Cultura

Amor, deseo y pasión. Las parejas más ardientes de la literatura

Las grandes novelas se construyen a partir de emociones y de las relaciones entre sus personajes, y de todas ellas destacan especialmente el amor, el deseo y las pasiones.

¿Qué tienen en común Roxana y Cyrano de Bergerac o Hamlet y Ofelia? Todos ellos han sido protagonistas de algunas de las páginas de amor más gloriosas de la literatura.

Pero si hay una historia de amor por excelencia esa es la de “Romeo y Julieta”. Los condicionantes sociales y familiares propiciaron que su romance fuese el más efímero y trágico de toda la historia.

Romeo y Julieta (Película «Romeo + Juliet» de 1996).

En las antípodas de los Montesco y Capuleto se encuentra el amor que se profesan Fermina Daza y Florentino Ariza, los protagonistas de “El amor en los tiempos del cólera”. En este caso, el triunfo de Cupido se impone tras cincuenta y un años, nueve meses y cuatro días.

También fue un amor paciente, pero no llevado hasta esos extremos, el que vivieron Ulises y Penélope en “Odisea”. La reina de Ítaca despreciará durante más de dos décadas a todo tipo de pretendientes, no aceptará a ninguno hasta que no finalice de tejer el sudario para el rey Laertes.

Mujeres de armas tomar

La verdad es que en “Ana Karenina” la tragedia se masca desde el comienzo y el desenlace fatal es más que evidente a medida que avanza la novela.

Ana, una moscovita perteneciente a la alta sociedad, renunció a su marido, a su hijo y a su holgada situación económica para seguir los dictados de su corazón en pos del conde Vronsky.

Ana Karenina y el conde Vronsky (Película «Anna Karenina: La historia del conde Vronsky» de 2017)

La vida de Ana fluye de forma similar a la de Emma, el personaje creado por Flaubert. Madame Bovary, una mujer transgresora donde las haya, terminará por dar rienda suelta a su pasión junto a León Dupuis.  

La remilgada sociedad británica se escandalizó línea a línea al conocer los devaneos amorosos extramatrimoniales entre la ilustrada lady Chatterley y el humilde guardabosque Mellors.

Entre los celos y la obsesión

El tema del amor, en este caso enfermizo, también está presente en “Otelo, el moro de Venecia”. En este drama shakesperiano los celos por Desdémona apolillan el alma de Otelo por culpa del intrigante Yago.

Daphne du Maurier nos mostró que el amor también puede ser obsesivo. La joven e inocente señora de Winter vivirá un verdadero tormento en la mansión de Manderley, a causa del indeleble recuerdo de Rebeca, su predecesora.

Humbert Humbert y Lolita (Película «Lolita» de 1997)

Igual de obsesivo fue el amor prohibido de Humbert Humbert, un varón de cuarenta años, hacia una niña de doce, Lolita. Su obstinación le llevará a cometer todo tipo de deslices y atrevimientos.

Parejas en la literatura española

En nuestras letras tampoco han faltado las historias de amor, desde Calisto y Melibea hasta Tirant lo Blanch y Carmesina, pasando por Rosaura y Segismundo. Sin embargo, la pareja por antonomasia es la formada por Don Juan Tenorio y una joven novicia, doña Inés.

Más próxima a nosotros se enmarca la pasión que viven en la exótica Tánger una joven modista –Sira– y un hombre al que apenas conoce –Ramiro– y por el que abandona a su madre y a su novio. Son los protagonistas de “El tiempo entre costuras”, de María Dueñas.

Sira y Ramiro (Película «El tiempo entre costuras» de 2013)

Quizás en este recorrido no podía faltar la historia de amor entre Lisbeth Salander y Mikael Blomkvist –los protagonistas de Millennium–, a pesar de que no sea al uso, es cierto que su relación se forja capítulo a capítulo.

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