El aceite de CBD es uno de los 60 componentes cannabinoides que se pueden obtener del cannabis, con muy bajas concentraciones del psicoactivo tetrahidrocannabinol (THC). Este aceite, que posee muy buena fama por los excelentes beneficios que proporciona al organismo, tiene diferentes aplicaciones como cremas, líquidos y hasta de alimentos masticables.
Es justamente su gran valor medicinal lo que ha ayudado a aumentar la fama de este aceite, que ya se ha demostrado científicamente seguro tanto para adultos y niños. Cada vez más personas han comenzado a usar este componente para aprovechar sus propiedades como suplemento alimenticio. Veamos sus usos y beneficios.
Beneficios del uso del aceite de CBD
El aceite de CBD tiene múltiples beneficios terapéuticos que sencillamente no se podrían conseguir fumando la planta.
Existen dos variedades de la planta que son las más indicadas para elaborar el aceite de CBD: la White Domina CBD de Kannabia Seeds, con un ratio 1:1 (THC 10 % y CBD 10 %), y la Supreme CBD Kush de Nirvana con un ratio 1:1 (THC 9.5% y CBD 9.5 %).
Es justamente la proporción o ratio 1:1 que equilibra los componentes psicoactivos y los no psicoactivos, lo que convierte a estas variedades en las más idóneas para aprovechar sus propiedades curativas, al tiempo que disminuyen los efectos estimulantes, convirtiendo al aceite de CBD en un excelente medicamento para los pacientes que desean mantener a raya los efectos psicoactivos de la marihuana cuando es fumada.
Los profesionales de la medicina recomiendan el consumo discreto del aceite de CBD en los siguientes casos y diagnósticos:
- Pacientes con problemas neurodegenerativos.
- Enfermedades dermatológicas como esclerosis múltiple y psoriaris.
Algunos de los beneficios del uso de este aceite incluyen su gran poder antiinflamatorio y analgésico, además de ser un excelente estimulante del sistema nervioso. Igualmente posee propiedades neuroprotectoras, regeneradoras y anticonvulsivas.
¿Es legal el aceite de CBD en España?
Pese al uso extensivo del aceite de CBD en España por sus propiedades ya conocidas, este aún no ha sido registrado por parte de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) dentro de su “lista de suplemetos alimenticios autorizados”. De manera específica, el CBD no se ha definido por la Directiva 2002/46/CE del Parlamento Europeo como una de las vitaminas y minerales permitidos por la ley española para el consumo humano.
Por otra parte, la EFSA (Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria), a través de su corresponsal en España, la AECOSAN (Agencia para Asuntos del Consumidor, Seguridad Alimentaria y Nutrición), notificó a los países de la Unión Europea de la inmovilizavión de todos aquellos productos que contengan entre sus principales ingredientes activos el CBD, hasta que su distribución sea regulada legalmente.
Todo ello ha causado un contexto de mucha incertidumbre y limitación para la distribución de los productos que contienen CBD, creando un impacto negativo en el mercado. Pese a esta situación, es posible encontrar infinidad de recursos en línea acerca de tablas de datos con recomendaciones de concentraciones de CBD a utilizar, que se basan en las opiniones y testimonios exitosos de pacientes que se han tratado con el componente, que a la vez han sido avalados por médicos.
También existe el calculador de dosis de CBD, que ayuda al paciente a determinar la concentración y dosis que puede tomar a diario para algún diagnóstico específico, tomando en cuenta otras variables como la edad, sexo y el peso.
¿Existen diferencias entre el aceite de CBD y el cannabis?
En principio, es importante saber que el aceite de CBD puede ser extraído de cualquier planta de cannabis. No obstante, el CBD se produce en laboratorio exclusivamente en los países donde se ha legalizado el componente por su baja concentración de THC. De modo que la diferencia más elemental entre el aceite de CBD y el cannabis reside en el contenido de THC, que en el caso del aceite es mucho más bajo.