En un fascinante giro en el mundo del arte, la inteligencia artificial ha desvelado el misterio que rodeaba la autoría de un polémico dibujo renacentista.
Un modelo de IA determinó con un 82% de certeza que el dibujo 'Vna Vilana Windisch' es obra de Alberto Durero.
Tras décadas de incertidumbre y análisis exhaustivos, un modelo de IA desarrollado por la empresa suiza Art Recognition ha determinado con un 82% de certeza que la obra «Vna Vilana Windisch», representando a una sonriente campesina, fue creada por el célebre maestro Alberto Durero en 1505.
El dibujo en pergamino, firmado y fechado por el artista, ha sido objeto de intensos estudios de autenticación desde la década de 1970. Una versión en papel del mismo se conserva en el Museo Británico, cuyo difunto guardián de estampas dictaminó en 1993 que la versión en pergamino era una falsificación. Sin embargo, el revolucionario análisis de inteligencia artificial ha arrojado nueva luz sobre esta enigmática pieza.
Art Recognition entrenó su modelo de IA con obras genuinas de Durero, así como dibujos de seguidores, falsificaciones y piezas generadas por IA.
Carina Popovici, directora ejecutiva de Art Recognition, presentó los resultados de la investigación en la conferencia Art Business celebrada en Tefaf Maastricht en marzo. Según Popovici, el modelo de IA fue entrenado con un conjunto de datos que incluía 144 obras genuinas de Durero, así como dibujos de seguidores, falsificaciones y piezas generadas por IA.
A pesar de la alta puntuación del 82%, la ejecutiva reconoció que la inteligencia artificial no puede otorgar una certeza del 100% debido a las limitaciones inherentes de la tecnología.
«La probabilidad calculada es una medida estadística que evalúa en qué medida la obra de arte del cliente, en este caso el pergamino de Durero, coincide con las obras de Durero del conjunto de datos de entrenamiento», explicó Popovici.
Destacó que, aunque muchos artistas intentaron replicar el estilo naturalista y detallado de Durero, sus obras a menudo carecían de la originalidad, el detalle y la integración matizada de influencias que exhibían las piezas auténticas del maestro.
Diego López de Aragón, representante de los propietarios del dibujo, respaldó los hallazgos de Art Recognition, afirmando que la IA simplemente corroboró la autoría de Durero, como lo hizo previamente un análisis caligráfico forense.
«La IA no atribuye la obra al maestro, sólo lo confirma», subrayó.
Este avance tecnológico en la autenticación artística ha generado un acalorado debate en el mundo del arte. El año pasado, dos modelos de IA diferentes arrojaron resultados opuestos sobre la autoría de la controversial «Madonna de Brecy Tondo», atribuida a Rafael. Popovici enfatizó que esta controversia ha brindado a Art Recognition la oportunidad de establecer un estándar de calidad en la autenticación por IA.
