiorrespiratoria es probablemente el tipo de aptitud más importante para una buena salud.
«Descubrimos que aquellos con niveles bajos de aptitud cardiorrespiratoria tienen muchas más probabilidades de morir prematuramente o desarrollar afecciones crónicas como enfermedades cardíacas en el futuro», destaca.
Los investigadores subrayan que para la mayoría de las personas, se puede lograr un aumento de 1 MET en la aptitud cardiorrespiratoria mediante un programa regular de ejercicio aeróbico, como caminar a paso ligero al menos 150 minutos a la semana.
A medida que mejora la condición física, disminuye el riesgo de muerte y enfermedad.
El Dr. Justin Lang, coautor del estudio y profesor adjunto de la Universidad de Australia del Sur, resalta la importancia de la aptitud cardiorrespiratoria como un marcador clave del estado de salud.
Lang afirma que, claramente, la aptitud cardiorrespiratoria es un factor importante para una buena salud.
Si una persona ya está haciendo ejercicio, es una buena noticia; pero si necesita mejorar su forma física y su movimiento, este es un recordatorio oportuno.
Los expertos enfatizan que la responsabilidad de mejorar la aptitud cardiorrespiratoria no recae únicamente en el individuo, sino que también debe evaluarse de manera rutinaria en la práctica clínica y de salud pública.
Todo esto con el fin de identificar a los adultos con mayor riesgo e iniciar programas de ejercicio destinados a aumentar la aptitud cardiorrespiratoria mediante la actividad física regular.
Cabe destacar que el estudio encontró una fuerte asociación entre la aptitud cardiorrespiratoria y una menor incidencia de diversas afecciones crónicas, como hipertensión, accidente cerebrovascular, fibrilación auricular, demencia y depresión.
Estos hallazgos resaltan la importancia de mantener una buena aptitud cardiorrespiratoria.
No solo para prevenir la mortalidad prematura, sino también para reducir el riesgo de desarrollar una amplia gama de enfermedades crónicas debilitantes.
Además, los investigadores señalan que, si bien el ejercicio aeróbico es beneficioso para la salud en general, es particularmente efectivo para mejorar la aptitud cardiorrespiratoria.
Actividades como correr, montar en bicicleta, nadar o realizar caminatas enérgicas son excelentes opciones para aumentar la capacidad cardiorrespiratoria y, por lo tanto, reducir el riesgo de enfermedades y muerte prematura.