En un evento conmemorativo del Día Mundial del Síndrome de Down, celebrado el 21 de marzo, la organización Down España ha alzado su voz para denunciar los obstáculos que enfrentan las personas con esta condición en el ámbito laboral. A pesar de sus capacidades y anhelos de contribuir, cerca del 95% permanece desempleado debido a prejuicios sociales y la falta de oportunidades.
Cerca del 95% de las personas con síndrome de Down en España no tiene empleo.
Down España ha puesto de relieve cuatro factores cruciales que limitan la empleabilidad de este colectivo: la escasez de programas formativos adaptados, una trayectoria profesional más corta, la ausencia de oportunidades laborales provocada por el desconocimiento y los persistentes prejuicios sobre sus capacidades para desempeñar un trabajo.
Durante el evento, se proyectó el video de la campaña #ExtraCapacitados, una iniciativa que busca destacar las habilidades excepcionales de las personas con síndrome de Down. Pedro Martínez, asesor de Empleo de Down España, enfatizó la necesidad de una «reforma estructural del panorama laboral» que involucre a familias, empresarios, asociaciones de discapacidad y autoridades gubernamentales.
Down España denuncia prejuicios sociales y falta de oportunidades que obstaculizan su empleabilidad.
Santi y Cristina, dos personas con síndrome de Down, compartieron sus experiencias laborales y expresaron su deseo de demostrar que pueden alcanzar cualquier objetivo que se propongan. Cristina, quien trabaja como recepcionista en Down España desde hace 20 años, afirmó:
«Me encanta trabajar porque me siento realmente útil. Por eso, las personas con síndrome de Down queremos trabajar».
Martínez destacó el papel fundamental de las asociaciones como nexo entre los empleadores, las familias y las personas con síndrome de Down. Mediante la metodología del Empleo con Apoyo, Down España brinda formación y acompañamiento para facilitar el acceso al empleo y la integración en el entorno laboral.
Además, subrayó la importancia del apoyo familiar en el proceso de inclusión laboral, ya que:
«elimina miedos, proporciona confianza y es casi imprescindible para que una persona con síndrome de Down pueda acceder a un puesto de trabajo».
Finalmente, Martínez enfatizó el derecho al trabajo en igualdad de condiciones, en entornos inclusivos y accesibles, tal como establece la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad.
«Una persona con síndrome de Down formada y con ganas de trabajar puede aportar a su empresa un valor añadido impresionante», concluyó.
