Cultura

Los museos esconden mucho más que obras de arte

Los museos son espacios de encuentro abiertos para el aprendizaje; propician el intercambio entre educadores, especialistas en distintas áreas del conocimiento y el público visitante. Son ámbitos donde lo no formal, lo espontáneo o voluntario conduce al aprecio y disfrute del patrimonio cultural.

El término museo viene del griego museion, templo y lugar dedicado a las musas, las divinidades inspiradoras de la música y el arte, quienes eran hijas del dios Zeus y de Mnemósine, deidad que personificaba a la memoria.

Según su etimología, el museo está unido al arte y la cultura en general, así como también a la memoria, que hoy puede entenderse como el patrimonio o la herencia cultural de una comunidad que es transmitida de generación en generación.

Apolo y las musas, 1826. Óleo de Heinrich María von Hess. Nueva Pinacoteca, Munich, Alemania.

El origen

En occidente, el museo tiene como antecedente la práctica del coleccionismo, o la reunión y conservación de objetos valiosos con un fin determinado, como por ejemplo, ostentar poder, obtener prestigio social, propagar la fe, o para apreciarlos o difundirlos como productos culturales.

La sala principal de armas y armaduras. Museo de Arte Metropolitano. Nueva York, EE.UU.

A lo largo de su historia, que se remonta a la Antigüedad, el museo ha ido evolucionando hasta ser hoy, según el ICOM, una institución permanente dedicada a la adquisición, conservación, investigación y difusión de objetos considerados patrimonio tangible e intangible de la humanidad. Su finalidad es educar, estudiar y brindar deleite.

Museo de Historia Natural, Londres, Inglaterra.

Si bien para el ICOM dicha noción de museo define su esencia y por ello respalda su vigencia, este año se propone revisarla para que también exprese compromiso con las nuevas realidades del siglo XXI, como la crisis de la naturaleza o el reconocimiento de las diferencias culturales.

Otro aspecto que interesa abordar en dicha revisión es que los museos son espacios para el encuentro y el intercambio. Algo, que, como se verá más adelante, constituye una condición de los procesos educativos propios de estas instituciones.

Exposición Tesoros de la Tierra. Museo de los niños de Indianápolis.

Comunicar, de eso se trata

Un museo se caracteriza por mostrar exposiciones, y estas constituyen un medio de comunicación de gran fuerza, pues utilizan un lenguaje particular, poseen flexibilidad en la selección de los temas que abordan y tienen capacidad para llegar a diversos públicos.

Zeus, bronce que forma parte del conjunto Los cuatro cautivos. Martin Desjardins, 2004. Museo del Louvre, París, Francia.

Los textos de sala, infografías y los medios audiovisuales son un apoyo para la transmisión de la información. También es usual, sobre todo en los museos de ciencia y tecnología, el uso de dispositivos manipulables o interactivos que facilitan la comprensión de conceptos y contenidos.

Texto de sala que imita un cuaderno de campo de un científico. Exposición para niños «Bichitos con chispa», 2016. Museo de Ciencias, Caracas, Venezuela.
Niño manipulando un giróstato. Museo de los Niños, Caracas, Venezuela. Fotografía de Roberto Mata para el Museo de los Niños, 2010.

Las exposiciones permanentes: fuentes de conocimiento

Las colecciones permiten conocer el fruto de la creatividad e ingenio en diversos dominios a través del tiempo, como el arte, la ciencia, la tecnología, la historia o las tradiciones culturales. Bastan pocos ejemplos.

Museos Vaticanos, Roma, Italia.

Los museos de historia natural, que resultan muy atractivos para todo tipo de público, albergan colecciones que muestran la biodiversidad, la evolución de las especies o la genética. 

Gran galería de la evolución. Museo Nacional de Historia Natural, París, Francia.

El templo egipcio de Dendur, instalado en el Museo de Arte Metropolitano de Nueva York, da una idea de la expansión del imperio Romano, y de arquitectura religiosa egipcia o de las creencias basadas en la religión del Antiguo Egipto, entre otros temas de historia, arte o arquitectura.

Templo de Dendur. Museo de Arte Metropolitano de Nueva York, USA. Fotografía de Jean Christophe Benoist, 2012.

En el Museo Nacional de Culturas Populares, en ciudad de México, los visitantes participan en la celebración del Día de los muertos, una actividad sobre las creencias, ritos y tradiciones populares en torno al paso de la vida a la muerte en la cultura mexicana.

Escenario para la celebración del Día de los muertos, México DF. 2012. Foto de Guillerminargp.

El Palacio del Descubrimiento, en París, dedicado a la ciencia y la técnica, propone una aproximación activa al conocimiento: los usuarios manipulan aparatos en las salas de mecánica y electricidad y se involucran en los procesos de experimentación propios de esos campos del conocimiento.

Una Jaula Faraday en acción. Palacio del Descubrimiento, París, Francia.

Los museos también abordan asuntos de la vida contemporánea. El Museo de Arte Moderno de Nueva York organizó en el 2015, la exposición Esto es para todos: Experimentos de diseño para el bien común, que cuestiona la naturaleza democrática de las nuevas tecnologías.

Exposición «Esto es para todos: Experimentos de diseño para el bien común» (This Is for Everyone: Design Experiments for the Common Good) Museo de Arte Moderno, 2015. Nueva York, EE.UU.

A través de sus exposiciones, actividades educativas y de difusión en general, los museos conectan a sus visitantes con elementos de patrimonio tangibles (arte, arquitectura, arqueología, etc.) y no tangibles (historia, tradiciones, religión, etc.) que reflejan la herencia cultural de un grupo social.

David y Goliat (1550-55), óleo de doble cara de Daniele da Volterra. Gran galería, Museo del Louvre.

La educación en los museos

Las colecciones de los museos son referencia para investigaciones en diversos campos del conocimiento. El patrimonio en custodia es la base de estudios académicos de botánica, zoología, etnografía, paleontología, mineralogía, historia, tradiciones culturales, arte de todos los tiempos, etc.

Museo del Louvre, París, Francia.

Desde 1882, funciona la Escuela del Louvre que ofrece estudios superiores en historia del arte, arqueología, epigrafía, historia de las civilizaciones, antropología y museología. Así mismo forma técnicos en conservación y mejora del patrimonio cultural.

Algunos de los grandes museos del mundo poseen sus propios centros de investigación científica o de arte, y otros ofrecen estudios de nivel universitario, de primer a cuarto nivel, en áreas como arte, historia de las civilizaciones, arqueología, antropología o museología, por ejemplo.

Museo Nacional de Historia Natural, París, Francia. Foto de Eric Pouhier, 2005.

El Museo Nacional de Historia Natural de París se dedica tanto a la investigación científica como a la divulgación de los conocimientos científicos. Además ofrece formación universitaria desde la licenciatura al doctorado en áreas de las ciencias de la naturaleza, del hombre y de las sociedades.

El producto de los estudios especializados de las colecciones realizados por los curadores, están al acceso del público interesado en publicaciones en físico que pueden ser adquiridas o consultadas en bibliotecas, o, desde hace ya algunos años, en internet a través las páginas web de los museos.

Las nuevas tecnologías y la educación museística

En los últimos años las TIC se han convertido en un estimable recurso educativo de los museos. Algunas de las más usuales son la realidad aumentada, los códigos QR, o los Postcast, las cuales facilitan el acceso a la información sobre las colecciones de distintas maneras.

Visitante usando los códigos QR en la exposición Miró, la escalera de la evasión. 2012. Fundación Joan Miró, Barcelona, España.

Las redes sociales están jugando un papel importante en los procesos de comunicación de los museos. Su uso permite desarrollar, fuera del edificio sede, actividades educativas en torno al patrimonio en custodia de una institución los 365 días del año, en cualquier parte del mundo y a cualquier hora.

YouTube es un recurso ideal para mostrar el funcionamiento de un dispositivo técnico, como este reloj con monos autómatas (Vincenti & Cie, hacia 1855). Museo del romanticismo, Madrid. España:

Otro ejemplo, entre muchos otros museos del mundo, es el taller El Bosco en el Museo del Prado, en la modalidad de aprendizaje virtual, sobre algunas obras ejemplares del reconocido pintor flamenco que están presentes en las colecciones de dicha institución.

Los usuarios acceden a una serie de vídeos, cuestionarios y foros públicos en los que intercambiaban opiniones en torno a los contenidos que ofrecen distintos especialistas de dicho museo sobre las obras del pintor: biografía, temas, simbología, técnica, contexto histórico, restauración de las obras, etc.

Aprender de otras maneras

Fuera de la producción de conocimiento y los estudios académicos, los museos constituyen entornos de aprendizaje abiertos, en los que se desarrollan actividades propias de la educación no formal, pues involucran a un grupo social cuyo perfil es heterogéneo y no califican para ciclos escolarizados.

Sala de la colección de antigüedades orientales del museo del Louvre, París, Francia. El educador de museo con un grupo de niños frente a un toro alado sirio.

Aprender genera cambios en la forma de relacionarse con el medio y en cómo se percibe el individuo a sí mismo y a los demás. Esto sucede en cualquier ámbito donde se opera el aprendizaje y los museos no son la excepción. De ahí la importancia de la formación del educador de museo.

Taller Singular/Plural. Herramientas de trabajo para educadores de museo. Museo de Ciencias/Fundación Museos Nacionales, Caracas, Venezuela, 2015.

Especialistas en educación, pedagogía, comunicación, arte, psicología, entre otras áreas han indagado en distintos aspectos de los procesos de enseñanza aprendizaje que se dan en los museos.

Taller para educadores de museo «Los coleccionistas: ¿artistas o científicos?» A partir de la expresión plástica y corporal los participantes adquieren herramientas de trabajo pedagógico en torno al tema del coleccionismo. Museo de Ciencias /Fundación Museos Nacionales. Foto de Iván Hernández, 2016.

La idea no ha sido crear un sistema educativo unificado, sino más bien definir una metodología de trabajo basada tanto en las características del espacio museístico como en las capacidades de percepción del individuo. Todo ello dentro de algún marco teórico de las ciencias educativas.

La visita guiada, una de las actividades emblemáticas de los museos, despierta el interés de los investigadores por su carácter inmediato, su corta duración, el cúmulo de información que implica, y lo relativamente numeroso y heterogéneo de los participantes.

Visita guiada en el Centro Cultural Británico de Miraflores. Galería de Arte John Harriman, 2014. Lima, Perú.

En una visita, el educador de museo, al contrario del docente formal, desconoce las preferencias, capacidades perceptivas, conocimiento previo de los temas o estilos de aprendizaje del grupo. En un tiempo breve debe obtener resultados satisfactorios. La experiencia ha de ser significativa.

Niños exploran el interior de una molécula en el Museo de los niños de Caracas. El principio es aprender jugando. El lema: «Prohibido no tocar». Fotografía de Roberto Mata para el Museo de los niños, 2010.

El proceso de aprendizaje en una visita comienza por la observación, en la cual inciden la edad, experiencias de vida o la cultura del individuo. El significado de lo que se observa es producto de una multiplicidad de factores subjetivos y sociales.

Igualmente el espacio del museo: el diseño, las dimensiones, la iluminación, los materiales, el recorrido, el ámbito físico en general condiciona la manera en que se aprende.

Lugar de encuentros

En una misma actividad pueden confluir el especialista y el menos conocedor, personas de cualquier edad, género, religión. A partir de los contenidos narrados por los objetos exhibidos, todos comparten sus puntos de vista, emociones, experiencias.

Las exposiciones, las visitas, los talleres, las demostraciones, las actividades de divulgación y educación son, ante todo, espacios de confluencia, ocasión para el deleite que produce conocer y compartir. En esto consiste aprender en los museos.

Piano gigante. Museo de los niños, Caracas, Venezuela. Fotografía de Roberto Mata para el Museo de los niños.

José Ignacio Herrera es diplomado en artes plásticas de L´École Nationale Supérieure des Arts Décoratifs, en París. Se ha desempeñado en la gerencia cultural a cargo de los programas educativos y la dirección de instituciones como el Museo de Bellas Artes de Caracas, el Museo Alejandro Otero, el Museo de la Estampa y el Diseño Carlos Cruz-Diez y el Museo de Ciencias de Caracas. También ha sido curador de exposiciones con temas de arte y ciencia para la Fundación Telefónica-Venezuela. Actualmente trabaja para las ediciones de la Fundación Celarg, con temas de divulgación de cultura latinoamericana, y es profesor de francés en la Escuela de Letras de la Universidad Central de Venezuela.

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