En un esfuerzo por comprender mejor cómo funciona la proteína LAG-3, investigadores de las prestigiosas instituciones Stanford y la Universidad de Nueva York han logrado describir con precisión su estructura molecular. Este hallazgo clave podría impulsar el desarrollo de terapias más eficaces contra diversos tipos de cáncer.
Investigadores de Stanford y NYU describen la estructura precisa de LAG-3, una proteína clave en la evasión tumoral del sistema inmunológico.
La proteína LAG-3 actúa como un «freno» del sistema inmunológico, permitiendo que algunos tumores cancerosos evadan el reconocimiento y ataque por parte de las defensas del organismo. Sin embargo, los detalles de su funcionamiento habían permanecido esquivos hasta ahora. El equipo liderado por Jennifer Cochran y Jack Silberstein logró revelar que LAG-3 existe como un dímero, con dos moléculas unidas formando la proteína funcional.
Mediante una técnica conocida como cristalografía de rayos X, los investigadores pudieron obtener una imagen tridimensional de alta resolución de LAG-3. Este proceso involucró cultivar miles de cristales de la proteína y someterlos a haces de rayos X en el Laboratorio Nacional del Acelerador SLAC. Tras analizar más de 3.000 cristales, finalmente lograron resolver la estructura precisa.
Un residuo de azúcar en la interfaz dimérica de LAG-3 es crucial para su función y orientación.
Un hallazgo clave fue la identificación de un residuo de azúcar en la interfaz del dímero LAG-3, que desempeña un papel crucial en su orientación y función. Además, experimentos adicionales realizados por el equipo de la Universidad de Nueva York revelaron que un anticuerpo utilizado durante décadas para estudiar LAG-3 bloquea su actividad al unirse a esta interfaz dimérica, impidiendo su formación.
«Dada la cantidad de tiempo y recursos que se dedican al desarrollo de terapias dirigidas a LAG-3, es sorprendente que todavía no tengamos una comprensión completa de cómo funciona esta proteína»,
Afirmó Jennifer Cochran, coautora principal del estudio publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences.
Aunque ya existen tratamientos aprobados que apuntan a otras proteínas de «punto de control» inmunológico como CTLA-4 y PD-1, LAG-3 parece operar de una manera distinta. Los investigadores esperan que estas diferencias puedan convertirla en un objetivo más eficaz o complementario para ciertos tipos de cáncer.
