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Aunque a simple vista parece como un taladro que golpea nuestra piel, esta herramienta ayuda en el tratamiento de la musculatura profunda consiguiendo que la persona pueda seguir practicando deporte o haciendo ejercicio de manera rutinaria. Bastante implantado en la vida de los atletas, hoy es casi un imprescindible para su recuperación.
Si son tan necesarias para la vida de los atletas quizás es que debemos empezar a valorar lo que uno de estos elementos puede hacer por nosotros. La pistola de masaje muscular, que golpea el cuerpo rápidamente en forma vertical, reduce el dolor y aumenta el movimiento acelerando el flujo sanguíneo. A continuación, os dejamos con sus efectos:
El movimiento que la pistola hace sobre las partes de nuestro cuerpo consigue que reduzcamos la fatiga muscular mucho antes. Gracias al masaje de percusión sentimos un pequeño alivio que nos hace ofrecer el máximo de nosotros para la siguiente tirada. Con esto ya tenemos una buena razón para implementarla en una recuperación.
Con los masajes que recibimos por parte de estas pistolas tenemos una mejor movilidad de los músculos y las articulaciones. El taladro, que actúa como percutor directo de la piel, nos permite estar de un lado a otro con mayor agilidad que antes de empezar. ¿Te vas a quedar sin saber cuáles son sus resultados?
Con el fin de eliminar las sustancias de desecho producidas por el cuerpo, la pistola agita este provocando que haya un aumento del drenaje linfático y con ello el detalle de que podamos sentirnos mucho mejor. Fortaleciendo los músculos y ayudando a retirar parte de la grasa que no necesitamos, no debemos ignorar su implementación.
Los deportistas profesionales ejercitan el cuerpo al máximo. La reducción de fatiga muscular es una necesidad para que el paso del tiempo no pese sobre nuestras articulaciones ni el tratamiento de la piel. La pistola de masaje corporal, además del drenaje linfático, consigue que este proceso se haga mucho más rápido. ¿Lo probaste?
Como vemos, la pistola de masaje corporal viene bastante bien para todo lo que tiene que ver con la recuperación muscular o la fatiga que puede sufrir nuestro cuerpo ante el ejercicio reiterado profesional o de rutina obligatoria. En cualquier caso, acudir a un buen fisio cuando el cuerpo nos duele es una necesidad.
No importa cuánto tiempo estemos entrenando o cuál sea la rutina de ejercicios que hagamos, siempre que haya algo que no nos permita seguir con normalidad o sientas una molestia fuerte que no debería ocurrir, lo mejor es que te pongas en manos de profesionales para evitar que el estado vaya hacia más.