En el transcurso de la última década, el panorama laboral para los jóvenes graduados universitarios ha experimentado una notable mejora, según revela un estudio reciente de la Fundación BBVA y el Ivie.
El informe, titulado «La inserción laboral de los universitarios: 2013-2023», arroja luz sobre la evolución positiva de la empleabilidad de este colectivo y las características distintivas de su integración en el mercado laboral.
El periodo comprendido entre 2013 y 2023 ha sido testigo de la creación de 437.000 empleos netos nuevos para jóvenes de entre 22 y 29 años.
De manera significativa, el 79% de estos puestos, equivalente a 345.800 oportunidades laborales, han sido ocupados por universitarios pertenecientes a este rango etario.
Este dato representa un crecimiento del 58% en el empleo de jóvenes graduados universitarios durante la última década.
El informe destaca que el incremento ha sido aún más acentuado en el ámbito de los puestos altamente cualificados, los cuales constituyen el 91% de los empleos obtenidos por jóvenes universitarios (315.000 puestos) y han experimentado un notable ascenso del 76% en el mismo periodo temporal.
Esta tendencia positiva se ha visto acompañada por una disminución sustancial en la tasa de desempleo del colectivo universitario joven, que ha caído del 29,2% en 2013 al 12,5% en 2023.
Además, se ha registrado una reducción en el porcentaje de graduados universitarios que ocupan puestos por debajo de su cualificación, pasando del 30% al 22% en la misma franja temporal.
El estudio analiza diversos factores que influyen en la inserción laboral, como los estudios cursados, el género, la obtención de un máster y la titularidad de la universidad (pública o privada).
En este sentido, los datos revelan que contar con un máster brinda mayores oportunidades de acceder a salarios más elevados y puestos acordes al nivel de estudios.
Asimismo, se observan diferencias significativas según el género, donde las mujeres representan el 57% de los estudiantes de grado y máster, pero enfrentan desafíos como la brecha salarial, una mayor presencia en empleos a tiempo parcial y un menor porcentaje de contratos indefinidos en comparación con sus homólogos masculinos.
El informe subraya que los cinco sectores que han concentrado la mayor parte de la creación de empleo para jóvenes universitarios son las actividades profesionales, científicas y técnicas (23%), las actividades sanitarias y servicios sociales (21%), la información y las comunicaciones (12%), la industria manufacturera (11%) y la educación (9%).
Las ramas de ciencias de la salud e ingenierías y arquitectura continúan liderando en términos de inserción laboral, gracias a sus elevados porcentajes de empleo y salarios más altos, mientras que los graduados en artes y humanidades enfrentan mayores dificultades.
El estudio evidencia una mejoría sustancial en la empleabilidad de los jóvenes con formación universitaria superior, impulsada por la creación de puestos altamente cualificados y las oportunidades laborales emergentes en sectores clave de la economía.
Cabe destacar que el crecimiento del empleo altamente cualificado para jóvenes universitarios ha sido especialmente notable en el caso de los hombres, con un aumento del 92,2% en comparación con el 66,3% registrado entre las mujeres.
No obstante, a partir de 2020, el crecimiento se ha acelerado para las universitarias, favoreciendo que las nuevas oportunidades de empleo cualificado para este segmento sean sustanciales. De hecho, de los 315.000 nuevos empleos altamente cualificados creados en el decenio para jóvenes universitarios, las mujeres han ocupado 173.000, lo que representa el 55% del total.