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Halloween: así se celebra el Día de los Muertos alrededor del mundo

Esta festividad es conocida de diferentes formas según las latitudes: Halloween, Noche de Brujas, Día de Muertos o Víspera de Difuntos. Cada año vemos cómo calabazas con muecas macabras y adornos espeluznantes visten las casas, cómo niños inocentes salen a pedir golosinas con sus disfraces de monstruos a cambio de no dar un susto de muerte, y cómo la televisión retransmite una maratón interminable de películas de terror.

En líneas generales, todo el mundo cree que esa es la forma en la que se celebra Halloween en todos lados, pero existen tradiciones muy diversas, cada una con elementos característicos y significado propio. No todas ocurren el 31 de octubre, pero todas celebran lo mismo.

La noche de brujas es una especie de efeméride moderna que tiene sus raíces en el festival celta de «Samhain», que se traduce como «fin del verano”. Guarda una estrecha relación con la celebración cristiana que se realiza en México y en otros países de Latinoamérica conocida como el Día de los Santos o Día de Muertos.

La versión que conocemos hoy día proviene de una costumbre estadounidense a la que las empresas sacan mucho provecho. Básicamente, es una excusa para comer dulces, disfrazarse de algo original y asistir a fiestas privadas, a ferias o a parques de atracciones preparados para la ocasión.

Desde sus raíces celtas hasta las consumistas costumbres occidentales actuales, hay un abanico muy interesante de festividades que ponen de manifiesto la enriquecedora diversidad del ser humano. Así es cómo se celebra Halloween en diez países del mundo.

Las fogatas irlandesas y el pan de la suerte

Grupo de personas preparados para celebrar el Samhain en Irlanda (Hugo McCafferty)

Los autores del portal IrisCentral aseguran que Halloween se celebró por primera vez en Irlanda hace unos 1.000 años. Parece ser que todo comenzó con el festival pagano «Samhain» que, como comentamos al inicio del artículo, significa el «fin del verano».

Por alguna razón que hoy se desconoce, los pobladores pensaban que ese día los espíritus volvían al plano terrenal. Para alejar a aquellos seres malignos, encendían hogueras y se disfrazaban. Después se reunían alrededor del fuego con la intención de protegerse de la mala fortuna y de cualquier otra maldición liberada esa noche.

En nuestros días, esta fiesta persigue más de diversión que resguardarse de entes del inframundo, pero para la celebración se siguen conservando las fogatas.

Rebanadas de Barmbrack en una mesa decorada para Halloween (Fiona Uyema)

También es costumbre en Irlanda hornear un Barmbrack, un tipo de pan de frutas al que le introducen pequeños objetos dentro, cuyo finalidad es la misma que la del clásico roscón de reyes: determinar la suerte de los que participan del pastel. Los comensales que encuentren uno de estos objetos en su pedazo de Barmbrack, podrán conocer si la fortuna les acompañará los próximos meses o si es mejor encomendarse a los santos.

Los objetos escondidos en el pan son un trapo, una moneda, un anillo y un dedal. El trapo simboliza un futuro financiero dudoso, la moneda un año próspero, el anillo la llegada de un romance o de momentos felices, y el dedal que no habrá matrimonio.

México y el Día de Muertos

Procesión del Día de Muertos en México, donde los participantes se pintan para parecer calaveras (Pixabay)

El Día de Muertos es una de las festividades Latinoamericanas más conocidas internacionalmente, y mucho más después de que Disney le dedicara la película Coco, ganadora de 2 premios Oscar, uno al mejor largometraje de animación y otro a la mejor canción original.

Esta tradición, declarada por la Unesco como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en 2008, tiene sus orígenes en el catolicismo y se caracteriza por homenajear a los ancestros fallecidos, cuyos espíritus regresan del más allá durante ese día, con coloridos altares llenos de ofrendas en forma de flores, comida y velas.

Las personas se pintan la cara de calavera para llevar las ofrendas a los difuntos. Generalmente tiene lugar los días 1 y 2 de noviembre.

La cultura azteca ya realizaba rituales y ofrendas a sus ancestros desde la época precolombina. Esas etnias conservaban los cráneos de los muertos como una clase de trofeo, y los mostraban en los rituales.

Reino Unido: millennials, brujas y borrachos

Jack-o’-lanterns, o calabazas perforadas con forma de caras monstruosas y velas en el interior (Youtube)

A pesar de que Inglaterra tiene muchos elementos que conforman el escenario perfecto para una fiesta de Halloween, esta celebración es solo cosa de millennials. Los adultos desaprovechan la arquitectura victoriana, sus tétricos bosques, la niebla característica de la región y las historias de terror para no dormir del imaginario colectivo inglés para irse a dormir temprano y que los jóvenes no les molesten.

Esa noche los más pequeños se disfrazan, comen manzanas, y portan lo que llaman linternas de Jack (Jack-o’-lantern), calabazas talladas con una luz en su interior.

Pero, aunque la tradición no esté tan instaurada en el país, existen costumbres muy peculiares en algunas localidades. En el condado de Devon realizan el festival de Ottery St. Mary Tar Barrel, en el que niños y adultos se echan a sus hombros un barril de alquitrán ardiendo, y caminan con él por las calles de la ciudad hasta que el calor y el peso les obligan a parar.

Esta tradición se remonta a varios siglos atrás y que tiene mucho que ver con la noche de Guy Fawkes, que recuerda el fracaso del atentado para matar al monarca británico en 1605. Muchos la atribuyen también a una burla descarada de la quema de brujas que tuvo lugar en la zona a finales del siglo XVI y principios del XVII.

Otra rareza de Halloween en Reino Unido es la noche de Punkie, que se celebra únicamente en Hinton St George, Somerset, donde todos se reúnen con linternas de Jack para conmemorar una noche oscura en que las mujeres tuvieron que salir a buscar a sus hombres porque estaban borrachos y no regresaban.

El famoso museo de cera londinense Madame Tussaud celebra esa noche el Halloween Silent Disco, un fiesta hecha para bailar y disfrutar acompañados de las espeluznantes figuras de celebridades muertas.

Alemania y las calabazas

Los alemanes llevan apenas dos décadas celebrando Halloween. Los adultos lo ven como una excusa para que los jóvenes alboroten las calles, así que no les entusiasma mucho.

Al parecer, la fiesta comenzó a celebrarse en 1991, durante la Guerra del Golfo, tras ser cancelado el carnaval al aire libre. Halloween fue la excusa perfecta para sustituir una celebración por otra.

Aunque los alemanes no participan activamente de esta tradición importada, sí que hay un elemento de la fiesta por el que siente devoción: la calabaza.

Estatuas hechas con calabazas de dos caballeros con armadura y lanza sobre sus caballos (Christian Hoffmann)

Alemania celebra cada año el Festival de la Calabaza (Kürbiszeit) mientras dura la cosecha, aproximadamente desde el 1 de septiembre al 5 de noviembre. Durante esa época, los admiradores de este suculento fruto construyen estatuas gigantescas con él, decoran sus casas y lo incorporan a platos tradicionales de otoño.

El joven Halloween ruso

Jóvenes rusos celebrando Halloween (Russia Insider)

En Rusia también se celebra Halloween desde los años noventa. En la web Rusia-IC, insinúan que pudo haber sido popularizado a través de los programas de inglés en las escuelas, los cuales alentaban a los niños a aprender un poco más sobre las tradiciones estadounidenses.

En Rusia, Halloween es desaprobado por líderes políticos y religiosos, y son solo las generaciones jóvenes las que se disfrazan y hacen fiestas privadas.

El Dusicky de República Checa

Cementerio de República Checa con las tumbas llenas de velas encendidas y flores (zenrecreations)

Si bien es cierto que el Halloween americano aún no ha calado en todos los rincones del mundo, existen ciertas costumbres que son muy parecidas, como el Dusicky de República Checa, que significa «little souls» (pequeñas almas).

Esta conmemoración de los fieles difuntos se realiza el 2 de noviembre, y consiste en orar para que aquellos que dejaron el plano terrenal y se encuentran todavía en el Purgatorio consigan la paz.

De forma similar a como lo hacen en el Día de los Muertos de México, los checos decoran las tumbas de sus seres queridos con velas y flores. Incluso ponen sillas vacías en sus hogares, para que sus muertos se unan a ellos durante ese día.

La celebración budista de Japón

Miles de farolillos se alejan por el río en la fiesta de Obon

El equivalente a Halloween en Japón es un festival llamado Obon, que se celebra durante el mes de julio con el fin de honrar a los espíritus de los fallecidos. Se trata de una festividad de origen budista que data de hace aproximadamente 500 años, en la que el baile y la comida son el centro de la fiesta.

Los farolillos encendidos tienen un papel importante: se colocan en las puertas de las casas para guiar a los espíritus. El último día se llevan al río para dejar que se alejen flotando y creando una de las imágenes más sorprendentes de esta festividad.

Los japoneses también visitan las tumbas de sus muertos y dejan ofrendas de flores, frutas y verduras. Esos días, el color púrpura, asociado por los japoneses a brujas y hechizos, predomina en las calles.

Patatas fritas con salsa púrpura que McDonald’s comercializa durante el Obon

Aunque Halloween no ha llegado a calar en el país, de igual forma, la industria americana ha querido sacar partido de esta celebración funeraria. Con ese objetivo, McDonald’s ofrece durante el Obon hamburguesas de pan negro y patatas fritas púrpuras con chocolate.

Filipinas: baile y dinero

Como en la mayoría de las culturas, los filipinos también han hecho su propia adaptación del Halloween estadounidense. En el Undas, o Día de Todos los Santos, es tradición visitar las tumbas de los difuntos y dejar flores y velas. Se celebra cada 1 de noviembre.

Participantes en el Pangangaluluwa de 2011 en Sariaya, Filipinas

Tienen su propia versión del «truco o trato», llamada Pangangaluluwa. Las personas disfrazadas van de puerta en puerta y ofrecen una actuación musical completa, pero no a cambio de dulces, sino de dinero.

Fiestas a la italiana

Los italianos conocen muy bien la antigua tradición celta del «Samhain», pero, más allá de su significado religioso, entienden la festividad como una ocasión para divertirse, y organizan enormes celebraciones populares que tienen lugar cada año entre el 1 y el 2 de noviembre. Sin duda, la mejor manera de honrar a la muerte es celebrar que estamos vivos.

Representación de una bruja estampada contra un poste en Triora, «la ciudad de las brujas».

En la localidad de Triora, los lugareños se disfrazan de brujas para recordar los juicios comprendidos entre los años 1587 y 1589, a los que muchas personas eran sometidas por la supuesta práctica de magia negra.

En la comunidad de Borgo hacen honor a la leyenda de Lucida Mansi, que camina por toda la ciudad acompañada del mismísimo diablo y de otros demonios.

Los espíritus se exceden en Nigeria

La tradición del pueblo Igbo de Nigeria no puede faltar en este listado. En esta localidad se toman muy en serio el regreso de los espíritus al mundo de los vivos, y, cada 2 años, celebran su vuelta en el Festival de Odo.

Los habitantes de Igbo creen fervorosamente que los muertos no parten hacia el más allá, sino que se quedan en el mundo para proteger a los vivos de los espíritus malignos.

La celebración requiere mucho esfuerzo y preparativos, sobre todo para las mujeres, que se encargan de la decoración y de la comida. Los muertos son representados por las gigantescas figuras de Odo, y son recibidos con comidas y regalos.

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