La Unión Europea reveló que Andalucía es una de las comunidades autónomas menos desarrolladas a nivel económico

En un escenario en el que las disparidades económicas, sociales y territoriales persisten en el continente europeo, un reciente informe sobre cohesión en la Unión Europea arroja luz sobre la situación de las comunidades autónomas españolas.

De acuerdo con este documento, Andalucía, Castilla-La Mancha y Extremadura se encuentran entre las regiones menos desarrolladas de la Unión, con un Producto Interior Bruto (PIB) per cápita inferior al 75% de la media comunitaria.

Este revelador estudio, el noveno de su clase, no solo destaca el rezago económico de estas tres comunidades autónomas, sino que también advierte sobre el riesgo que enfrentan Castilla-La Mancha, Castilla y León y Extremadura de caer en una «trampa de talento».

Uno de cada cuatro habitantes de la UE (28%) vive en una región con un PIB per cápita inferior al 75% de la media comunitaria.

Esta situación se produce debido al éxodo significativo de población en edad de trabajar, específicamente entre los 15 y 39 años, lo que podría generar un impacto negativo en el desarrollo futuro de estas regiones.

El informe identifica a un total de 36 regiones en toda la Unión Europea que comparten esta amenaza de una «trampa de desarrollo del talento». Estas áreas se extienden desde el interior de España hasta países como Letonia, Lituania, Polonia oriental, Eslovaquia, Grecia, el norte de Portugal, la mitad septentrional de Francia y Finlandia, representando al 13% de la población total de la UE.

Según el documento, existe una correlación significativa entre el denominado «descontento geográfico» y el «voto euroescéptico». Se sugiere que las personas que residen en regiones atrapadas en esta dinámica de desarrollo del talento son más propensas a sentirse atraídas por partidos políticos euroescépticos y a apoyarlos en las elecciones, impulsados por un fuerte sentimiento de desafección.

A pesar de los esfuerzos de la política de cohesión para reducir las brechas económicas, sociales y territoriales en la Unión Europea, las disparidades siguen siendo amplias en todo el continente. 

Mientras que la mayoría de estas personas se encuentran en los Estados miembros del Este, también se observa esta situación en países del sur, como España. Además de Andalucía, Castilla-La Mancha y Extremadura, el informe destaca que Aragón, Cataluña, Madrid, Navarra y País Vasco son las regiones más desarrolladas del país, con un PIB per cápita superior al 100% de la media de la UE.

El documento también señala una fuerte correlación entre la calidad de la gobernanza y el impacto de las inversiones de la Política de Cohesión. En este sentido, se insta a reforzar la capacidad administrativa de las regiones europeas, especialmente en aquellas cuyos indicadores muestran una tendencia negativa.

Según el indicador de calidad de los gobiernos regionales, que analiza factores como el respeto del Estado de Derecho, la capacidad administrativa o la diversificación de fuentes de financiación, el gobierno regional con una tendencia más negativa en 2024 con respecto a los valores de la UE es el de Castilla y León, seguido de los de Andalucía y Extremadura.

El informe subraya que las causas de estas «trampas del desarrollo» difieren según las regiones, lo que requiere un diagnóstico individual que involucre factores interrelacionados como una especialización insuficiente, una gobernanza pública deficiente, un ecosistema de innovación ineficaz, una carencia de servicios o desajustes en las cualificaciones.

Por lo tanto, se recomienda un análisis pormenorizado de estos factores para cada región, lo que permitiría implementar respuestas políticas a medida a través de un conjunto de inversiones y reformas específicas.