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Tom Vining. Unsplash.
La música tradicional japonesa no tiene nada que ver con el J-Pop, pero ciertamente ha servido de influencia para los nuevos grupos de boyband y girlband de Japón. La música japonesa tiene toques sublimes de belleza y emociones calmantes que han dejado ver las huellas de la cultura nipona. En esta entrada hacemos un repaso por la música tradicional de Japón, sus características y su evolución.
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Como hemos dicho anteriormente, la música japonesa es un arte de creación que implica la combinación de sonidos vocales y/o instrumentales para proyectar la belleza de la forma o la expresión emocional.
La música tradicional japonesa también puede identificarse como hōgaku, que se traduce música country o folk (local o folclórica), y por lo general esta definición abarca a la música del siglo XVII a mediados del siglo XIX. La musica japonesa tradicional tiene un abanico de subgéneros, entre ellos la música folk japonesa, la música cortesana, la música teatral y la música instrumental japonesa.
La música clásica asiática es una gran parte de la cultura japonesa y, por supuesto, ella se gesta en los medios masivos, es por ello que puede transmitirse a las generaciones futuras. En esta sección enlistamos algunos de los instrumentos característicos que se pueden oír en las canciones japonesas tradicionales o en festivales.
La música en japonés está caracterizada por contar con uno de los instrumentos de viento tradicionales japoneses más populares: el shakuhachi. También se conoce como flauta japonesa y, desde tiempos milenarios, ha sido utilizada por los budistas zen como una “herramienta espiritual” de la meditación suizen (吹禅).
El koto es otro de los instrumentos presentes en la canciones populares japonesas y, de hecho, ha sido considerado como el instrumento nacional de Japón. El koto en la música tradicional japonesa está identificado como un instrumento de cuerdas (13 a 25), parecido al gayageum coreano y al zheng chino, que se deja en el suelo y se pulsa para emitir sonidos. El koto es característico de la música romántica.
Este instrumento es propio de la música isleña japonesa; también es de cuerda y está elaborado con piel de serpiente de Okinawa. El sonido del shanin o “tres cuerdas” está directamente asociado con la vida costera; a menudo es comparado con en banjo, pero este se puntea y proyecta los sonidos de la música folclórica tradicional de Ryukyuan.
Entre tantos instrumentos típicos de la música asiática, podemos decir que el taiko es uno de los más característicos de las canciones japonesas antiguas y actuales. Este es reconocido a nivel internacional por el sonido que emiten sus tambores, los cuales suelen sonar en muchos festivales de verano en Japón y también en los actos ceremoniales de la cultura japonesa en todo el mundo. Los tambores taiko varían en tamaños y formas, y esto hace posible que cambien los sonidos al ser tocados.
Japón es conocido por ser muy apegado a su cultura, la cual es muy rica y extensa, así como lo es su sonido. La música tradicional japonesa se fue creando de las influencias de Corea y de China, pero fue pavimentando su propio camino para deleitar a los ciudadanos con música japonesa para la relajación, para el festejo de ceremonias y también para el disfrute de los pueblos en los festivales estacionales.
En este sentido, la música japonesa no solo cumple un rol importante en la cultura de Japón, sino que aporta diversidad en cada espacio de la Tierra donde se han establecido familias japonesas que son fieles a sus tradiciones.
Las canciones típicas japonesas pasaron por períodos evolutivos en los que la música japonesa se fue afianzando en su cultura con una fortaleza admirable. A continuación, haremos un breve resumen de las épocas de la música de Japón.
Investigaciones arqueológicas y expertos en historia de las chinas antiguas han descubierto que los primeros indicios de la música en japón fueron las campanas de bronce dōtaku. Además, en el dominio del clan Yamato (c. 250-c. 500 dC) se identificaron tambores de barril con un palo, una tabla de cuatro o cinco cuerdas y cascabeles; sin embargo, fueron las campanas crotal, un instrumento típico de las danzas sintoístas, las que prevalecieron en el registro histórico. Con el paso del tiempo y la llegada de nuevas dinastías, en Japón se fueron introduciendo más instrumentos como la cítara de cinco cuerdas y la flauta regular.
Asimismo, el budismo se estableció como una corriente religiosa en Japón en el siglo VI y esto influyó notablemente en la cultura japonesa. Con rituales de fe llenos de música bailes, show de máscaras (gigaku) y música del sur de China (kuregaku), la música tradicional japonesa fue dejando ver historias, como los Registros de Asuntos Antiguos de 713, en donde la música daba vida a la mitología japonesa como forma de entretenimiento; es por ello que la tradición musical oral fue uno de sus elementos predilectos.
En este lapso (794-1185 dC), la música tradicional japonesa estuvo caracterizada por una onda musical muy romántica, gracias al dekoto, biwa, flautas y cantos que dieron vida a muchas canciones que disfrutaban los cortesanos. En este tiempo, la música japonesa se dividió en la música de la izquierda (tōgaku), con influencias de China e India, y la música de la derecha (komagaku), que se apoyó en ejemplos de Corea y Manchuria.
Ambos lados contaron con cítaras pulsadas de 12 cuerdas (koto), el gaku biwa, el gong llamado shōko y un gran tambor colgante tsuri daiko; asimismo, contaron con la flauta komabue, la flauta ryuteki y la armónica shō. Por otro lado, la música de este período también estuvo marcada por la música vocal orientada hacia los poemas y narrativas; además, la música sintoísta (ritual) fue parte del proceso evolutivo de la música en Japón.
El período Kamakura (1192-1333) marcó el final del período Heian y se desarrolló en una historia militar que, a su vez, convivió con la teatralidad plebeya. La música de este tiempo se caracterizó por la presencia (representaciones teatrales folclóricas, shows cómicos o de mímica (sarugaku) y odas a la plantación de arroz con danzas populares (dengaku); también destacaron los desfiles callejeros (fūryū) y los entretenimientos budistas (ennen) que hacían su espacio en escenas coloridas y llenas de música.
Seguidamente, en el período Muromachi posterior (1338-1573), dominaron los interludios cómicos de tales obras (kyōgen) y avanzó con la intervención de gobernantes militares y artistas individuales, quienes hicieron esfuerzos para darle vida e importancia al teatro japonés (Noh), una música vocal (yōkyoku) con apoyo instrumental que cuenta con un conjunto instrumental conocido como hayashi, compuesto de flautas y tambores.
Tiempo después, en el período Tokugawa o Edo (1603–1867), evidenció la vida mercantilista, pero le dio otro giro a la música koto, que se conoce como música para tres por el hecho de que incluye la presencia de una voz, las cuerdas y la flauta. Este fue el período marcado por la flauta de extremo soplado, shakuhachi, la cual es una variante del xiao de China.
La historia japonesa posterior a 1868 es el punto clave de su “occidentalización”, es decir, recibió fuertes influencias de la iglesia, las escuelas y el ejército. En este contexto, el Japón de mediados del siglo XVI contó con gran presencia de la música católica romana y los instrumentos musicales occidentales, como la chirimía de doble lengüeta o el laúd rebeca. Pero la inclusión del cristianismo en la sociedad japonesa tuvo como consecuencia la destrucción de los órganos de bambú y los coros de dos personas.
Para la suerte de los japoneses, con la restauración del Meiji se abrió paso a una era musical de agrupaciones y de sonidos influenciados por Alemania, Francia e Inglaterra. Esto dio como resultado que la música japonesa tuviese presencia extranjera, se permitiera modernizarse, pero también se apegó mucho más a sus raíces socioculturales.
En esta sección hablamos de algunas características básicas que definen a la música tradicional japonesa y a sus canciones.
La música japonesa relajante porque sus melodías no pretenden ser estruendosas y porque la historia la ha forjado como una música que tiene un lugar en la meditación. La relajación es importante en los rituales, es por ello que la música tradicional japonesa se compone de melodías lentas y suaves.
Por otro lado, la musica relajante japonesa también tiene un poco de romance desde los tiempos del Heian. Sus letras pueden narrar historias de amor y, por lo general, estas no suelen sonar tan tristes.
La nostalgia es un factor casi inseparable de la música japonesa tradicional, puesto que su sonido, las letras y las historias que se cuentan tienen un desarrollo lento y profundo que pretende aflorar los sentimientos del oyente.
Por supuesto, todas estas características se pueden dar gracias a los instrumentos empleados para crear las melodías que buscan expresar la belleza, la forma y la magia de la música tradicional japonesa.
A continuación, en estos siguientes vídeos te mostramos cómo suena la música tradicional japonesa en sus formas más conocidas.
El folclor de cada país está determinado por los instrumentos y la performance. En este caso, la música folk japonesa no solo se ha mantenido por esos dos aspectos, sino porque es una tradición de siglos y dinastías pasadas; por eso cada japonés es fiel a sus raíces musicales.
En los tiempos imperiales, la música cortesana ganó una popularidad inevitable en el territorio japonés, tanto así que perduró en el tiempo para seguir siendo una de las formas más icónicas de la música en Japón.
También se le conoce como música de teatro japonés. La música Noh está caracterizada por un show con máscaras para danzar e interpretar los sonidos, al tiempo que entretiene a los espectadores y oyentes.
Los japoneses tienen un fuerte apego a su cultura, y esto lo puedes ver si investigas un poco sobre su sociedad y cómo la música tradicional japonesa ha perdurado aunque muchos ciudadanos japoneses hagan vida fuera de su terruño. La música japonesa sin duda alguna fue evolucionando a pasos agigantados una dinastía tras otra, pero no dejó de lado la esencia de lo tradicional.