Uno de los aspectos que más influyen en la comodidad del hogar es la adaptación a los cambios de temperatura estacionales, y cómo estos afectan al interior de nuestras casas. En las estaciones intermedias, es decir, otoño y primavera, se producen cambios en los que no solemos precisar de una adaptación con aparatos eléctricos; sin embargo, el invierno y el verano, cuentan con cambios de temperatura tan drásticos, y niveles tan bajos y altos de la misma, que necesitamos regularla de algún modo.
Veamos a continuación algunos consejos sobre cómo aclimatar nuestro hogar con sistemas de aire acondicionado y sistemas de calefacción.
La regulación de cualquier temperatura con los aire acondicionado
Una de las opciones más efectivas para combatir el calor es la instalación y uso de sistemas de aire acondicionado. Aunque tendemos a pensar que los aires acondicionado son sistemas de refrigeración para cuando hay temperaturas altas, también cuentan con programas para la emisión de aire cálido, por lo que también se pueden utilizar para calentar el hogar.
Entre las principales ventajas se encuentra el enfriamiento y calentamiento rápido del hogar, ya que los modelos más modernos cuentan con un termostato que regula la intensidad del funcionamiento para mantener una temperatura adecuada.
A la hora de elegir un aire acondicionado, hay que tener en cuenta varios aspectos, como el tamaño de la casa, la disposición de las habitaciones, en cuáles pasamos más tiempo, y dónde se va a realizar la instalación de los dispositivos para una distribución uniforme del aire. Todos estos aspectos los tienen en cuenta los instaladores especialistas y los profesionales que evalúan el estado de la vivienda para la instalación. Aunque puedan parecer aspectos sencillos, hay que tener en cuenta muchos valores para analizar estos detalles, como la orientación del hogar, el piso, la altura de los edificios colindantes y conocer la climatología de la zona, entre otros.
Sin embargo, en muchos hogares, el sistema de agua caliente funciona mediante caldera, por lo que debemos analizar las ventajas y desventajas de este tipo de aire acondicionado; aunque actualmente, la diferencia de precio cada vez es menor entre los aparatos que solo cumplen la función de enfriado y los que tienen ambas funciones. Se trata de una buena opción si el sistema de calentamiento del agua de tu hogar funciona mediante un termo eléctrico; aunque también puedes considerar cambiarlo por una caldera de gas, por los detalles que daremos a continuación.
Versatilidad de las calderas de gas
Una de las principales ventajas de las calderas de gas es que no solo sirven para calentar el hogar, sino que también proveen a los hogares de agua caliente. Si en tu hogar cuentas con un termo eléctrico, la cantidad de agua caliente de la que puedes disfrutar, estará acotada a una cantidad y a un tiempo en el que se vuelva a calentar el agua que almacena el tanque. Las calderas calientan el agua rápidamente y así puedes disponer de la temperatura deseada en cuestión de segundos.
Muchos hogares cuentan con la instalación de radiadores de agua o la calefacción mediante suelo radiante, dos opciones que solo funcionan con sistemas de caldera.
La principal ventaja frente a los aire acondicionado, es que calientan las habitaciones mucho más rápido y pueden lograr temperaturas más altas para los inviernos más fríos. Además, así como puedes cerrar las puertas de las habitaciones a las que no quieres que pase el calor del aire acondicionado, y así calentar más rápido el resto de la casa, con la calefacción mediante radiadores, puedes cerrar la válvula de entrada de estas instalaciones en las habitaciones que no quieras que se calienten y así aprovechar mejor la energía.
Estos son algunos aspectos generales que debes tener en cuenta, pero la mejor opción es que te asesore un profesional, a partir del análisis de tu vivienda y sus requisitos.