En una acción histórica, las entidades de Europa han logrado un consenso provisional para vetar la venta de productos manufacturados a través de mano de obra coaccionada en el territorio de la Unión Europea (UE). Esta decisión pionera tiene como objetivo eliminar una práctica inhumana que, según datos, afectaba aproximadamente a 27,6 millones de individuos en 2021.
Las empresas infractoras enfrentarán sanciones económicas y la retirada de sus productos.
El convenio, firmado el martes, introduce una normativa que prohibirá la distribución en el mercado único europeo de artículos producidos utilizando mano de obra bajo coacción, independientemente de si su producción tuvo lugar dentro o fuera de la UE. Las autoridades de cada país miembro, junto con la Comisión Europea en situaciones que involucren a terceros países, estarán facultadas para examinar posibles infracciones en las cadenas de suministro de las empresas.
Si se verifica el empleo de trabajo forzoso, los artículos afectados deberán ser eliminados del mercado europeo y de las plataformas de venta en línea, además de ser confiscados en las aduanas. Dichos productos serán destinados a la donación, reciclaje o destrucción, excepto en los casos que se consideren de relevancia estratégica o crítica, donde podrán ser conservados hasta que la compañía responsable elimine el trabajo forzado de su cadena de suministro.
Se creará un Portal Único sobre Trabajo Forzoso para facilitar la aplicación de las nuevas normas.
Las compañías que violen esta normativa se enfrentarán a multas económicas, aunque se les ofrecerá la oportunidad de enmendar sus métodos y reintroducir sus productos al mercado. La autoridad encargada de la investigación será la que tome la decisión final, la cual se aplicará en todos los estados miembros bajo el principio de reconocimiento mutuo.
Este acuerdo provisional también aborda casos específicos, permitiendo la sustitución de las partes específicas de un producto que se hayan producido bajo condiciones de trabajo forzoso en vez de descartar el producto completo. Por ejemplo, si un componente de un vehículo se manufacturó bajo estas condiciones, solamente ese componente necesitaría ser reemplazado, y no el vehículo entero.
La Comisión Europea será responsable de compilar un listado de sectores económicos y regiones geográficas donde el trabajo forzoso patrocinado por el estado sea una problemática significativa, lo cual orientará la apertura de investigaciones. Además, se establecerá un Portal Único sobre Trabajo Forzoso para simplificar la implementación de estas nuevas reglas, proporcionando guías, detalles sobre prohibiciones, una base de datos de zonas y sectores de alto riesgo, pruebas públicas y una plataforma para reportar anomalías.
El convenio facilita la colaboración con naciones externas, ya sea como parte de diálogos preexistentes o mediante la ejecución de pactos comerciales. La Comisión Europea podría incluso llevar a cabo verificaciones e inspecciones en otros países, siempre que haya consentimiento por parte de la empresa involucrada y el gobierno del país tercero.
