El lucro cesante se ha convertido en uno de los términos o conceptos más utilizados de los últimos años, especialmente por el hecho de solicitar una indemnización como consecuencia del mismo. Pero, ¿sabes con certeza de qué se trata?
¿Qué es el lucro cesante?
El lucro cesante es un tipo de daño patrimonial, el cual es percibido por una persona cuando, potencialmente, deja de obtener un beneficio como consecuencia de un determinado acto o situación. El incumplimiento de un contrato, el daño causado por una determinada persona o un ilícito, son algunas de las razones más comunes por las que se puede generar una situación de lucro cesante. Además, esa situación potencial puede establecerse en el presente, como también en el futuro.
Cuando una persona es víctima de daños patrimoniales, las cuales son derivadas del incumplimiento de las obligaciones que correspondían a un tercero, tiene derecho a solicitar una indemnización por lucro cesante. Un buen ejemplo de ello es cuando ocurre una negligencia médica, la cual, además de afectar a la integridad de la persona, también puede afectar seriamente a su patrimonio.
En esos casos, es necesario calcular lucro cesante y daño emergente en función de los baremos establecidos por las autoridades, pero por tratarse de un tema complejo y con muchos detalles a considerar, es necesario contar con la asesoría de un abogado especialista en el área.
En este sentido, el daño emergente hace referencia al daño real, no el potencial, que la persona recibe como consecuencia de ese acto o situación específica. De hecho, es posible que la indemnización contenga el daño emergente y también el lucro cesante. Los dos conceptos están perfectamente bien definidos y amparados en el artículo del Código Civil número 1.106, en el cual se establece que la indemnización no solo comprende el valor de la pérdida real percibida, sino también la pérdida potencial o todo lo que la persona dejó de recibir como consecuencia de dicho acto.
En otras palabras, el lucro cesante son las ganancias potenciales que la persona dejará de percibir en el futuro, mientras que el daño emergente son las pérdidas reales, las cuales afectan a la persona en el presente. De ahí que el lucro cesante, por tratarse de las pérdidas potenciales, sea un poco más complicado de calcular y la principal razón por lo que se hace tan importante contratar los servicios de un despacho de abogados especialistas en el área.
Cálculo del lucro cesante
Como comentamos anteriormente, el cálculo de lucro cesante es un procedimiento un poco más complejo en comparación con el cálculo del daño emergente. Sin embargo, existen varios parámetros que se deben considerar para llegar a una cifra aproximada sobre ese daño potencial.
A continuación compartimos algunos de los aspectos más destacados:
- Hipótesis: el primer paso para el cálculo del lucro cesante es la construcción de una hipótesis, la cual debe hacerse en función de un modelo financiero específico y entendible para un tercero, especialmente para un tribunal.
- Proyección: el siguiente paso es hacer la proyección de dichos estados financieros, para lo cual se utilizan las hipótesis planteadas. Para ello, se consideran aspectos como la durabilidad de los contratos, si los mismos eran finitos o no, entre otros aspectos fundamentales.
- Flujo de caja libre: también se debe calcular el flujo de caja libre, el cual se debe obtener de la empresa para el período de tiempo que haya sido proyectado en el paso anterior.
- Tasa de descuento: el cálculo de la tasa de descuento es importante para obtener el valor actual del flujo. El resultado obtenido es clave para determinar, finalmente, el valor de la reclamación por lucro cesante.
Tanto el lucro cesante como el daño emergente, son conceptos avalados por la ley, y que les permite a las personas obtener una indemnización, tanto por el daño real percibido como por el daño potencial. En ese proceso, y siempre con el objetivo de obtener la mejor indemnización, es indispensable contar con los mejores abogados en el área.
