La era digital ha transformado por completo la forma que tenían las personas de adquirir productos, relacionarse con las marcas de su interés y tomar decisiones; de ahí que figuras como los influencers de moda tengan tanto impacto en los gustos del mercado, en lo que se usa o no y, sobre todo, en lo que se vende.
Ser un influencer de moda significa convertirse en un embajador de una marca, ponerle rostro a una tendencia o colección y generar afinidades con un público.
Pese a lo que todos creen, dedicarse a ello no tiene que ver únicamente con el número de seguidores en determinada red social. Hay una ciencia detrás de ello y hoy te explicaremos lo que necesitas saber:
¿Por qué son tan relevantes los influencers de moda?
La industria de la moda fue una de las primeras en invertir en influencers para promocionar sus prendas, accesorios y conjuntos, con la intención de llegar a más personas.
Este tipo de influencia del mercado es vital dentro del branding de cualquier negocio, ya que va mucho más profundo de la generación de ventas únicas: Crean vínculos duraderos, comunidades, prestigio, seguidores…
El rol de un influencer de moda no es solo vender, es provocar asociaciones entre la marca y un ideal de estilo en el público que interviene en su decisión de compra.
Cualidades indispensables para un influencer de moda
Todos los influencers en este nicho en particular deben tener una serie de cualidades con las que serán capaces de aportar valor a las marcas y conseguir beneficios. Aunque detallar un perfil completo es complejo, basta con establecer que lo mínimo necesario para ser influencer de moda es:
Generar seguidores reales
La idea de contratar a un influencer de marca es llegar a un mayor número de personas, generar vistas y darse a conocer. Esto es entendible.
El punto es que debe suceder de manera orgánica, es decir, no toda cuenta inflada es válida para este trabajo. Generar seguidores reales no es tarea fácil y requiere de una gran capacidad para la interacción, creatividad y personalidad propia.
No importa si hablamos de cientos, miles o millones de seguidores. Lo esencial no es el número en sí mismo, sino la razón que hay detrás de esos números, el poder de influir en otros, de crear comunidades a donde pertenecer.
Incentivar las interacciones de valor
El valor de una publicación en una red social (principalmente Instagram y similares) tiene mucho que ver con la capacidad de generar interacciones en las personas.
Dar clic en “me gusta” o escribir un comentario al respecto de un post significa un esfuerzo extra para todo ser humano que navega en una red social. Tomarse el tiempo para generar una interacción es un gran medidor de impacto.
El trabajo del influencer es incentivar las interacciones positivas, que hablen sobre el producto o el contexto de este y que beneficien tanto a la comunidad como a la marca.
Comprender y vincularse con los valores o identidad de una marca
Un influencer exitoso debe ser capaz de entender a la marca con la que trabaja, sus valores, su lenguaje, sus objetivos y su visión.
El público puede percibir de manera intuitiva esa afinidad que hay entre un determinado perfil y lo que promociona o viste. El influencer debe ser un embajador, no un maniquí.
Crear contenido de calidad
La relación influencer-marca no debe verse como un intercambio de servicios, sino como una colaboración entre marcas: una comercial y una personal.
El influencer debe poder crear contenido de calidad y que aporte valor al público, ya sea entreteniendo (con imágenes, videos, streams…), explicando el potencial de un producto o creando lazos de empatía que apunten a los gustos de su público.
Tener contenido bien hecho visual y textualmente hablando es básico para ser un influencer de moda.
