Cultura

Pinturas realistas famosas: 12 ejemplos geniales de pinturas del realismo artístico (artistas, estilos…)

Como la mayoría de los movimientos y estilos artísticos modernos, el realismo se originó en Europa, específicamente en Francia, a mediados del siglo XIX, en un intento de que la pintura produjera obras más verosímiles. Por ello, los artistas del realismo se inclinaron por prácticamente imitar o copiar toda aquella figura presente en el entorno que los rodeaba, dando como resultado pinturas realistas famosas hoy en día por la precisión técnica y artística que tuvieron sus creadores al momento de realizarlas. Es por ello que hoy queremos traerte 12 fascinantes ejemplos de pinturas del realismo, con detalles como su autor, año de elaboración, características y, por supuesto, imágenes del realismo que caracterizan a estos maravillosos cuadros.

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Vista desde los jardines de Farnese, Roma – Jean-Baptiste Camille Corot

Corot fue en su momento, uno de los más grandes paisajistas de la pintura francesa, y como una muestra de su talento, tenemos esta obra que data de 1826 y que muestra las primeras manifestaciones del realismo que, tiempo después, se haría tendencia en su país natal. Gracias a éste y muchos otros cuadros de su autoría, Corot fue uno de los principales impulsores del realismo artístico y del conjunto de artistas paisajísticos denominado Escuela de Barbizon.

La obra actualmente se conserva en la Colección Phillips de Washington D.C.

(The Phillips Collection, Public Domain, vía Wikimedia Commons / Recorte, mejora de tono y resolución de la original).

El taller del pintor – Gustave Courbet

Continuamos este listado de pinturas famosas del realismo con el cuadro que, precisamente, dio inicio formal a este icónico movimiento pictórico. El francés Gustave Courbet fue uno de los máximos exponentes entre los pintores del realismo, y para finales de 1854 creó esta obra en un intento por definir un estilo propio entre los movimientos que, en ese entonces, ocupaban la escena artística.

Sin embargo, la pintura fue rechazada por la Exposición Universal de París, por lo que Courbet organizó su propia exposición, denominada Pabellón del Realismo, para dar a conocer al público esta pieza, que es una clara muestra de la influencia que el francés recibió del arte español, específicamente de obras de artistas de la talla de Zurbarán, Velásquez y Ribera.

Tiempo después, Courbet pasó a ser uno de los más prestigiosos pintores realistas, y ésta, una de sus obras maestras, hoy reposa en el Museo de Orsay.

(Musée d’Orsay, Public Domain, vía Wikimedia Commons / Recorte, mejora de tono y resolución de la original).

Las espigadoras – Jean-François Millet

Otra de las obras de arte realistas que dieron mucho de qué hablar en su época es esta pieza elaborada en 1857 y, al igual que la gran mayoría de los cuadros realistas producidos durante ese contexto, no fue bien aceptado, sobre todo por la temática abordada en la pintura, que claramente se inclina hacia la sociedad campesina del siglo XIX.

Es por ello que al ser expuesta por su autor Jean-Françoise Millet en el célebre Salón de París, generó controversia entre personajes de la alta sociedad de ese entonces, por mostrar de forma humana la realidad rural. Sin embargo, en años posteriores, la obra se convirtió en todo un símbolo del patriotismo galo, por lo que actualmente es uno de los ejemplos de pintura realista más valorados del mundo, siendo apreciada en el Museo de Orsay, donde se encuentra exhibida.

(Musée d’Orsay, Public Domain, vía Wikimedia Commons / Recorte, mejora de tono y resolución de la original).

La lavandera – Honoré Daumier

Otra de las consagradas obras del realismo en pintura es este cuadro que data de 1863 cuya autoría es del renombrado artista francés Daumier, representante de la época realista y que, al igual que otros pintores de esa corriente, buscaba reflejar la realidad social de su contexto. En esta oportunidad, se busca exaltar el rol de la mujer como madre y trabajadora a través de la lavandera protagonista del cuadro, que lleva una carga de ropa en una mano y en la otra, a su niño.

La pieza pictórica hoy se exhibe en el Museo de Orsay de París.

(Musée d’Orsay, Public Domain, vía Wikimedia Commons / Recorte, mejora de tono y resolución de la original).

Calle de París, día lluvioso – Gustave Caillebotte

Caillebotte fue otro de los artistas franceses que adoptó el estilo realista para la creación de muchos de sus cuadros, sobre todo durante la transición que varios pintores promovieron entre esta corriente y el impresionismo. La pintura fue hecha en 1877 para ser presentada en la tercera exposición impresionista y, a pesar de ser catalogada dentro de este último movimiento, lo cierto es que la obra muestra la marcada influencia que Caillebotte tuvo de pinturas realistas, como se puede ver en el reflejo de la lluvia presente en las aceras de la calle retratada.

Hoy forma parte de la colección del Instituto de Arte de Chicago.

(Art Institute of Chicago, Public Domain, vía Wikimedia Commons / Recorte, mejora de tono y resolución de la original).

Octubre – Jules Bastien-Lepage

Combinando lo mejor del academicismo, naturalismo y realismo artístico, el pintor galo Bastien-Lepage realizó en 1878 esta pintura que representa la faena de recolección de patatas que se daba en Damville, pueblo natal del artista. Dicha obra se puede ver en la Galería Nacional de Victoria, en Melbourne, ya que llegó a dicho país gracias a su adquisición por parte del empresario australiano George McCulloch.

(National Gallery of Victoria, Public Domain, vía Wikimedia Commons / Recorte, mejora de tono y resolución de la original).

Olympia – Édouard Manet

Manet fue uno de los claros ejemplos de pintores franceses que no se encasillaron en un único movimiento artístico, sino que se permitieron utilizar técnicas provenientes de otros estilos, como el del realismo. He aquí una de sus obras, creada en 1863 e inspirada en la célebre pintura de Tiziano Venus de Urbino, pero en este caso, se utilizó una modelo real que, en su momento, fue señalada como una prostituta parisina o, según otras opiniones, una pintora amiga de Manet.

Por supuesto, este desnudo realista causó polémica al ser expuesto en el Salón de París en 1865, ya que el público no estaba acostumbrado a este tipo de retratos, solo a aquellos de temática mitológica. Fue en los años siguientes que dicha pintura fue acogida positivamente, y hoy se exhibe en el Museo de Orsay de París.

(Musée d’Orsay, Public Domain, vía Wikimedia Commons / Recorte, mejora de tono y resolución de la original).

El aventador – Jean-François Millet

Otra icónica pintura de Millet engalana esta lista de cuadros realistas. En este caso, es una obra pintada por el artista francés en 1848, para dar a conocer ante el Salón de París la difícil vida que tenían los campesinos de la época. Cabe destacar que el original de la obra fue destruido, pero existen numerosas copias conservadas en emblemáticos museos y galerías como el Louvre, Orsay y la Galería Nacional de Londres.

(Louvre Museum, Public Domain, vía Wikimedia Commons / Recorte, mejora de tono y resolución de la original).

Fusilamiento de Torrijos y sus compañeros en las playas de Málaga – Antonio Gisbert

Los pintores famosos del realismo no fueron exclusivamente originarios de Francia, ya que este movimiento rápidamente tuvo acogida en gran parte de Europa, siendo España uno de los países donde, en su momento, mayor desarrollo tuvo esta corriente pictórica.

De la mano de Antonio Gisbert surgió esta obra entre 1887 y 1888, que es quizás una de las obras de arte del realismo más representativas de la pintura histórica ibérica, ya que muestra los momentos previos al fusilamiento tanto del militar y político José María de Torrijos y Uriarte y de un nutrido grupo de compañeros que luchaban, en vísperas del Trienio Liberal, contra el absolutismo impuesto por el rey Fernando VII.

Es una de las obras famosas del realismo conforman la nutrida colección del madrileño Museo del Prado.

(Museo del Prado, Public Domain, vía Wikimedia Commons / Recorte, mejora de tono y resolución de la original).

Los sirgadores del Volga – Iliá Repin

Otro de los cuadros famosos del realismo que manifiesta la difusión de dicha corriente en toda Europa es esta magnífica pintura del artista ruso Iliá Repin, la cual data entre 1870 y 1873 y que representa el momento en que once hombres tiran de una sirga para impulsar una embarcación que flota sobre el río Volga. Por ser una labor inhumana que, para ese contexto, comenzaba a caer en declive por los avances tecnológicos de esa época, Repin quiso rendir tributo a los trabajadores que continuaban haciendo este trabajo de forma resiliente y digna.

La pieza pronto se convirtió en importante referente para posteriores representaciones artísticas, hecho que impulsó a Repin al reconocimiento local. Actualmente la obra se encuentra en el Museo Estatal Ruso de San Petersburgo.

(Russian Museum, Public Domain, vía Wikimedia Commons / Recorte, mejora de tono y resolución de la original).

Huracán en Bahamas – Winslow Homer

La llegada del realismo a América tuvo un enorme impacto dentro de la comunidad artística del siglo XIX, en un momento donde se requería transmitir al público todo lo que acontecía en la cotidianidad. En este caso sería el turno del estadounidense Winslow Homer para realizar en 1898 una pintura paisajística al aire libre que representaba todo lo observado por él durante su estadía en las Bahamas, incluyendo los fenómenos atmosféricos propios de dichas islas.

Esta icónica pintura conforma la amplia colección del Museo de Arte Metropolitano de Nueva York.

(Metropolitan Museum of Art, Public Domain, vía Wikimedia Commons / Recorte, mejora de tono y resolución de la original).

Noctámbulos – Edward Hopper

Los artistas y obras del realismo auténtico originado en Francia fueron influencia para diferentes corrientes y estilos artísticos que surgirían luego del siglo XIX fuera de las fronteras europeas. En este caso podemos ver esta célebre pintura, catalogada dentro del denominado realismo americano, y creada en 1942 por uno de los más consagrados exponentes de dicha corriente, el estadounidense Edward Hopper.

Hoy expuesta en el Instituto de Arte de Chicago, la escena representada muestra a unas personas cenando a altas horas de la noche, vistos desde el gran panel de cristal del restaurante. Como muchas otras pinturas del realismo americano, ésta expresa la cotidianidad urbana norteamericana.

(Art Institute of Chicago, Public Domain, vía Wikimedia Commons / Recorte, mejora de tono y resolución de la original).

Como bien se pudo observar, las pinturas realistas famosas detalladas en este artículo son una clara muestra de la popularidad que tuvo este estilo durante la centuria decimonónica, con un movimiento pictórico que comenzó en Francia para luego expandirse hacia otros países europeos e, incluso, americanos, con el objetivo de presentar al público escenas más realistas tomadas del entorno donde el artista hacía vida, en oposición con estilos como el romanticismo y el academicismo, que se caracterizó en su momento por acentuar y hasta exagerar los rasgos de las figuras presentes en los cuadros. Sin embargo, las pinturas del realismo lograron tomar referencias de los estilos anteriormente mencionados, con la diferencia de que dichas obras mostraban representaciones más directas y objetivas, llegando al punto de inspirar a artistas que no precisamente formaban parte del movimiento a realizar obras enmarcadas dentro de la corriente realista.

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