Viajes

La Península de Osa: la última frontera salvaje de Costa Rica

La Península de Osa, con sus altísimos bosques tropicales y su belleza natural, fue declarada por la revista National Geographic uno de los lugares con mayor riqueza biológica de todo el mundo.

En ella habitan un gran número de animales que se encuentran en peligro de extinción, como el jaguar, el puma, la guacamaya escarlata y el águila harpía. También son característicos los monos aulladores, la boa constrictor, los ocelotes y los perezosos.

Gran parte de su extensión corresponde a reservas privadas y parques nacionales. Los frondosos bosques mixtos casi llegan a pie de las playas, la mayoría de las cuales siguen en su estado natural. Por eso es una de las regiones más hermosas a nivel mundial y es conocida como la última frontera salvaje de Costa Rica.

Uno de los parques naturales más importantes en la Península de Osa es el Parque Nacional Corcovado, cuya extensión es de 164 millas cuadradas. Unos 63.000 turistas lo visitan anualmente.

El ecoturismo como industria primaria

Parque Nacional Corcovado (WIkipedia)

La asombrosa biodiversidad de la Península de Osa ha impulsado el desarrollo del ecoturismo. Es por ello que han abierto sus puertas nuevos albergues para atender al turismo creciente que se preocupa por el medio ambiente.

Estas modestas casas de huéspedes se encuentran a lo largo de toda la península, mientras que la Bahía de Drake y Puerto Jiménez, puntos donde existe más densidad de población, se han convertido en destinos predilectos para aquellos viajeros que valoran al mismo tiempo el contacto con la naturaleza y la comodidad.

El albergue La Laguna, situado en una comunidad montañosa llamada La Tarde y aproximadamente a una milla del Parque Nacional de Corcovado, es un ejemplo de los numerosos negocios turísticos a pequeña escala que se llevan a cabo en la península. La construcción se encuentra sobre pilotes: en el primer piso, la cocina y el comedor y, encima de ellos, las seis habitaciones sencillas que ocupan los huéspedes.

Cultura del autoabastecimiento

Parque Nacional Corcovado (Con arena en la mochila)

En la propiedad cultivan patatas, arroz, frijoles, maíz, cebollas y mandioca, entre otros productos, y recogen las frutas de los árboles: plátanos, cacao, piña y papaya, por ejemplo. Todo lo que consumen procede de sus propias tierras.

En La Tarde solo viven seis familias, cuya vida está ligada irremediablemente a la selva, que consideran su hogar. Cuando le preguntan a la hija de los dueños del albergue qué quiere ser de mayor, la pequeña responde sin dudar: «Seré una guía naturalista».

Referencias:

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