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No existe un solo tipo de caldera, es posible optar por las que son especialmente para calefacción y otras que son calderas mixtas, es decir, que sirven tanto para tener agua caliente sanitaria, como para llevar la calefacción al hogar.
Aquí vamos a explicar qué son las calderas, qué tipos hay y por qué es conveniente contar con una caldera para el hogar en estos tiempos de bajas temperaturas.
Cuando hablamos de calderas nos referimos a un sistema que puede servir tanto para conseguir calefacción en los hogares, como para obtener agua caliente sanitaria. Se trata de una unidad central que es la encargada de calentar el agua que después recorrerá toda la casa mediante tuberías.
Las calderas que sirven para calefacción, irradian el calor en los diferentes espacios de un hogar, mediante radiadores interconectados.
Poseen un quemador que genera calor y con esa energía se calientan las tuberías, por lo tanto, permiten llevar una temperatura agradable a todas las zonas por donde esas tuberías se encuentren conectadas con los radiadores.
Este tipo de calderas son especialmente para calefacción, pero también existen las que son mixtas, es decir, las que producen calor en el quemador y calientan el agua que después llega a un intercambiador, en el cual se bifurca el agua que va hacia el sistema de calefacción y el agua caliente que podremos tener en el grifo.
El funcionamiento de las calderas es similar en general, pero existen varios tipos y esto depende de la combustión que utilicen. Todas estas calderas funcionan de una manera muy sencilla, de manera que han logrado un perfeccionamiento importante que hace que se hayan convertido en un método de calefacción de los más seguros y de los que más respetan al medio ambiente.
A continuación, vamos a destacar cuáles son los tipos de caldera existentes según su combustible.
Una de las calderas que se viene utilizando mucho en todos los hogares es la caldera eléctrica, que tiene una gran tecnología, que nos permitirá obtener una buena regulación de temperatura y de la potencia utilizada.
Un verdadero clásico de la calefacción en España son las calderas de gas. Éstas han sido y continúan siendo el método de calefacción y para conseguir agua sanitaria caliente, más utilizada en el país, y las tecnologías aplicadas a las mismas han conseguido que sean cada vez más eficientes.
Existen diferentes tipos de calderas de gas, según el tipo de gas que se utilice:
Las calderas de gas propano son muy habituales y esto tiene que ver con que este gas se puede conseguir de diferentes formas. Se suelen utilizar mucho en zonas geográficas en las que las temperaturas son realmente muy bajas en invierno.
Si bien estas calderas no son recomendables para lugares en los que el frío es extremo, las calderas de gas butano suelen ser una gran solución para las bajas temperaturas. El gas butano viene en bombonas y se necesitan varias de éstas para lograr una buena calefacción.
Son las calderas más utilizadas en las zonas urbanas, ya que son las que van conectadas a la red de suministro.
Éstas requieren disponer de una instalación para funcionar correctamente y eso puede ser lo que tenga un mayor coste. Pero al contar con un gran ahorro de energía y buenas tecnologías para su correcto funcionamiento, la inversión será amortizada con su buen rendimiento.
Quizás son el tipo de calderas más modernas e incluso las que más respetan el medio ambiente, ya que funcionan a través de biomasa, es decir, de combustibles vegetales.
Se puede utilizar diferentes tipos de biomasa para usar este tipo de calderas, como pueden ser los pellets, o incluso astillas y los residuos forestales. Son las más ecológicas porque no utilizan ningún tipo de gas, ni ningún combustible fósil.