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Los listados más ordinarios de los personajes más extraordinarios

Los listados, o listas, hicieron su aparición desde el mismo instante en que surgió la escritura. En la mayoría de los casos fueron una prolongación de la memoria, pero en otros casos fueron las alas del alma.

Disponemos de todo tipo de listados, algunos de lo más curiosos. Por ejemplo, Jonathan Swift, a la edad de treinta y dos años, escribió un inventario de prohibiciones para cuando fuese mayor, lo encabezaba la siguiente:

  • No casarme con una mujer joven

Listado de excusas para no ir a trabajar a la necrópolis

Una de las enumeraciones más antiguas se remonta al año 1.250 a.C., en la que se recogen los motivos por los cuales los trabajadores del Valle de los Reyes se ausentaban de sus obligaciones laborales:

  • Su esposa está menstruando
  • Le picó un escorpión
  • Estuvo fabricando cerveza…
Trabajadores en el Valle de los Reyes.

La ordinaria lista de la compra de Galileo Galilei

Hace más de cuatro siglos, el astrónomo Galileo Galilei hizo una lista de la compra que quería hacer en su próximo viaje a Venecia, a pesar del tiempo transcurrido, parece realizada un día cualquiera de nuestra vida:

  • Zapatillas de piel y un gorro pequeño para Vicenzo
  • La caja de las cosas de Marina
  • Lentejas
  • Garbanzos blancos
  • Arroz
  • Pasas
  • Trigo
  • Azúcar
  • Pimienta
  • Clavo
  • Canela
  • Especias
  • Mermeladas
  • Jabones
  • Naranjas
  • Dos peines de marfil
Lista de Galileo Galilei con lo que quería comprar en Venecia.

Los inusuales listados de da Vinci

Leonardo da Vinci en cierta ocasión escribió el siguiente listado que pone de manifiesto sus inquietudes científicas:

  • Calcular la medida de Milán y sus suburbios
  • Encontrar un libro que trate de Milán y sus iglesias, que debe ser obtenido en la librería de camino a Cordusio
  • Descubrir la medida de Corte Veccio
  • Descubrir la medida del castello
Listado de cosas por hacer de Leonardo da Vinci.

La reveladora lista de Gandhi

En octubre de 1925 Mahatma Gandhi publicó una lista con los siete pecados sociales que, para él, generaban mayor número de problemas. Un listado que, probablemente, subscribiría la mayoría de nosotros:

  • Riqueza sin trabajo
  • Placer sin conciencia
  • Conocimiento sin carácter
  • Comercio sin moralidad
  • Ciencia sin humanidad
  • Adoración sin sacrificio
  • Política sin principios
Listado de los 7 pecados sociales de Gandhi.

El croquis de la compra de Miguel Ángel

Más liviana es la lista de la compra que se conserva de Miguel Ángel –actualmente en el Museo de Seattle– donde no solo se conforma con escribir los productos que necesitaba, sino que, además, hizo un dibujo. 

Parece ser que el pintor toscano envió al mercado a una sirvienta analfabeta y, con las representaciones, intentaba evitar posibles errores. Los alimentos que debía conseguir eran:

  • Arenque
  • Tortelli
  • Dos sopas de hinojo
  • Cuatro anchoas
  • “Un pequeño cuarto de un vino áspero”
Listado de la compra de Miguel Ángel acompañado de dibujos.

El listado de pros y contras de Darwin

Cuando Charles Darwin se planteó casarse con su prima Emma, elaboró una lista de pros y contras que conllevaría la relación.

En el lado positivo figuraban entre otros:

  • Hijos y amistad en la vejez
  • Hogar y alguien que te cuide de la casa
  • Los encantos de la música y las pláticas femeninas

En el otro lado de la balanza escribió:

  • No ser forzado a visitar parientes ni doblegarse en cada riña
  • Ansiedad y gastos de niños
  • Quizá peleas
  • Perder tiempo
  • No poder leer por las noches
  • Gordura
  • Ociosidad
  • Ansiedad
  • Responsabilidad…

A juzgar por la lista, es lógico que terminara casándose con Emma, con la que tuvo 10 hijos.

Listado con los pros y contras escrito por Darwin en abril de 1938.

El inconcebible listado de reglas impuestas por Einstein a su esposa

Más inverosímil es el listado de condiciones que Einstein impuso a su esposa Mileva Maric:

  • Deberás asegurarte de mantener mi ropa y la del hogar en buen estado, servirme tres comidas en mi habitación, mantener mi dormitorio y estudio limpios, y debe quedar claro que mi mesa de trabajo es para mi uso exclusivo.
  • Renunciarás a cualquier tipo de relación personal conmigo en la medida en que no sean estrictamente necesarias por razones sociales. En concreto a: sentarte en casa junto a mí y pasear o viajar juntos.
  • No mantendremos relaciones íntimas, ni me reprocharás nada.
  • Dejarás de hablarme si yo te lo pido.
  • Abandonarás mi dormitorio o estudio inmediatamente, y sin protestar, si te lo pido.
  • Te comprometerás a no menospreciarme delante de nuestros hijos, ya sea con palabras o hechos.

Como era de esperar, la relación acabó en divorcio.

Albert Einstein y su primera esposa, Mileva Maric.
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